capítulo 18

651 43 8
                                    

Hoşyar gritaba en sus aposentos, diez aprendises y la partera estaban con ella, gritos y más gritós se oyeron.

—¿Por que no sale?—Gritó pujando y el llanto del bebé se escucho — ¿Que fue?

—Una hermosa niña sultana— Hoşyar sonrió feliz y la valide junto a Mustafa ingresaron

—Allah me ha hecho muy feliz — dijo Dilaşud

—Allah es grande, Allah nos ha bendecido, tu nombre es Safiye, tu nombre es Safiye, tu nombre es Safiye— susurró y hicieron todo el ritual De nombramiento — que tiren tres cañonazos que todos sepan que ha nacido mi pequeña sultana Safiye










—Allah es grande, Allah nos ha bendecido, tu nombre es Safiye, tu nombre es Safiye, tu nombre es Safiye— susurró y hicieron todo el ritual De nombramiento — que tiren tres cañonazos que todos sepan que ha nacido mi pequeña sultana Safiye

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Hija, ¿que te trae por aquí?

—kemankeş agha le ha estado diciendo cosas a Mustafa— Mihrimah miró a su madre

—¿Que cosas?

—Sobre traer a mis hermanos a la capital y mantenerlos cerca por si alguno intenta revelarse

—¿Dónde escuchaste eso?— la miró

—Iba a verlo, me dijeron que estaban en el balcón, el agha le decía eso a su majestad y el asentía, no quiero que Orhan y Mehmet resulten heridos

—Que cosas dices Mihrimah, tu hermano sería incapaz de tocar a sus hermanos— le reprendió — Ve a tus aposentos y olvida eso








—Sigue preguntando y me dices— Mustafa caminaba tranquilo en el bazar hasta que unos gritos lo interrumpieron —¿Qué pasa ahí?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Sigue preguntando y me dices— Mustafa caminaba tranquilo en el bazar hasta que unos gritos lo interrumpieron —¿Qué pasa ahí?

—Esclavas están siendo  vendidas—  dijo Kemankeş agha y el sultán a lo lejos miró un grupo de mujeres todas golpeadas y sucias

—Compra a aquéllas — señalo con la cabeza— que mi madre se encargue de ellas y vamos ya al Palacio — el agha asintió y se dirigió al vendedor para luego llevar a las mujeres a un carruaje








—Madre sultana, su majestad ha comprado a unas mujeres en el bazar hoy, y quiere que usted se haga cargo de ellas— Zeynep kalfa la miró

—tenemos doscientas aquí y el trae más — suspiró poniéndose de pié para luego salir— ¿se ven sanas por lo menos?

—A juzgar por cómo lucen, no han de haber probado comida de verdad hace mucho

—Tengo que prohibir que un vendedor las golpee, son tan idiotas, dile a mi hijo que lo quiero ver Haci agha

—Cómo ordene— llegaron y vieron a las quince mujeres — Atención Valide Saliha Dilaşud sultán Hazretleri — todas hicieron reverencia

—¿Así que ustedes son?— las miró y sintió pena— Ya estan a salvo, Meleki kalfa las llevara a los baños y luego una medica las revisará, comerán y dormiran, mañana comenzarán sus estudios y su trabajo, Meleki confió en que estarán bien

—Lo estará sultana — su amiga hizo reverencia y la sultana se fue

—¿y quién es ella?— dijo una morena

—Es la valide sultán, es la madre de nuestro sultán, ella manda en el harén, tiene quince hijos y hijas los cuales tienen que hacerles reverencia, tres hijos adoptivos y dos Sultanas más a las cuales también tienen que hacerles reverencia al igual que a las hijas de ambas

—¿Ellas también son valides?— dijo otra morena

—No, fueron consortes del fallecido sultán Ahmed, madre de tres sultanas, había otras dos consortes pero ambas murieron.

—Son muchos hijos— dijo una rubia

—Lo son, así son las reglas aquí o te conviertes en sultana y le das un bebé a la dinastía o pasas toda tu vida siendo una esclava — Zeynep kalfa las miró

—El sultan tiene dos consortes y cómo cinco favoritas, a las dos consortes tienen que llamarlas Sultanas, ambas le dieron hijos a la dinastía

—¿El sultán puede recibir a más mujeres?

—Claro, si tienen suerte y quedan embarazadas tendrán el mundo a sus pies— dijo Meleki— ahora vamos a los baños

Ya en los baños las medicas las revisaron y bañaron para que estuvieran presentables para la valide y sus hijas.

—¿Tu nombre?— dijo Melike anotandola

—Rebeca — dijo la morena

—El tuyo

—Rasha — suspiró la otra morena



— Rocío puedes venir — dijo Dilaşud

—Si mi sultana

—quiero que Melike y Meleki traigan a las nuevas aquí, Mih necesita una nueva acompañante, y quiero que las concubinas mayores vengan con zeynep, Mustafa aprobó su libertad

—Claro mi sultana — hizo reverencia

—Sabes, pronto verás a mi hijo y me traeras noticias

—¿Lo cree?

—Si, veo en ti, algo que no veo en Hoşyar o Rukiye

—Gracias sultana — sonrió  y salió de ahí










El Sultanato de Mustafa el cruel© Where stories live. Discover now