Capitulo 30

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Paulo y Oriana habían colocado las cosas de la cesta alrededor de ellos y se habían sentado en el suelo junto a Mía sobre una manta, Maria había guardado todo lo necesario.

—Siempre que me sentía triste venía acá. El hablar con mi madre siempre me animaba. Era de cierta forma liberador— confesó Paulo.

—Te entiendo, es así como me siento cuando dibujo. Mis creaciones dependen de mis emociones.

— ¿Sabes? Me hubiera encantado que la conocieras. Se habrían llevado tan bien...— dijo con una sonrisa negando con la cabeza.

— ¿Qué?— pregunto riendo al ver su gesto.

—Nada, solo que de cierta forma me recuerdas a ella, eres igual de testaruda; mi madre era increíble cando algo se le metía en la cabeza, pero era tan amorosa y dedicada...

Oriana sintió esa emoción ya conocida atorársele en la garganta.

—Yo sé que ella estaría muy orgullosa del hombre en que te has convertido— aseguro tomándolo de la mano.

La mañana la pasaron hablando sobre la madre de Paulo, Oriana se sentía feliz de conocer más a su esposo.

— ¿Sabes? Ya tome la decisión— le dijo Oriana cuando iban de regreso a la mansión— aceptare la invitación y pondré lo mejor de mí para lograr arreglar las cosas con mi familia.

Paulo sonrió ante la alegría de su esposa, solo esperaba que su familia no la defraudara una vez más.

El lunes todo el personal recibió con buenos ojos a los nuevos empleados, nadie sabía que Lizardo era hermano de Oriana ya que solo Clara y los directivos fueron invitados a la boda.

Oriana estaba trabajando en el momento que alguien toca su puerta.

—Adelante— exclamo para luego ver a su hermano entrar a la oficina.

— ¡Wow! ¿Esta es tu oficina?—Le dijo Lizardo impresionado; él sabía que la oficina de su hermana sería algo grande pero no espero que tuviera moldes a escala de los escaparate.

La ventana detrás de su escritorio daba una vista impresionante de la ciudad, la mayoría de personas sueñan con una oficina así.

Oriana río ante su reacción.

—Mejor dime, ¿Qué tal el primer día?— le pregunto.

—La verdad está siendo algo increíble; el apoyo que nos está brindando la empresa es asombroso, creo que ni en diez vidas podre agradecerle a Paulo todo esto.

Ambos se sentaron en el sofá de la oficina.

—Sabes que Paulo lo hace de buen corazón— le contestó con una sonrisa boba en su cara.

—Lo amas mucho ¿verdad?—pregunto Lizardo al ver su cara.

—Demasiado, Paulo es todo lo que soñé y aún más. No te mentiré, no somos la pareja perfecta, a veces discutimos por tonterías pero tratamos de hacer lo mejor que podemos.

Aseguro sonriendo.

—Me alegro de verte así enana, te mereces ser feliz. — dijo abrazándola.

—Señora, necesitó su firm....— Miranda se quedó a medio camino al entrar a la oficina de Oriana y verla abrazada con uno de los nuevos.

—Debes de tocar la puerta Miranda— le recrimino Oriana parándose y tomando los documentos.

—No volverá a ocurrir, señora Dybala — dijo Miranda con una sonrisa falsa, estaba enojada, hoy cuando llegaron los nuevos, dos de ellos llamaron su atención, Tyler y Lizardo.

Casada con mi jefe | Dybatini - TERMINADAWhere stories live. Discover now