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Era martes, eso significaba su segundo día de trabajo, o más bien, su segundo día a prueba

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Era martes, eso significaba su segundo día de trabajo, o más bien, su segundo día a prueba. Se levantó muy animado, sin rastro de cansancio, a pesar de lo pesado que había estado el trabajo el día anterior. Sabía que pronto ya no sería así, sería mucho peor; se levantaría cansado, sintiendo su cuerpo pesado, necesitaría tomar café de más. Pero lo valía, si eso significaba obtener el trabajo.



Caminó hasta la cocina, preparó el desayuno. Tendría que cocinar más porque su perezoso y glotón amigo había dormido en su casa, y eso equivalía a cocinar para una familia entera en el día de acción de gracias. Tal vez estaba exagerando.



Cuando terminó de cocinar, una rápida ducha lo esperaba. Por lo general, Louis no se tomaba el tiempo de verse al espejo, y menos cuando tenía tan poco tiempo. Observó desde su cabeza hasta sus pies. Cabello lacio castaño, ojos azules, nariz respingada, labios finos y con un tono rosa fuerte; su cuerpo era bonito, sexy. Sus piernas eran lindas, no eran largas como las de las súper modelos; las de él eran cortas, pero si que eran firmes y torneadas. Tenía un lindo trasero. Su piel era de un tono bronceado, piel suave. Pero eso era sólo a la vista de los demás porque Louis no se sentía de esa manera. Él podría ser una fuerte competencia para cualquier súper modelo, pero su falta de confianza y autoestima no le permitían ver más allá de un chico feo y aburrido, tratando de camuflarse detrás de un buen look.



Incluso creía que esa era la razón por la que nunca había tenido una relación. Había tenido muchas citas, pero con un "yo te llamo" terminaba todo. Y si tenía que ser sincero, Louis no se sentía preparado para una relación.



La verdadera razón era otra.



Cuando terminó de bañarse, eligió su ropa para ir al trabajo. Cabe destacar, que se tardó más de una hora para elegir el 'oufit perfecto'. Estaba perdiendo tiempo. Eso creía él, pero tenía tiempo de sobra. El ojiazul solo quería llegar antes que todos.



Trabajaba con Siena Styles, en un lugar donde todos visten a la moda. Él no sería la excepción. El día anterior se había sentido juzgado, el conjunto que había elegido no era el mejor, por esa razón todos los empleados cuchicheaban cuando él pasaba junto a ellos. Había sido incómodo, pero Siena le hizo sentir bien, cuando le dijo que, lo que a ella le importaba era el trabajo que sus empleados desempañaran, no cómo se vestían. Pero de igual manera, él no era una persona sin sentido de la moda, el sabía mucho sobre ello, el tenía mucho estilo, mucha personalidad. Él no se dejaba influenciar por las modas, sin embargo, siempre vestía muy bien.



Antes de salir de su departamento, le dejó a Niall una nota pegada en el refrigerador. Sabía que ese sería el primer lugar al que Niall se dirigiría al despertar. "Hay comida en el horno, solo caliéntala. Antes de que te vayas limpia el desastre que hagas. Besos en el pene. Louis T." Ese era el amoroso mensaje que se dejaba ver en el papel.



Manejó hasta la empresa de Siena Styles. Cuando llegó se sorprendió al saber que tenía un lugar exclusivamente para su auto en el estacionamiento. Se supone que eso se lo darían, solo si conseguía el trabajo.



Entró al establecimiento, siendo recibido por la recepcionista; quien le pidió el carnet de empleado a Louis.



Siena llegaba a las 9:00 am, él tenía que estar ahí a las 7:30. Eso le daba tiempo para arreglar la agenda de Siena y posteriormente ir a comprar el desayuno de la mujer, que consistía en un café descafeinado, con una y media cucharada de azúcar, un omellette de champiñones, sin sal, pero con pimienta.



Siena llegó a la oficina saludando a todos, con esa sonrisa deslumbrante que tenía.



- Buenos días, Luis. - saludó la mujer poniendo, o mejor dicho, tirando su cartera y abrigó en el escritorio de Louis.



- En realidad es Louis, señora. - sonrió amablemente.



- Lo siento, Louis. Con tantas personas en este lugar a veces me es difícil aprenderme los nombres.- la mujer sonrió apenada hacia él.



- No hay problema. - le restó importancia al asunto - En unos minutos llegaran las modelos que harán el casting para estar en la pasarela de la colección primavera verano. La colección completa llegó hace media hora, la recibió el señor Braun, y yo me encargue de ir a dejarla a la sala de fotografía.



Siena estaba impresionada por lo rápido que Louis se había adaptado al trabajo. Sabía que no se había equivocado al haberlo contratado sin siquiera haber terminado la semana de prueba.



- Gracias, Louis. - entró a su oficina, le hizo una señal al ojiazul con su dedo, para que la siguiera.- ¡Felicidades! - Louis frunció el ceño- ¡Estás contratado!- gritó emocionada.



- ¿Es... Es en serio? - preguntó aturdido.



- Si, estoy impresionada con el trabajo que hiciste ayer. Gente como tú es la que necesito en mi empresa.



Louis agradeció mil veces por la oportunidad. Siena le dijo que su primer trabajo formal, sería ir con ella a la sala de fotografía para ayudarle con lo de las modelos.



Siena estaba sentada en un sofá, Louis junto a ella. Louis daba los datos de las modelos y luego apuntaba las críticas de Siena hacia ellas.



- La siguiente es Olivia Smith, tiene 22 años de edad. Ha trabajado en las mejores pasarelas de Europa y Nueva York. Ha trabajado con diseñadores como Carolina Herrera, entre otros.- Siena negó con su cabeza.



- No. Ella no. - dijo observándola. Siena era mujer difícil de complacer. Quería lo mejor, de lo mejor. Y aunque aquella chica era realmente linda, no era lo que estaba buscando.



El casting terminó. Siena y Louis volvieron a sus puestos de trabajo. Siena agradeció a Louis por la ayuda que le brindó ese día.



Louis estaba sentado en su escritorio, viendo algunos diseños de Siena en su computadora. El teléfono sonó, y contestó rápidamente.



- Buenas tardes. Oficina de Siena Styles. ¿En qué puedo ayudarle?- preguntó amablemente, mientras sacaba una libretita y un lápiz para apuntar cualquier mensaje que quisieran dejar.



- Buenas tardes. ¿Se encuentra Siena? - la respiración de Louis se estancó. Estaba seguro de haber escuchado esa voz en algún otro lugar. - Le marqué a su celular, pero no responde.



Tal vez sólo era su imaginación. Hace mucho que no pensaba en él. Estaba imaginando cosas estúpidas. Sólo estaba cansado. Sí, eso era.



- ¿Hola...? - la misma voz se volvió a escuchar. Louis salió rápidamente de sus pensamientos.



- Señor, en serio lo siento mucho.- se disculpó apenado - Si, ella se encuentra aquí. ¿Quién desea hablar con ella?- preguntó esperando recibir el nombre de la persona.



- Su esposo. - contestó amablemente el hombre.



- Señor Styles. - se acomodó en su asiento como si el hombre pudiera verlo- En un momento lo comunico.



- Gracias. - dijo el hombre- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó amablemente.



- Louis... Louis Tomlinson.



Simplemente... Louis |l.s| Where stories live. Discover now