Gakuen Baby Sitter {One-shot}

Pedidos: Kamitani Hayato

One-shot dedicado a Erikaloli

Espero que te guste.

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El nuevo curso comenzaba y todo el mundo ya había decidido los clubs a los que asistirían, por norma general siempre eran los que habían escogido el año anterior. Como era el caso de {T/N} que asistía tanto al club de arte como al de cocina, ambas cosas la apasionaban y siempre había querido aprender técnicas de dibujo nuevas o nuevas recetas y todas sus compañeras y compañeros le enseñaban algo nuevo que habían aprendido.

Pero aún así, había otra cosa que quería hacer; desde algún tiempo tenía la idea de apuntarse también al club de niñeras, pero no por las razones que cualquiera pensaría; sí, tal vez fuese divertido cuidar a los niños y jugar con ellos, pero en esta ocasión era para otra razón diferente.

Desde hacia un tiempo que estaba enamorada y, efectivamente, la persona en cuestión estaba en el club de niñeras. Era por esa razón que había decidido apuntarse a ese club para intentar un acercamiento con dicho chico, quizás así podría atreverse a confesar sus sentimientos si estaban en ese ambiente. Sin embargo, había un problema, la escuela no le permitía participar en tres clubs a la vez, así que tendría que renunciar a alguno y por eso estaba observando una hoja en la que había escrito "Pros y contras" de ambos clubs en los que estaba, no es que pudiese aprovechar mucho arte en la guardería y la cocina parecía más al gusto... podría preparar aperitivos para los niños y, posiblemente, proponer cocinar todos juntos.

— ¿Eh? {T/A}, ¿por qué dejar el club de arte a estas alturas? —preguntó el profesor a cargo del club cuando le llevo su papel de renuncia.— Tienes mucho talento y podrías llegar muy lejos.

La chica estaba algo incómoda por aquel comentario del sensei.

— Bueno, me gustaría probar algo nuevo, además siempre puedo seguir dibujando en mis ratos libres. —fue lo único que se le ocurrió mientras observaba algo nerviosa al adulto.

Ante tal respuesta, la conversación terminó con una oferta para la muchacha de que si necesitaba algún consejo, siempre podía acudir a sus senpai o al maestro encargado.

Ese mismo día también presentó su solicitud para entrar al club de niñeras y, con el final de las clases, se dirigió al lugar en el que estaba la guardería. El alboroto se escuchaba desde la puerta, parecía un lugar bastante animado. Se asomó un poco por la puerta para ver a todos los niños correteando o jugando, tres estaban subidos encima del chico que fingía ser derrotado por los pequeños.

— Taka-kun, con cuidado, puedes hacerte daño... —advertía el chico y luego notó a la chica en la puerta.

Por algún motivo, {T/N} se había escondido de la mirada castaña del joven; estaba tan ilusionada por poder acercarse un poco a su persona especial que se le había olvidado su timidez... ahora no se sentía capaz de...

— Ah, tú debes de ser la nueva miembro del club, ¿verdad?

— ¡Aaah! —exclamó la  chica al escuchar aquella voz a su izquierda.

A su lado había un adulto con el pelo rosado atado a una pequeña cola de caballo y su expresión dejaba en claro que lo único que quería hacer era echarse una buena siesta.