[3]

97 18 5
                                    

[3] Música vacía

Diario de Johann von Schäfer

Fue una semana bastante larga. No sé por qué pasó de esa manera, si todos los días eran iguales. Mi hermano estuvo tan insoportable como siempre. No entiendo qué le ven a los bebés tampoco. Apenas tiene dos años, recién los cumplió, y ni siquiera yo veo que articule palabra. Mi madre lo consiente como si fuera su primer recién nacido.

Siempre veo que todos señalan la palabra "viernes" como un evento importante en la semana, pero yo no veo nada especial en eso. En lugar de quedarme haciendo nada debo pasar la tarde con un profesor mostrando diapositivas de PowerPoint en mi casa, explicando los temas que me perdí en la semana. La "clase" no debería durar más de media hora siendo que no aprendí casi nada, pero se extiende por tanto tiempo que prácticamente caigo dormido. No sé por qué estoy escribiendo esto de nuevo en presente. No puedo disfrutar del silencio cuando hay otra persona junto a mí. Ni siquiera noto la diferencia entre la casa sola y la casa acompañada, y a esta altura ya no sé si es real. Agh, odio cuando me pongo existencialista.

Intentemos hablar de algo más feliz, por favor.

Llevo diez minutos por cronómetro intentando pensar algo más feliz y no tengo nada. Dormiré un rato.

Diario de Dean Kipling

A pesar de ser tan ajetreada como las primeras de clase semanas lo son, siento que se me pasaron volando. Intenté hablar con Deanna, pero no hubo demasiado caso. Entiendo que la carrera de medicina es muy ardua, y que ella tiene que mantener sus notas para seguir con una beca... Padre se ve muy feliz cuando nos ve a ambos, cada uno en su habitación repasando los libros. Si espero seguir el mismo camino que ella, debo comenzar a estudiar desde ahora. No puedo permitirme un día de vagancia, ni siquiera un viernes. Hasta creo que soy más productivo.

Ahora sí, puedo volver a escribir tranquilo. Deanna está preparando la cena, y padre no vuelve de hacer guardia aún. Tomar nota de las reuniones del centro de estudiantes no es tan cansador como creí, tal vez porque no tuvimos muchas en la semana. El nuevo presidente del consejo es una persona muy amable, y a pesar de verse tan distante desde fuera se puede hablar fácilmente con él. No tuve oportunidad de ver al chico, o siquiera de intentar arreglar la primera impresión que le dejé. Volveré a intentar el lunes.

Dios, mi letra está volviéndose cada vez más desprolija. Incluso si no dejé de tomar notas en las vacaciones, me acostumbré mal a tomar apuntes.

Se lo comenté a padre y dice que tengo letra de doctor. Se rio. ¿Es algo bueno?

Diario de Johann von Schäfer

Llevo como cinco horas mirando la página en blanco. ¿Eh? ¿Fueron solamente una? Al menos eso me dice el reloj de la habitación. No termino de acostumbrarme a no escuchar el tic tac de las agujas. Es demasiado extraño. Bah, nunca fui de escribir los domingos. Los domingos nunca hago nada memorable tampoco. Quizá los sábados. Tampoco puedo llamar memorable a lo que hago en la semana. Madre dice que aproveche y haga algo como peinarme con mi cuenta. Como si fuera manco para no poder peinarme. Mi cabello está demasiado largo. Tampoco recuerdo la última vez que fui a una peluquería.

Ya es hora de dormir, Seguiré mañana.

Diario de Dean Kipling

Bien, no me desperté con el pie derecho. Un minuto de diferencia, y ya perdí el autobús para el colegio, y llegué tarde, y apenas puedo documentar esto en el recreo.

Comenzó a llover. La biblioteca está hasta las manos ahora mismo, y no es que no quiera estar ahí, pero a pesar de ser una biblioteca, es demasiado ruidosa para mí. La lluvia no me molesta ni me agrada, y la cantina está sorprendentemente vacía para ser el mediodía. Desde aquí veo un par de goteras, aunque el piso esté mojado por tanta gente que vino aquí luego del chaparrón no logro resbalarme.

El timbre suena de nuevo, voy a guardar esto.

La lluvia es demasiado fuerte para salir de la escuela ahora mismo. Seguramente sea un chaparrón.

Diario de Johann von Schäfer

Segunda semana de clases y ya estoy cansado. Empezamos bien.

Diario de Dean Kipling

¡Lo conseguí!

Creo.

Ahora que estoy cómodo puedo comenzar a escribir de nuevo. Tengo que agradecerle a la lluvia que no me dejó volver a casa temprano, encontré al chico esperando en el edificio, y esta vez me gustaría creer que se quedo intencionalmente. No pude evitar notar que su cabello no estaba prolijo la semana pasada, y esta vez la lluvia se lo había aplastado. Parado junto a él me di cuenta que no era tan bajo, algo que me pareció que tenía sentido ya que estaba sentado cuando lo vi. Creo que apenas lo supero por un par de centímetros.

Tomé un papel de mi morral para no pasar vergüenza de nuevo, y anoté un mensaje sobre él.

Diario de Joahnn von Schäfer

La lluvia me cansa más de lo que estoy. No es como si tuviera que prestar demasiada atención a las clases, pero a los profesores no les hace mucha gracia que te pongas a dormir, sin importar si eres sordo o no. Luego de haber vuelto a casa dormí como dos horas pero son las doce de la madrugada y todavía no consigo dormir. Esto es un arma de doble filo, joder.

La biblioteca estuvo más llena que de costumbre, aunque no lo noté hasta que levanté la mirada y me encontré con tanta gente hablando a mí alrededor. En cierta manera, es un alivio no tener que oír todo ese bullicio... ¿Pero qué estoy anotando? No puedo alegrarme de eso. Prefiero mil veces escuchar a todo el secundario gritando si así puedo escuchar de nuevo.

El chofer pasó tarde a buscarme esta tarde. El chaparrón era increíble. De todos modos, esto sigue siendo Inglaterra, así que no duró más de media hora. Maldito clima primaveral. Creí que no iba a encontrarme de nuevo con el raro de gafas que pensó que podía escucharlo, pero mi suerte no parecía estar de buenas.

Más bien, estaba para la mierda. Un día lluvioso, y la única persona que me encuentro es a él.

Volví mi mirada al techo, que no tenía ninguna gotera a pesar de la lluvia. Hacerme el distraído no funcionó, alguien me había puesto una mano sobre el hombro, y sin querer vi un cartel de papel.

"Hey."

Pude haber no respondido. Ahora lo sé. Pero si lo hacía, quizá iba a terminar insistiéndome hasta que le prestara atención. Supongamos que no me quedó otra opción que sacar el cuaderno de conversaciones.

"¿Qué quieres?"

"Pasaba a saludar."

Escribir un "ah" iba a ser un desperdicio de papel. Hice un gesto de incredulidad y volví la mirada a la puerta otra vez. Seguía sin despejar. Volteé la mirada a la pared del frente, otra vez, y de nuevo él seguía ahí, con un pedazo de papel que a pesar de estar arrugado tenía una caligrafía perfecta.

"Mi impresión que tienes de mí no debe ser la mejor..."

"Pues no. Fue muy estúpido."

La manera en que cambió su rostro por un segundo casi me hizo caer de espaldas, y creo que lo hubiera hecho si no hubiera estado contra la pared. Volvió a su expresión inmutable, o al menos eso parecía.

"Y quiero cambiar eso."

"No necesitas caerme bien sólo porque soy sordo."

Su rostro cambió de nuevo, pero no fue tan gracioso.

"Hasta ayer yo no sabía que eras sordo."

"No importa. No necesitas caerme bien."

Oí los bocinazos del chofer; de tanto escribir, había olvidado ver cómo estaba la lluvia. Guardé el cuaderno de conversaciones, sin despedirme del chico, y luego fui a dormir. Pero ahora que lo abro, dejó un último mensaje. Seguramente aprovechó el momento en que fui a la puerta para tomarme distraído.

"No es algo que necesite. Me agradaste."

No termino de comprender cómo fue que lo agradé a alguien. ¿Qué hice yo para caerle bien?

Música vacía [Gay]Where stories live. Discover now