N U E V E

2.1K 253 86
                                    

Niña pija.

-Athenas... No estés bromeando - hablo sosteniéndose el pecho de la impresión.

-No... No es una broma ¡Eso quisiera! – hice las manos puños sintiendo el corazón bombeando.

-Hay Athenas - todo lo que parecía importante para Nana dejó de serlo y se acercó a mi — Yo mejor que nadie se lo que paso... Yo lo viví junto
con ustedes pero esa no es razón para frenar tu vida por completo.

-Es un pacto...

-Es una tontería, la vida se trata de amar, lo que paso antes no tiene porque repetirse. Tu eres una
persona completamente distinta, debes de vivirlo y luchar por lo que amas.

Sus ojos me miraban con tanta intensidad, como si cada una de las palabras que dijera era la verdad
absoluta.

Entonces lo entendí, lo que más deseaba era ser amada, era a lo que siempre le temí porque no sentí que alguien fuera capas de
amarme dado a lo que soy, a la mierda que fui pero ¿Y si lo intentaba? ¿Y si realmente merecía ser feliz?

Los días fueron pasando rápido, con el tiempo me hacia sentir que me hundía en arenas movedizas y
mientras más trataba de escapar o negar el amor que sentía más me atrapaba y hundía en el.

-Oh dios ¡Lo estas haciendo de nuevo!, una voz  mi lado me recriminó y salte del susto.

-¿Hacer que? - pregunte dando una mordida a mi sándwich.

-Lo estas mirando Athenas, así no se conquista a un chico ¡Hazte la difícil! – Mía gruñio, se creía toda una casamentera a pesar de ser igual de
virgen que yo.

Mía no se despegaba de mi desde el día que le salve el culo del "Señor idiota" me juró lealtad y
amistad eterna o algo así, tuve que contarle lo de Héctor y en cambio ella me contó sobre una pequeña obsesión que tenía con acosar a Eidan,
según ella no estaba enamorada, que más bien la sensación de estar en peligro si la descubrían se
había convertido en un fetiche culposo.

Las cosas con Héctor no habían dado ni un paso más, después de la fiesta mi miedo nos alejó y las cosas se enfriaron, por lo menos lo que el llegó a sentir por mi pero eso Mía no me lo perdonó, ella estaba necia a que debía de comenzar a tratar de
acercarme a el pero sin parecer urgida.

¡Y yo no entendía nada!

-Si lo miras en cada segundo del día sin pudor alguno sólo lograrás que te tache de rara ¡Y mira que te lo dice la reina de los Stalkers!

Yo sólo gire los ojos, se que tenía razón pero no podía evitarlo.

De la nada un peso brusco se sentó
junto a nosotras y metió una mano
precipitadamente hasta las papas de Mía robándose un puñado.

-¡Sierra no seas puerca!- chillo Mía molesta.

-Leggsj venllóa cangttagrshd hunsg chismehabló - Sierra con la boca llena de papas.

-Ya te he dicho que pidas algo antes de tomarlo y que no hables con la boca llena-regañe a Sierra,
a veces olvidaba el hecho que era chica por su crudo comportamiento – No se te entiende lo que dices.

¡Le hice un amarre al chico equivocado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora