Prólogo

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Todo era tranquilidad en el gremio más ruidoso del mundo, aquel día estaba lloviendo a cantaros y nadie tenía ganas de salir con ese tiempo, al principio miraron a Juvia pero vieron que era feliz junto a Gray quien aquel día no puso impedimentos a la joven al ver aquel temporal. Erza disfrutaba leyendo una revista mientras comía pequeños pedazos de su pastel de forma alegre, sin que nadie la molestase.

Entonces entro una persona por la puerta completamente encapuchada, llevaba un chubasquero por el temporal, se quito poco a poco y dejo ver una larga melena. Cuando se quito el resto pudieron ver un uniforme blanco y una espada en su cintura, era Kagura.

  — Kagura— dijo Erza al verla y dejando allí su pastel se acercó hasta ella para saludar y darle un abrazo.

— One-chan— susurro ella sonrojada.

— ¿A que debemos tu visita en un día tan lluvioso?— le acompaño a sentarse con ella.

Se sentaron juntas ante la mirada de todo el gremio que no perdía detalle.

— Resulta que tengo que hacer una misión peligrosa y solo puede acompañarme alguien de este gremio, ordenes del Consejo, es...Natsu— aquello sorprendió a todos, especialmente a la pelirroja.

— Natsu aún no ha venido pero no creo que tarde— ella tomo un trozo con el tenedor y le dio de comer a la joven.

— Ya veo...esperare aquí si no te importa— ella dejo la espada apoyada en la pared y el chubasquero en un lado para no molestar.

Ambas se pusieron a charlar mientras esperaban a que Natsu llegase, aquel día estaba siendo tan horrible que incluso el mago se retrasaba en llegar. Cana se acercó un poco borracha y coloco su mano en la joven.

— ¿Como es que no admitís hombres en vuestro gremio?, ¿acaso no sabéis que pueden hacer...eso?— la joven cayo desmayada al suelo con un pequeño barril en la mano.

Mira se acercó y se llevo a la joven que estaba durmiendo con una sonrisa en su cara, por suerte ya estaba acostumbrada a recogerla del suelo.

— Ya he vuelto— grito una voz desde la entrada, sin duda era Natsu.

Entro y se quito como pudo el agua de la ropa y del pelo, lo movió de manera tan agitada que salpicó a Gray.

— Oye cabeza vela ten más cuidado cuando te seques ese pelo de chicle— dijo enfadado limpiando sus gotas.

— ¿Qué has dicho cabronazo?— pregunto chocando su cabeza con la de este.

— Chicos por favor tenemos visita— al escucharlo Natsu se giro y pudo ver que se trataba de Kagura.

— Hola, ¿tu eres Kagura cierto?— pregunto una vez estaba cerca.

— El consejo me ha enviado para hacer una misión contigo— saco un papel mostrando la orden, sin duda era del consejo debido a que estaba firmado y llevaba el sello.

— Bueno, pues en marcha...¡estoy encendido!— choca sus puños mientras libera unas pequeñas llamas.

— Que quede esto claro Natsu Dragneel, obedecerás todas mis ordenes, no pienso dejar que destruyas todo a tu paso y nos pongas en peligro, puede que...One-chan sea blanda...pero yo desde luego no— lo último lo dijo algo roja debido a que estaba cerca de la pelirroja y la llamaba así.

Aquello no gusto demasiado al joven.

— Soy Natsu Dragneel, puedo derrotar a cualquiera y si alguien se interpone en mi camino lo destruiré— se notaba la seriedad en su mirada.

— Solo trata de no ocasionarme problemas— ambos se miraron fijamente, se podía notar la tensión en el ambiente.

— ¿Qué tal si esperáis a que deje de llover?— pregunto Erza tratando de calmar los ánimos.

Ambos se dieron la vuelta dejando de ver al otro, Natsu se marcho a la barra a comer algo mientras cesaba la lluvia, Erza trataba de tranquilizar a la joven que no podía contradecir a la que consideraba su hermana.

— Es un poco irresponsable pero no es mal chico, nos ha salvado muchas veces la vida— Kagura estaba callada sin decir nada.

— Esta bien, espero terminar pronto esta misión— ella tomo un sorbo de su taza que había pedido antes.

El tiempo empezó a mejorar al cabo de un buen rato, los rayos del sol poco a poco iban iluminando el lugar mientras que Fairy Tail se veía más iluminado por dentro. 

— Bueno, pongámonos en marcha— se bebió lo que quedaba de su taza y se levanto.

— Muy bien— Natsu parecía entusiasmado con la misión, agarro su mochila y la espero en la entrada.

— Suerte Kagura, ten mucho cuidado— comento Erza con su sonrisa.

Ella solo asintió, tomo sus cosas y se marcho hasta la puerta donde le esperaba el mago de brazos cruzados. Luego salieron por la puerta ante la mirada de todo el gremio que pensaba que aquello no acabaría demasiado bien porque Natsu probablemente se cargaría todo y sacaría de quicio a la pobre Kagura.

— Natsu cuida de Kagura— pensaba la pelirroja algo preocupada.

Continuara.

Este es mi primer fic de esta pareja, espero que les vaya enganchando la historia y les acabe de gustar tanto como una cofdrogacof.

Quiero avisar de que a diferencia de los Narza y Navia escritos, quiero tardar un poco más en hacerlos pareja, que poco a poco vayan sintiendo cosas y que tengan sus inseguridades. Tratare de cuidar los detalles así que...deseadme suerte xD.

En el próximo, Capítulo 1: Rumbo a la nueva aventura. 

Sirena enamorada (Natsu x Kagura)Where stories live. Discover now