El Sultanato de Mustafa el cruel©

capítulo 1

Narra Dilaşud

Después del fallecimiento de la sultana Atike el Palacio se fundio en una gran tristeza, ahora me tocaba apoyar más que nunca al sultán. Los Şehzades hermanos de Ahmed que aún quedaban vivos  agarraron sus cosas y se fueron a vivir lejos con la promesa de siempre mantenerse en contacto, las hermanas del sultán tiempo después  se fueron del Palacio junto a sus hijos, Dilruba y Handan seguían aquí con sus hijos.

Años atrás.

Narra şehzade mustafa

El Palacio estaba triste, mi tía la sultana Esmehan se había suicidado, mi madre la sultana Dilaşud me había dicho que fue por amor, pero yo la escuché hablar con una de sus criadas y decirle que había alguien más atrás de eso cosa que me encargaría de averiguar para hacerle pagar por todo.

Tiempo después murió mi tío el şehzade Kasim, otro que no tocaria el trono jamás, solo escuche los gritos de mi abuela, había alguien detrás de todo eso, también me encargaría de hacerlo pagar.

Paso el tiempo y las Sultanas, Hümaşah y Handan estaban esperando un hijo de mi padre, ambas los perdieron, mi madre sufrió por ambas apesar de que eran su competencia, también haría pagar al culpable.

Años pasaron y Seguia habiendo luto en el Palacio, comprendi que vivir aquí solo dolor, maldad y tristeza atraía este gran Palacio, prometí ser un sultán justo, no se si lo cumpliré, solo se que llevaré al imperio a la gloria máxima.

Presente...

- vamos  Mustafa , tenemos que ir con tu padre

- para que madre? No quiero ver  a nadie llorar por la muerte de mi abuela

- a todos nos duele hijo, pero se que la amabas y tienes que ir  por eso,  tienes que estar al lado de tu padre

- esta bien- suspiró  viendo los tristes ojos  de su madre

Los fieles sirvientes de la valide, llevaban en sus hombros el cuerpo de la que una vez fue la luz de ese Palacio, sus criadas más fieles lloraban sin consuelo al ver a la persona más buena que les pudo haber tocado irse de este mundo, ahora ellas eran libres pero en su mente quedaba el recuerdo de una gran mujer.

Sus hijas estaban sin consuelo, viendo como su madre se iba, todas eran bien unidas a ella, y lo que las unía ya no estaba en este mundo, cada uno tomo su camino y se fue a vivir lejos.

Años pasaron de esos días tristes, el sultán tenía una nueva ley, la ley que cambiaría el futuro del imperio.

Se lee así.

Cada şehzade que este vivo durante el sultanato de su hermano tiene tres opciones, firma un acuerdo en el que el deja de ser candidato al trono y ser libre, gobierna una provincia sin derecho al trono y a conspirar contra el actual sultán o muere por traición.

Cada  şehzade vivo firmó el acuerdo con la condición de renunciar para siempre al trono.