Día 11. Object insertion

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Keith gimió al sentir el vibrador colarse en su interior. Era una sensación extraña, similar a cuando Shiro lo penetraba, pero también muy distinta al mismo tiempo. El tacto era diferente a un auténtico pene, sin embargo, ello no lo hacía desagradable. De hecho, una vez acostumbrado, resultaba bastante agradable. No lo admitiría delante de nadie, pero comenzaba a gustarle ese cacharro, tanto que quizá lo utilizase estando solo y no únicamente cuando el japonés se pusiese juguetón en la cama. Que esa era otra, a Shiro se le había encendido el modo juguetón, lo que prometía una noche muy interesante, sobre todo viendo que lo que le apetecía parecía ser meterle cosas a Keith, quien, por cierto, no dejaba de suspirar.

  -Ah... Shiro... M-Más...

  -¿Más qué?

  -Más de esto... Quiero sentir más cosas...

  -¿Quieres que te introduzca algo raro por ahí detrás? -preguntó divertido, metiendo algunos dedos en la boca del menor.

  -Ajá -respondió el moreno, asintiendo con la cabeza.

  -Oh, pero eso podría ser peligroso -replicó el mayor, apretando el vibrador dentro del trasero del medio galra-. ¿No te gusta más esto, Keith?

  -S-Sí... Ah...

  -¿Lo prefieres al mío? -interrogó el asiático, repitiendo la misma acción de antes y arrancándole un grito-. Dime algo, mi amor.

  -Shiro... Ah... T-Te... Te quiero...

El de cabello cano se sonrojó y sacó el juguete de golpe. El medio galra gimió una última vez a causa del repentino movimiento. Shiro hizo a un lado el juguete y acarició con cariño el rostro ruborizado del chico. Le apartó algunos mechones de pelo de la frente y depositó un beso en ella.

  -Yo también te quiero -dijo de vuelta.

  -¿Se acabaron los juegos por hoy? -cuestionó el más joven, jadeando.

  -Se acabaron los juegos por hoy.

Kinktober [Sheith]Where stories live. Discover now