Robin's One Shots

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TITULO: Secret Valentine

PERSONAJE: Damian Wayne

ADVERTENCIAS: Lean hasta el final antes de sacar conclusiones.

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-llegó la hora- susurró mientras suspiraba y se miraba por una última vez en el espejo. Una vez que saliera por esa puerta no habría marcha atrás.

Se quedó mirándose detalladamente en el espejo, mirando cómo el tiempo le había tratado. Era como ver a su padre, pero con los rasgos más delicados. Recordó cómo Jason una vez le comparó con un jarrón de la Dinastía Ming. Tan hermoso pero con grietas. Grietas tanto en su piel como en su alma según le había explicado.

El traje le quedaba bien, el blanco resaltaba su tez morena y los toques dorados hacían ver más brillantes sus ojos. Era un gran traje para una gran ocasión.

No todos los días se unían dos almas para pasar el resto de sus vidas juntos.

Pero sus pies no se movían, lo intentaba pero por primera vez en toda su vida sentía que no era capaz de hacer algo tan simple. Tenía miedo de salir por esa puerta, tenía miedo de los cambios que eso conllevaría.

Pero eran cambios buenos, o eso quería creer.

Esos ojos azules que le hacían perder la razón confiaban en él. Esos ojos azules de los que se había enamorado hace ya tanto tiempo. Esos ojos azules que le hacían sentir querido más allá de lo imaginable.

Cerró los ojos un momento para poder reunir el valor suficiente.

-¿Confías en mí?- recordó la infantil voz de su mejor amigo que ahora parecía tan lejana. Esa tierna voz que le extendía su mano en una fría noche de abril de hace ya tantos años.

-Confío en ti- susurró sin titubear mientras tomaba su mano y se dejaba hacer para poder volar en su espalda con un destino desconocido.

Pero ahora que lo pensaba todo era desconocido con él, era como si cada día fuera uno totalmente nuevo cuando estaba a su lado. Era como redescubrirse, era como poder hacer cada nuevo lugar un hogar si él estaba a su lado.

Esa noche de primavera volaron en silencio durante tanto tiempo, pero ellos no necesitaban palabras, ¿Cómo necesitarían palabras dos almas que estaban enlazadas aún sin saberlo?.

Un pequeño lago de alguna parte que durante tanto tiempo buscó en secreto, las brillantes estrellas que danzaban en el cielo y una luna llena tan brillante y grande como jamás la volvió a ver, fueron los únicos testigos de aquella noche que guardaría en su memoria por el resto de su vida.

-¿Crees en el destino?- fueron las palabras que Jon susurró luego de un largo tiempo solo mirando el reflejo de las estrellas en el lago.

-Creo que cada quien crea su propio destino- contestó restándole importancia, pensando que era solo una de esas raras preguntas que a veces hacía su amigo desde que entró a la pubertad -Con las acciones, las decisiones o hechos que parecen insignificantes a simple vista, que cada quien toma va forjando su propio destino-

Y es que eso quería creer. Eso es lo que se había obligado a creer. Creer que cada quién es lo que quiere ser. Que cada uno tiene la oportunidad de elegir su camino. Que no hay una fuerza mayor que elige por nosotros, que cada quién es su condena o su salvación.

Después de todo eso le había enseñado su padre desde que había llegado a él hace ya algunos años.

-¿Tampoco crees en las almas gemelas?- preguntó nervioso el menor mientras evitaba mirarle -Ya sabes cómo esa leyenda japonesa-