👻 ᙓSᑭᙓᙅIᗩᒪ ᕼᗩᒪᒪOᙎᙓᙓᑎ: KᗩᙏITᗩᑎI ᕼᗩYᗩTO 👻

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Por fin había llegado la fecha tan esperada. Halloween. La clase de 1-C de la Academia Morinomiya había organizado una actividad muy especial para esa noche, probablemente sonase muy cliché, irían a una casa antigua que escondía una terrible leyenda.

Todo el mundo estaba muy ilusionado con ir, los chicos más que las chicas, pues estos podrían tener una oportunidad de acercamiento y coquetear con ellas haciéndose los fuertes.

Acordaron que toda la clase se encontraría delante de aquella casa, que más que casa, era mansión. {T/N} observaba con atención la estructura de la edificación, había cierta belleza en aquel lugar, quizás lo habría disfrutado de buena manera si no la asustase el hecho de la leyenda. Se contaba que un fantasma rondaba por el lugar, una joven extranjera que había nacido con una extraña enfermedad, la no poder tener una vida como cualquier joven de su edad, se vio recluida en la casa bajo el cuidado de una servidumbre que la maltrataba y no la atendían debidamente, lo que ocasionó que la extranjera empeorase. Hasta la llegada de un muchacho en busca de trabajo, se decía que había sido un amor a primera vista y que era correspondido; el empleado y la joven se veían siempre que podían y hablaban de sus sueños de vivir juntos y formar una familia, el día que la pareja decidió fugarse, la servidumbre de la casa los retuvo y torturaron al muchacho delante de su amada, acabando con la vida de este, mientras que la chica fue encerrada en una de las habitaciones, viviendo el resto de sus días peor que cualquier otro que recordase. Ahora el fantasma de la chica vagaba en busca de su amado para encontrar por fin el descanso eterno.

Habría sido una bonita historia de amor de no ser por aquel trágico final.

— Bien, escojamos las parejas. –comunicó uno de sus compañeros, alzando su mano derecha donde se veían tiras de papel con números, lo que decidiría las parejas.

"No quiero hacer esto" pensó la joven de cabello {c/p} mientras cogía el papel y observaba el número. Tres.

— ¿Quién tiene el número 3? –preguntó alzando un poco la voz para encontrar a su compañero.

— Yo...

Se giró a la fuente de aquella voz que conocía tan bien, Kamitani era alto y atlético, su cabello se mantenía corto, pero no demasiado, y su expresión siempre era la misma; era uno de los chicos populares de la clase, en los día anteriores habían escuchado a muchas de sus compañeras desear que les tocase como pareja aquel muchacho que no parecía tenerle miedo a nada.

La prueba de valor dio comienzo, cada pareja debía esperar quince minutos para poder entrar después de la siguiente, no era divertido si iban todos juntos. El grupo de Kamitani y {T/N} fue el tercero en entrar. El gran recibidor era oscuro y se podía apreciar en los muebles una gran capa de polvo que indicaba que nadie había regresado a aquel lugar, incluso había cristales rotos por el suelo en algunas partes.

— Kamitani, ¿no tienes miedo? –preguntó la joven a su compañero mientras subían las grandes escaleras al primer piso, en su voz se podía notar el miedo.

— Claro que no, yo no creo en los fantasmas. –respondió este como si ella fuese estúpida por creer en fantasmas.

De momento no se habían encontrado con ninguna otra pareja, eso indicaba bastante del tamaño de aquel lugar. De repente, se escuchó un grito que rebotó en cada rincón del lugar, {T/N} se agarró al brazo de su acompañante por acto reflejo mientras soltaba un gritito y su cuerpo adquiría cierta tensión por el susto.

—Oe, tranquilízate, solo ha sido un grito. –aquello había sonado más a una queja que a un intento por reconfortarla.– Ya puedes soltarme.

— ¿Eh? –la chica miró a los ojos a su compañero, aun algo asustada, entonces se fijó que el brazo de él estaba aferrado contra su pecho con cierta fuerza.– L-Lo siento... –se sentía muy avergonzada como para volver a mirarle.

Gakuen Baby Sitter {One-shot}Where stories live. Discover now