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PERSONAJE: Dick Grayson

TITULO: Recuerdos

ADVERTENCIAS: No

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Lluvia. Ese era su primer recuerdo. Lluvia y rostros borrosos. Lluvia y una dulce melodía. Lluvia y el reconfortante aroma del chocolate caliente que le preparaba su madre en tardes como esas.

No podía imaginarse un mejor lugar para haber pasado sus primeros años que debajo de esa vieja carpa roja y blanca lleva de pequeñas luces que simulaban ser estrellas colgantes, ese lugar siempre sería su hogar sin importar la distancia o las adversidades.

Ahí había nacido, había dado sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primer llanto, su primer amor. Fue el lugar de sus primeras veces. las primeras veces que cualquier niño tiene.

Había sido como su pequeño cuento de hadas, un lugar donde no hay sufrimiento, solo alegría y gozo.

Pero todo lo bueno termina.

Todo lo bueno se va.

Dejando solo sufrimiento y un vacío que a pesar de los años jamás se va, no por completo al menos, solo volviendose más soportable, lo suficiente para poder vivir.

Sí, en esa carpa había pasado los mejores años de su vida llena de colores, luces, magia y la creencia de que las cosas malas no existían, creyendo que siempre volaría y zucursaría los cielos junto a sus padres hasta que un día él mismo le enseñara como hacerlo a su hijo, como su padre le enseñó a él, como su abuelo le había enseñado a su padre, una tradición que seguiría, que jamas se rompería, un ciclo sin fin.

Pero los colores se opacan, las luces se apagan, la magia no es real y nuestras creencias casi nunca terminan siendo ciertas, las personas son malas y despiadadas, las personas no pueden volar, ni siquiera sus padres, puedes intentar hacerlo pero tarde o temprano caerás, esa era la verdad.

La lluvia le recordaba la mejor etapa de su vida, una antes del dolor, antes de la perdida, antes de la agonía.

Pero a veces el dolor era necesario.

A veces el dolor te hace más fuerte.

A veces el dolor te puede sanar.

Es necesario que te arrebaten todo para que sepas lo que tenías y nunca apreciaste, eso lo sabía de antemano.

Pero aun si le dieran a elegir no cambiaría nada.

Tal vez ya no tenía a su madre que le abrazaba mientras miraban caer la lluvia juntos, tal vez ya no podía tomar la mano de su padre para ir a jugar con los charcos de lluvia al final de una gran tormenta, pero tenía algo más.No algo que reemplazaba a sus padres, pero algo más.

Tenía una nueva familia.

Hermanos, un padre y un abuelo.

Tenía personas que lo amaban y que amaba.

Personas que darían su vida por él sin dudarlo y por las cuales él haría lo mismo.

Ahora Zucursaba los cielos con más personas, personas que jamás dejaría caer.

Él tomaría sus manos, les ayudaría, les alentaría y haría todo lo posible para que jamás cayesen.

Nunca más alguien caería, no mientras el pudiera evitarlo.

Porque los colores podían volver a brillar, las luces podían iluminar el negro cielo nuevamente, la magia podía ser real y las personas podían tener algo de bondad dentro de ellas, pero se necesitaba creer, pensar que no todo estaba perdido, que aun hay esperanza.

Porque aunque las heridas dejan cicatrices te enseñan a vivir el momento

Que la perdida es parte de la vida

Que puedes volver a sonreír sin importar cuanto tiempo te tome

Que aunque deje una huella en tu alma, esa huella te recordará lo que fuiste y te guiará a lo que te convertirás. 

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Si estás leyendo estos pequeños Oneshots muchas gracias por hacerlo, lo aprecio mucho de verdad y dime que te están pareciendo. 

Robin's One ShotsWhere stories live. Discover now