D I E Z Y S E I S

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¿Cómo hacer un amarre en casa?

—De verdad que no estoy segura de esto Tía Elia... —Dije mientras mi tía estaba tomando mis manos y meditando mientras veía la luna.

—Shuuts... Me estoy concentrando Athenas.– Me dijo mientras me ignoraba.

Lo pensé todo el día...  Si algo podía salir mal era que no funcionase, hasta donde sabia no estaba haciendo nada malo porque Héctor no tenía pareja, es decir no me estaba interponiendo en ninguna relación, tampoco le estaba haciendo un mal, al contrario yo lo cuidaría mucho y sería la mejor pareja del mundo. Me decidí en hacerlo.

De igual manera esto probablemente no funcione, la magia no existe y no pasará nada...
Bueno ojala si pasara.

En el suelo había un círculo de sal al rededor de nosotras, también había 3 velas rojas extendidas por el círculo.

La luna llena brillaba y la luz se asomaba por entre las cortinas.

Justo entre mi tía y yo había un trapo rojo, dentro estaba la foto que le había robado a Eidan, la había recortado para que sólo quedara Héctor. El trapo rojo estaba amarrado con un listón rojo que no dejaba que el trapo se destendiera.

—Ahora... Pon atención Athenas...
Vas a tomar el trapo y lo introducirás al muñequito —Me ordeno apuntando a un extraño muñeco vudú que había traído con ella— Mientras recitas las siguientes palabras...

“Llamó a la anciana, a la madre y a la hija... Para que escuchen las plegarias de mi corazón... Esta noche eh llorado tres lágrimas y todas se las doy... Lo único que deseo a cambio es a mi amado a mis pies... Que me ame a mi y me en diose a mi... Que su ultimo pensamiento en la noche sea yo y el primero en la mañana sea como hacerme feliz.”

— ¿Okey? , lo debes de repetir 3 veces, después te picas con el alfiler y lo clavas en su corazón, esto también 3 veces ósea serán 3 alfileres.—Me dijo mientras me daba el muñeco y los alfileres.

Tenía miedo lo admito, pero ya estábamos ahí y ya no había vuelta atrás, abecés cuando paras un conjuro a la mitad terminas desatando fuerzas que no conoces.
Todo esto lo sabía porque en mi infancia un tiempo mi tía trató de enseñarme pero Honey se interpuso... Talvez por eso siempre se llevaron mal ellas dos.

Comencé con el ritual. Lo repetimos 3 veces y procedí a tomar la foto  que le había robado a Eidan, lo recorte de tal forma que solo quedara Héctor en ella.
No pensé mucho, la tome y se la di a mi Tía, el otro lado lo lance a la cama sin verlo, me ponía de malas ver su cara.
— Llamó a la anciana... —Comencé a recitar mientras lentamente metía el papel al muñeco, por alguna razón algo me daba mala espina sobre la foto que estaba ahí pero no quería parar ahora.

Continúe hasta terminar de meter todo, de suturar (no olviden suturar chicxs o se les sale todo el relleno) y al final clavar cada alfiler en el corazón del muñeco.

Como película de terror en cuanto puse el muñeco en el suelo volvió a suceder uno de esos apagones.

Nos quedamos en completa oscuridad por excepción de la luz de las velas y la luna.

—¡Athenas! ¡La triple diosa te a escuchado! — Dijo mi tía súper emocionada.  Casi daba brincos de alegría — ¡Sabía que tenías el toque!

¡Le hice un amarre al chico equivocado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora