Casada con mi jefe | Dybatini - TERMINADA

Epilogo

"Nuestro tirano favorito se convirtió en padre el día de ayer en horas de la madrugada. La diseñadora, Oriana Dybala dio a luz a un hermoso varón de dos kilos y medio.

La familia Morrison está feliz por la llegada de su segundo nieto y el primer varón; nuestros mejores deseos con la familia Dybala y allegados"

Este era el artículo del New York Times el 11 de enero, un día después del nacimiento del pequeño Adolfo, hace aproximadamente cinco meses.

Todo se encontraban felices por la llegada del bebé; cuando les dijeron el nombre que habían decidido Oriana podría jurar haber visto lágrimas en los ojos de su suegro.

En ese momento se encontraba con Paulo en Rosario; habían ido a visitar ese fin de semana a sus padres.

A pesar de todos los problemas, la familia de Oriana lo sigue intentando y ella trata de ayudar.

Estaba con Maria sentada en una de las bancas del parque cerca de su casa, mientras observaban a Mía que ya tiene dos años, jugar en la caja de arena. Oriana se sentía feliz, su hija cada día era más hermosa y su hijo el cual tenía en brazos era idéntico a su padre.

Sus ojos verdes, su cabello y hasta su cara; era una mini copia de Paulo.

Ella estaba acariciando a su hijo cuando noto a una mujer caminar cerca de donde ellas; posiblemente no le hubiera prestado atención a no ser que Oriana noto su forma de mirar a Mía.

Su madre le había dicho que había hablado con el señor Gatti; al parecer su esposa había caído en depresión después de que Camila les notificara su embarazo, y luego de eso se fueron del pueblo por un tiempo.

Pero su muerte la dejo devastada, ella culpa a Mía por perder a su hija y por ese motivo no la acepto y la negó en su momento.

Pero cuando observo las fotos que Antonella le mando, ella deseaba tener a la niña como la hija que perdió.

A pesar de haber perdido el juicio, Clarisa trato de ponerse en contacto con la niña a escondidas de Oriana, mientras la pequeña Mía se encontraba jugando, ella se le acercaba, pero nadie sabía cuáles eran sus intenciones así que Paulo mando levantar una petición de alejamiento en contra de Clarisa Gatti.

Por suerte, no pasaban mucho tiempo en Rosarii, ya que ellos vivían en New York.

Oriana le pidió a Maria que cuidara de Adolfo mientras ella hablaba con la mujer.

—Sabes que tienes prohibido estar cerca de mi hija— le dijo Oriana a Clarisa.

—Se parece a ella— dijo la mujer únicamente — sino fuera por ella, mi hija seguiría aquí.

—Si Camila estuviera viva, jamás te perdonaría el haberte negado a brindarle un hogar a su hija. Tu nieta por cierto.

—Lastimosamente jamás la podré ver con una nieta — suspiro —cuídala.

Con eso la mujer se dio la vuelta y se alejó, Oriana se sintió un poco tranquila, no dejaría que nada le pase a su hija.

Al volver a la Villa, hablo con Paulo sobre lo sucedido y el la tranquilizo.

—Nada ocurrirá amor— le decía Paulo.

—Lo sé, es solo que me preocupo.

—Te entiendo, pero no tienes por qué, nadie se atrevería a tocarnos en este pueblo.

Todos en el pueblo sabían ahora quienes era los Dybala; al parecer en regreso de Oriana fue noticia; y no hubo persona que no estuviera impresionada con su nueva vida.

Muchos ex compañeros de ella trataron de entablar una amistad por conveniencia pero Oriana sabía que no eran personas sinceras así que los alejo.

Pero definitivamente todo el pueblo de Rosario se quedó impresionado con la boda de los Dybala, los invitados fueron alojados en hoteles aledaños y la ceremonia contó con un montaje en vídeo y tres revistas cubriendo el evento.

Ella sabía que estaba mal, pero disfruto el ver expresiones de envidia de muchas de las personas que no la valoraron, otras envidiaban a su esposo y su hermosa boda, Edith se lució en cada detalle, y esta vez no llegaron visitas indeseadas.

Paulo no dejó que Oriana bailara con algunos tipos que la observaban demasiado, el confía en ella pero no en ellos.

Para ese entonces Oriana estaba embarazada de cuatro meses, su vientre se encontraba un poco abultado.

El recuerdo de su boda la coloca nostálgica, y una sonrisa se extiende por su rostro; ella se encontraba sentada en el regazo de Paulo; ahí en la villa.

Su cara se tornó roja al recordar su segunda noche de bodas.

—Mmm...¿En qué estás pensando? — le dijo Paulo notando su rostro.

Oriana simplemente se encogió de hombros y le dijo. —En cuanto te amo cariño— explico dando le un corto beso.

Pero él no se conformaría con eso y la beso más profundamente.

—Te amo tanto— dijo Oriana

—Tanto como yo a usted señora Dybala.

Fin

ESTOY LLORANDO LITERAL😭😭, NO PUEDO CREER LO RÁPIDO QUE PASO EL TIEMPO Y ESTÁ HISTORIA YA ACABÓ.
ESPERO LES HAYA GUSTADO MUCHO Y MUCHAS GRACIAS POR SIEMPRE HABER ESTADO AHÍ PENDIENTES DE LA HISTORIA, LOS AMO DEMASIADO. ESPERO LA HISTORIA PUEDA LLEGAR A MÁS PERSONAS Y ASÍ SIGA CRECIENDO.
NUEVAMENTE LES DIGO MUCHAS GRACIAS POR TODO.
EN UNOS DÍAS LES AVISARE CUANDO ESTARÉ PUBLICANDO OTRA NOVELA DYBATINI. ❤️❤️

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