Robin's One Shots

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TITULO: Cuando lo pierdes todo

PERSONAJE: Tim Drake

ADVERTENCIAS: Nel

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Algunas personas dicen que hay dos importantes momentos en la vida.

El día que naces y el día que descubres para qué.

Pero a su parecer deberían incluir un día más a ese dicho.

El día en que lo pierdes todo.

Los humanos no son capaces de valorar lo que tienen hasta que lo ven perdido, hasta que el destino les arrebata eso de sus manos.

Él lo sabía de antemano.

Amaba a sus padres, siempre lo supo y nunca lo ocultó, solo que cuando murieron sintió que jamás se los expresó lo suficiente.

La muerte de sus padres fue prematura.

Fue un error.

Pero no hay nada que pudiera hacer al respecto ahora. No cuando ya han pasado años desde ese lamentable suceso.

En las noches más oscuras, cuando el cielo está curiosamente despejado y se logran divisar algunas estrellas perdidas del firmamento y la ciudad está tranquila, cuando solo se escucha un tenue murmullo en las calles, en esas escasas noches donde civiles y villanos por igual están en una calma poco común para una ciudad tan explosiva donde nunca se sabe cual será el siguiente desastre; en esas noches era cuando el petirrojo se ponía a reflexionar sobre su pasado.

Los recuerdos podían ser dolorosos, pero sería más doloroso perderlos.

Era mejor tener un recuerdo agridulce que no tener que recordar.

¿Los extrañaba? por supuesto que sí, fueron las primeras personas que lo amaron por quien era.

¿Hubiera sido diferente si jamás hubiera ido ese día al circo con sus padres? Le daba miedo la respuesta.

Tim era inteligente, sabía que estar en el borde de ese edificio mientras se cuestionaba los hechos más dolorosos de su vida no era buena idea.

Dick lo reprendería si lo viera en ese momento, pero lo comprendería, él pasó por lo mismo o al menos algo similar de cierto modo.

Jason simplemente le haría una señal indecente y le diría que hiciera lo que quisiera, aunque en el fondo estaría preocupado, siempre estaba preocupado por él aunque casi nunca lo demostrara, era su instinto como hermano mayor aunque quisiera negarlo.

Y Damian... Damian era otra historia, él lo animaría a hacerlo, le diría que esa es la escapatoria de un cobarde y por consecuente la suya.

Él odiaba los cambios, le gustaba la rutina, saber para qué estar preparado, planificar y actuar.

Pero desde que Damian había llegado a la vida de la Batfamily hace un par de meses todo había cambiado y aun no se decidía si fue para bien o para mal.

Él tuvo que luchar por su lugar.

Luchar para ser merecedor de pertenecer a esta rara pero acogedora familia. Se tuvo que esforzar, llevar su mente y cuerpo a extremos extraordinarios para lograrlo, para que Bruce creyera en él.

Pero sabía que eso no era todo lo que le perturbaba.

Se sentía desplazado, tal vez ahora entendía un poco más a Jason en ese aspecto.

Él ya no era Robin, ya no era el menor de la familia. Ahora era un hermano mayor, algo que jamás había querido.

Rió divertido al escucharse, estaba hablando como un niño celoso al no tener la atención que quería.

¿Así también hubiera sido si tuviera un hermano de sangre? ¿O era porque su nuevo hermano menor era el anticristo que intentaba asesinarlo en cada oportunidad que encontraba?

-Yo pensé lo mismo cuando Jason llegó a la mansión- le hablo una voz de forma juguetona detrás de él -Pensaba que me estaban reemplazando y mandé a B al diablo por querer llevar a un niño al lado oscuro- suspiró y se sentó a su lado el justiciero mejor conocido como Nightwing -Deberías separarte un poco de la orilla o caerás-

-¿Cómo es que....- empezó a formular la pregunta

-Porque soy Nightwing- intentó imitar a su mentor de forma nada seria mientras hacía su voz más gruesa -y porque todos tenemos un rastreador en alguna parte de nuestro traje- se encogió de hombros.

-¿Qué?-

-Fue idea de Alfred- explicó -Así nunca más volverían a perdernos-

-Siento violada mi privacidad de tantas formas en este momento- frunció el ceño mientras se acomodaba a su lado para sentarse -A veces odio a esta familia-

-Todos odiamos a esta familia de cierto modo- habló mas seriamente el mayor -Pero el amor que nos tenemos puede más que eso, todos en esta familia buscamos lo mismo- sonrió de lado -Un lugar donde encajar siendo nosotros mismos-

-El pequeño demonio parece que lo que busca en matarnos- hizo una leve mueca el pequeño petirrojo -Y Bruce no hace nada para evitarlo-

-No quiere matarnos- rió divertido -Tal vez nos amenace verbalmente y nos aviente cosas punzo cortantes... pero no nos quiere matar-

-Creo que tienes el trasero más grande que tu cerebro-

-De hecho para todos es así, es anatomía- rió divertido hasta que vió que su hermano le miraba seriamente -Ok, era sarcasmo lo capto-

-Lo que quiero decir es que Dami se siente igual que tu- volvió a su semblante serio, intentando actuar con madures ya que la situación lo ameritaba -Él no tuvo la misma infancia que nosotros, él no tuvo amor, comprensión o un lugar que llamar hogar- sonrió triste -No nos ha querido decir demasiado pero puedo intuir que nunca pudo actuar como un niño, no sabe socializar y le han enseñado que tiene que ser el mejor porque sino será reemplazado-

Tim se sintió un poco apenado al escuchar eso

-El nunca ha tenido una familia, no una de verdad y ahora, cuando al fin conoce a su padre biológico y ve que él ya tiene una familia se siente amenazado- suspiró -No es que verdaderamente nos quiera matar, es que quiere eliminar a los que piensa que acaparan la atención que el tanto anhela de forma inconsciente-

-¿Estas diciendo que él anticristo solo nos quiere matar porque conocemos más a Bruce?-

-Si lo quieres ver así- se encogió de hombros -Y Bruce no puede decir nada porque no lo conoce, a pesar de que son padre e hijo son completos extraños y eso aterra a ambos, el no saber de que es capaz el otro-

Ambos hermanos se quedaron en silencio mirando la tan inusual tranquilidad que reinaba en la ciudad.

Una tranquilidad que lamentablemente no reinaba en el corazón de ninguno de ellos.

Dick era el mayor, tenía que hablar con seguridad al decirle a su hermanito que su padre adoptivo jamás lo reemplazaría, pero muy en el fondo él igual tenía miedo.

Damian no era como ellos.

Era su sangre.

Y la sangre llama a la sangre.

¿Cómo no tenerle miedo a los cambios?

¿Cómo no temer por su familia?

¿Cómo no temer a perderlo todo de nuevo?

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Gracias a todas las personas que me han leído! 

En serio no tengo palabras para agradecerles. Los amo mucho y para demostrárselos quiero regalarles algo.

Así que a las personas que comenten díganme un personaje y alguna situación que quieran y les haré capitulos especiales.