Louis comienza a trabajar como asistente personal de Siena Styles, la diseñadora de modas más importante de la industria. Nunca se imaginó que tras conseguir este trabajo se encontraría con el amor de su vida nuevamente. Su corazón se rompe al saber...
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Su mirada estaba pérdida en alguna parte de la habitación. Sus orbes zafiro habían perdido aquel brillo característico. No había ninguna expresión en su rostro.
Lo que sentía por dentro se reflejaba en su exterior. Estaba muy delgado, tenía unas grandes ojeras negras, básicamente, era un muerto en vida.
Harry y los niños estaban muy preocupados por esa situación. Había pasado un mes desde aquello, y el ojiazul seguía igual o peor. No lo presionaban porque sabían por lo que él estaba pasando. No era algo fácil de superar.
Louis no salía de la habitación de huéspedes. Las bandejas con comida que llevaban al cuarto, la mayoría de las veces, salían intactas.
Ese día Harry estaba decidido a mejorar el animo de Louis. Ese mes le había hecho mucho daño y ya no permitiría que siguiera pasando.
Entró con pasó decidido a la habitación. Louis se mantenía acostado en la cama con su mirada pérdida.
- Louis, iremos al parque. - dijo con emoción -. ¿Te gustaría ir?- preguntó con una gran sonrisa, haciendo que sus hoyuelos se marcaran.
- No... - respondió con simpleza.
- No importa, irás de todos modos. - dijo firmemente, pero sin quitar su sonrisa.
- ¡No quiero ir! - gritó furioso. No quería ir. No era el momento para divertirse, le parecía egoísta divertirse en un momento como ese. No entendía a Harry.
- Salgamos a divertirnos. Hace mucho que no salimos con los chicos. - rogó, pero su semblante había cambiado a uno triste.
- No me perece el momento de divertirnos. Simplemente no es el momento. - dijo en tono serio. - Pareciera que no te importara lo que pasó.
Fue la gota que derramó el vaso.
- ¡¿A caso estás escuchando la mierda que estás diciendo?! - preguntó dolido y enojado.
- ¡Si, lo estoy escuchando! Se lo qué estoy diciendo. A ti no te importa lo que pasó. ¡No te importa! - gritó entre lágrimas.
- ¡Claro que me importa! ¡Era mi hijo también! No sabes todo lo que sufrí al saber lo que estaba pasando. Sigo sufriendo por ello. Pero tengo dos hijos, dos hijos que necesitan de mí. Tengo que cuidarlos, no los puedo dejar de lado. - bajó la voz a medida que hablaba. Su voz sonaba quebrado. Estaba dolido por el pensamiento de su novio -. Ellos te consideran su otro padre, y por esa razón también necesitan de ti. No sólo nosotros estamos sufriendo, ellos también están sufriendo.
Louis mantenía su semblante serio. Él estaba más que seguro que estaba en lo correcto. A Harry no le importó la pérdida de ese bebé.
