44. Turismo

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Capítulo 44: Turismo

—Aquí dice que entre el 50% y 79% de la población danesa tiene cabello rubio y ojos claros —dice Drew con el ceño fruncido antes de mirar al primo—. Me siento estafada.

—Tú te sacaste la lotería conmigo —asegura y ella alza una ceja con duda—. Además, mamá y papá tienen cabello y ojos claros, aunque yo no los tenga forma parte de mis genes. Tú también los tienes, así que si tenemos hijos hay una 75% de probabilidades de que sean rubios de ojos claros.

—Yo no soy rubia.

—En realidad, el pelirrojo es una mutación del rubio —No puedo evitar mirar con intriga a Kyle. Parece conocer tanto del tema y creo que no soy la única interesada porque su novia lo mira con curiosidad también—. Me gusta la biología genética.

—¿Desde cuándo?

—Desde siempre, Conejita. No soy un modelo hueco.

—¡Qué sensible eres! Nadie te llamó hueco —Drew toma la cámara y se detiene para sacar fotos—. ¿Quién dice que yo quiero tener hijos? Y contigo.

—¿No te gustan los niños?

Vaya, estoy presenciando una conversación importante entre Drew y Kyle. El primo parece ver un gran futuro con ella, pero Drew no es tan tradicional para su estilo de vida. Ella prefiere tener un poco de aventura antes que encerrarse en una rutina familiar sosa. Pero no sé si no quiera tener hijos, probablemente tendría uno.

—Me gustas tú ¿no? —bromea fotografiando la calle.

—¿En serio no quieres tener hijos?

—¿Por qué estamos hablando de esto? —cuestiona aburrida mirando al primo que tiene cierto semblante preocupado. Bufa antes de besar su mejilla—. Kyle, me falta mucho para explorar como para atarme a hijos. Ahora mismo no los quiero, quizás en un par de años cuando me sienta preparada para ser madre los tenga —asegura abrazando su cintura—. Y los tendría contigo porque seguramente hereden los ojos claros y el cabello rubio.

—¿De verdad?

—Sí —Besa sus labios y les saco una foto. Porque obviamente yo también iba a traer mi cámara a Dinamarca y sacar todas las fotos posibles—. Ahora dejemos el tema porque me incomoda un poco.

—Definitivamente debo probar la cerveza danesa —comento deteniéndome en un bar, los chicos me siguen y entran conmigo—. Muy bien, Ashton. Es tu territorio, ocúpate de conseguirnos algo bueno de beber y algún snack.

—Ya que me lo pides tan amablemente.


Río antes de sacarle foto a Drew con un bigote de espuma de cerveza. También capturo el momento en que Kyle se lo limpia con la lengua.

—Siento que un día de estos voy a encontrarlos en pleno acto.

—¿Por eso gritas metros antes y tocas la puerta tres veces? —pregunta Kyle y asiento haciendo que ría. Le tomo una foto porque el primo riendo es algo muy bonito—. Igual ponemos seguro a las puertas.

—Eso no hace que deje de escucharlos.

—Tú tampoco eres muy calladita, prima —Pongo los ojos en blanco y le quito una papa a Ashton para comerla yo. Gruñe y me frunce el ceño, pero yo sonrío antes de besarlo—. Ash un día de estos va a clavarte un tenedor en la mano por robar su comida. No tienes idea de lo territorial que es.

—Quizás suceda el mismo día en que Drew te dé un puñetazo por tocar su cabello —puntualizo y él me ignora para tocar el cabello de la pelirroja que le pone mala cara—. No creo que falte mucho para eso.

Mi roto San Valentín #1. Rotos (✔)Where stories live. Discover now