Capitulo 5

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Una boda.

Un matrimonio de verdad.

De ser casi despedida a estar escuchando una propuesta de matrimonio del mismo hombre en menos de 12 horas, esa situación es impactante para cualquiera.

— ¿Casarnos... de verdad? — le pregunté con un hilo de voz, necesitaba estar segura de lo que creo haber escuchado.

— Escúchame Oriana— me dijo totalmente serio— te estoy ofreciendo un matrimonio de conveniencia. Quiero aclarar esto. Después de casarnos esperaremos un año para divorciarnos, de esta manera tendremos la custodia de la niña de forma conjunta y te la cederé en su totalidad durante el divorcio.

Un año de matrimonio.

Esto es increíble, no sabía que pensar, al ver todo en perspectiva él... tiene razón, pero ¿casarnos?

— Yo... no creo que tengamos que ser tan extremistas.

— No seríamos extremistas— me refutó.

—Claro que sí ¡Por Dios!, el matrimonio no es algo que se pueda hacer y deshacer cuando uno quiera; es algo... sagrado entre dos personas que quieren compartir su vida; y sí, dime anticuada, pero eso es lo que pienso— le dije alterada, Dios mío, está hablando de casarnos como si fuera un simple contrato laboral.

— Me impresiona que poseas una idea anticuada sobre el matrimonio con los tiempos que corren— me dijo mientras arremangaba las mangas de su camisa en sus antebrazos y se recostaba en el sofá.

—Escúchame Oriana, necesitas mi ayuda y yo te la puedo brindar, pero con cierto beneficio; tú misma dijiste que harías lo que fuera por tu hija, así que dime ¿Qué es un año de farsa en comparación a la vida que compartirán ustedes cuando todo termine? — Me dijo mientras apoyaba sus codos en sus rodillas.

Todo esto me sobrepasa, no sé qué hacer; si acepto de aquí a un año estaré con mi hija feliz muy lejos de aquí, pero si no acepto puede ser que pierda mi única oportunidad para asegurar la adopción de Mía.

—Necesito pensar, yo...iré por agua— me levanté con rumbo a la cocina; necesitaba poner distancia con ese hombre.

La palabra matrimonio se había quedado atorada en mi cerebro.

Una vez en la cocina saqué un vaso y lo llené con agua helada.

Necesitaba despejar mi mente; no lo puedo creer, de aceptar esa propuesta... pasaría de ser una simple diseñadora a la esposa de uno de los empresarios más poderosos del país.

Estoy consciente de que los medios nunca nos dejarán en paz y no quiero que Mía pase por eso, pero es la única forma. Si no acepto...podría perder a Mía, el señor Dybala podría acusarme por difamación y ese seria el final de todo. El estado jamás me cedería la custodia de mi pequeña.

Estoy apoyada en la encimera mirando mi vaso a la mitad, razonando mi respuesta; cuando siento unos pasos en la puerta; levanto la vista y ahí está Paulo.

Mirándome.

Su rostro se encuentra tan serio que no puedo imaginarme que podría estar pensando.

— ¿Entonces? ¿Qué me dices?

Ahora o nunca, Oriana.

— Creo que tiene razón señor Dybala, una boda sería la solución más rápida, pero ¿cómo lo manejaríamos?, me refiero a que sí tendría que trabajar en otro lugar o ¿dónde viviríamos... — pero las demás preguntas murieron en mi boca al ver como se acercaba a mí y colocaba sus manos a cada lado de mi cadera enjaulándome en sus brazos, nuestros cuerpos no se tocaban, pero sentía el calor irradiar del suyo.

Casada con mi jefe | Dybatini - TERMINADAWhere stories live. Discover now