016.

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Finalmente su vuelo aterrizó a salvo y sin ningún problema, al bajar del avión, se despidió de Dowoon y le agradeció con algo de pena el haberle consolado durante todo el camino.

Cuando quedó solo, soltó un largo suspiro al pensar que ahora estaba a kilómetros de distancia de Jungkook.
Entonces recordó que le había dicho que le llamaría en cuánto llegara a Busan, así que sacó su móvil y marcó su número con el corazón doliéndole, solo habían pasado dos horas y ya le extrañaba horriblemente.

—¿Jimin? —la voz apagada de Jungkook se escuchó en la otra línea.

Jimin sintió su corazón aliviado al escuchar nuevamente su voz.

—Jungkook... —suspiró— Ya estoy aquí...

Me alegro que hayas llegado bien... —resopló— Ya te extraño...

—Yo también te extraño, pero no te preocupes volveré pronto y podremos estar juntos de nuevo... Lo siento mucho por esto...

Deja de disculparte, amor.

—Siento que debo hacerlo, esto es tan injusto para ti... Soy el peor... —susurró para si mismo eso último.

—Jimin... —advirtió Jeon.

Ya debo irme —informó el pelirosa observando cómo su taxi se acercaba.

Te amo, vuelve pronto...

—Yo mucho más, nos vemos —se despidió tristemente.

—Adiós...

Ambos colgaron la llamada al mismo tiempo, y sin saberlo suspiraron tristemente a la vez. Jimin tomó el taxi, despejando los pensamientos tristes de su cabeza para prepararse mentalmente para el interrogatorio que sus padres le harían. Repasó nuevamente el plan: según tenía entendido, sus padres llegarían en la tarde, dentro de poco, el camino hasta la casa de su abuela no era tan largo así que llegaría a tiempo para acomodarse y ordenar su habitación para que pareciera como si realmente hubiese estado viviendo allí.

Sin embargo, cuando llegó a la casa y tocó la puerta junto a sus dos maletas, Jimin no se esperaba ver el rostro enojado de su padre al abrirle la puerta. E inmediatamente palideció, detrás de él estaba su madre con los brazos cruzados y su abuela con expresión arrepentida sentada en el sillón.

¿Qué demonios?

Abrió su boca sorprendido para decir algo, pero nada salió de sus labios.

—Jimin, ¿Nos puedes explicar a mí y a tú madre porqué carajos estabas en Seúl?

Oh, mierda.

—A-ah... Yo... —titubeó impactado mirando de reojo a su abuela la cuál mantenía la cabeza gacha.

Jimin sintió su corazón encogerse, ¿Acaso le había delatado? Un sentimiento de traición y dolor se apoderó de él al instante. ¿Qué tanto les había dicho su abuela? Ahora mismo sentía miedo, mucho miedo.

—Deja que entre —dijo su madre a su padre con la misma expresión seria que él.

El hombre asintió y se hizo a un lado para que el cuerpo débil y shockeado de Jimin entrara a la casa. Y así lo hizo, como pudo se introdujo mordiendo su labio inferior al sentir las intensas miradas de sus progenitores.

—¿Y bien? —insistió su padre, colocando los brazos en jarra
—¿Porqué te fuiste?

Jimin tomó aire antes de comenzar a hablar, sus manos temblaban y le impedían concentrarse.

Mondays ❀ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora