Fenix

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Fenix

La pareja tardó varios minutos en separarse el uno del otro y terminar de celebrar su reencuentro, fue entonces cuando Mara se giró, siendo consciente que Scott estaba presente, pero se sorprendió al descubrir que el joven había abandonado el pabellón cuando ella estaba absorta entre los brazos del cazador.

—¿Qué hacíais? —no pudo evitar preguntar Daryl, al ver que la joven buscaba a Scott con la mirada sin éxito.

—Nada, había venido para pedirme perdón por... nada, tonterías suyas —prefirió no ser del todo sincera y no estropear ese momento—, ya le conoces.

—Esto ha cambiado —comentó él aceptando la escueta explicación de la joven.

—Sí, he estado ocupada... pero te he echado muchísimo de menos —confesó acercándose de nuevo a él con cariño.

—Yo también me he acordado de ti —contestó el, y se apartó un poco buscando algo en su bolsillo trasero del pantalón —te... te he traído una cosa.

—¿Sí? ¿De verdad? —preguntó emocionada.

—Es una estupidez —restó importancia Daryl —, realmente fue Michonne la que dijo que te gustaría —y le mostró el colgante del pájaro —, ten.

—Es... precioso —dijo tomando en sus manos el colgante, con ojos emocionados—. Es un... ¿Fénix?

—Sí, eso creo... pero parece un pavo —dijo dudoso —. Si no te gusta, da igual, es una baratija, ni siquiera era caro.

—¿Qué dices? —preguntó asombrada —Es perfecto, y no es un pavo... tú si que eres pavo de verdad —y se giró cediéndole el colgante para que se lo pusiera —abrocha.

Daryl obedeció y le cerró la cadena alrededor del cuello, apartándole la melena negra a un lado. Ella se giró de nuevo quedando sonriente de cara a él.

—Estás rara —dijo al mirarla luciendo la joya —nunca llevas cosas de éstas, ni pendientes, ni nada... debería haber cogido un libro pero... no tengo ni idea de eso tampoco...

Mara le sonrió con cariño, viendo su frustración y duda, lo que le parecía entrañable y se arrimó a él, enmarcando su cara con ambas manos.

—Me encanta Daryl, de verdad que es perfecto y único —dijo mirándole a los ojos—, no podría desear otra cosa, porque es tuyo y lo has traído para mi —él desvió la vista, algo incrédulo —. Lo digo en serio, es perfecto. Tiene mis colores favoritos, ¿sabes? Y además es un Fénix, nada de pavos ni gallos, y era lo que quería que encontraras al llegar, que volvía a ser la de antes... que era yo de nuevo, para ti.

—¿Has estado bien? —preguntó, preocupado por cómo ella había llevado su ausencia, aquello era algo que realmente le inquietaba cuando se fue. Pues si aquel colgante le recordó a ella, era porque esperaba que, pese a no estar con él, cumpliera su propósito de restablecerse, cual ave Fénix resurgiendo de sus cenizas.

—Sí, aunque ahora estoy mejor —contestó sonriendo.

—Bien... —asintió conforme —. Vamos, hay mucho que hacer.

—Claro.

Mara le siguió un paso por detrás, mirándolo dirigirse a la salida sin creerse del todo que realmente estuviera allí de nuevo. Cuando abrió la puerta al exterior dejando que ella se adelantara, Mara observó al resto de sus compañeros en el patio, descargando de la Ram todos los suministros que había traído Daryl de su viaje, y por un segundo tuvo el impulso de regresar de nuevo a aquel pabellón solitario y tener a Daryl sólo para ella un poco más, pero sabía que era imposible.

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Where stories live. Discover now