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Lunes 29 de octubre del 2018 Busan, Corea del Sur.

Jungkook llevaba sus labios hasta la piel blanquecina del cuello de Jimin, saboreando y mordiendo cada centímetro mientras le penetraba con fuerza.

—¡A-ah, Kookie! —gimió Jimin llevando sus temblorosas manos hasta el cabello castaño de su novio, entrelazando sus dedos en él, buscando de forma desesperada un soporte ante el maravilloso placer que estaba sintiendo.

Jungkook acarició los muslos de Jimin con delicadeza y aumentó la velocidad de sus embestidas.
Los ruidosos gemidos del pelirosa hacían que tuviese más ganas de follarle más fuerte y besarle, y eso hizo. Calló a su novio con sus labios en un beso íntimo y profundo, asegurándose de probar cada centímetro de su boca de manera ansiosa.

Llevó una de sus manos a la masculinidad del pelirosa comenzando a masturbarle al mismo tiempo que cambiaba el ritmo de sus caderas moviéndolas aún más rápido sin parar. Jimin rompió su intenso beso para gemir y rasguñar la espalda del castaño.

—Jungkook —gimió con la frente completamente empapada de sudor
—¡N-no pares, estoy cerca!

Jungkook jadeó agudamente, sintiéndose de la misma forma que su pareja y negando a parar.

—Te deseo, no sabes cuánto —susurró en el oído del contrario, mordiendo y chupando su lóbulo.

Jimin gimoteó y llevó sus manos al trasero de Jungkook, insitándolo a ir más rápido. El castaño lo hizo, y a los segundos sintió que ya llegaba a su limite y por las expresiones faciales de su novio, supo que él también.

Arrastró sus labios hasta la clavícula derecha del pelirosa y formó sus labios en forma de "o", comenzando a succionar y concentrándose en hacerle una gran marca, al terminarla lamió y mordió suavemente aquella zona lo que fue demasiado para Jimin quién se corrió con fuerza en un fuerte gemido, mordiendo el hombro del castaño. Este último por su parte, embistió unas tres veces hasta que se liberó también en un ronco gemido dentro de su novio para caer exhausto encima suyo.

La habitación en la que estaban quedó totalmente en silencio a excepción de las respiraciones pesadas y jadeos de cada uno.

—Ah, eso fue increíble —murmuró Jungkook sobre la piel de su novio.

Jimin asintió con la cabeza sin responder, cerrando sus ojos y dejando caer sus brazos en la cama.
Jungkook salió lentamente de su interior, los restos de semen bajando por sus muslos le hicieron estremecer.

El más alto se sentó en la cama, tomando sus boxers y colocándoselos.
Revolvió su cabello rebelde y volteó para ver a Jimin quién se había cubierto con las sábanas y tenía sus ojos cerrados.

Jungkook se inclinó hacia él y beso una de sus abultadas mejillas.

—Amor, no te duermas —pidió y besó la mejilla contraria— Aún nos queda tiempo, despierta —dicho esto llenó de besos toda la cara del pelirosa.

—Mgh~ —gruñó Jimin, frunciendo adorablemente el ceño.

Jungkook rió por lo bajo, negando con la cabeza, después, se subió a la cama y se dejó caer como peso muerto encima del cuerpo de Jimin.

—¡Ahg, Jungkook! —reclamó el pelirosa en voz alta, despertando al instante— ¡Quítate, pesas mucho! —se quejó intentando con sus pequeñas manos apartar el cuerpo del castaño.

Jungkook soltó una carcajadas.

—No —sonrió, queriendo molestar más a Jimin pues amaba verlo enfadado —en ese sentido, claro—.
Jimin gritó y sacó de todas sus fuerzas para levantar a su novio y tirarlo al piso.

Mondays ❀ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora