Sirena enamorada (Natsu x Kagura)

Capítulo Final

Desde la marcha de Natsu el gremio vivía momentos de tranquilidad y paz, nada destruido salvo algunas mesas por las típicas peleas internas que no iban a mas gracias a Erza. Aquel día parecía ser igual de relajado pero la puerta se abrió y una voz se escucho.

—Hola a todos—saludo el mago.

Era Natsu acompañado de Kagura, parecían estar mas morenos debido a aquellos días de vacaciones. Llevaban muchos regalos ya que se habían acordado de todos ellos así que los recibieron con los brazos abiertos. La pelirroja tomo a su hermana y la arrastro a un lado mas reservado mientras el mago repartía los souvenirs.

—Toma cabeza hielo—dijo dándole uno a él.

—Gracias cabeza llama—estaba feliz por recibir un regalo.

—Juvia también hace regalos a Gray-sama y nunca los acepta—lloraba la pobre en un rincón.

Gray al abrirlo pudo ver a un muñeco en calzoncillos y orgulloso de ser un exhibicionista.

—¡Natsu!—bramo enojado antes de lanzarse  a por él mientras este se carcajeaba de la cara que había puesto.

Por otro lado Kagura estaba con Erza, la pelirroja mostraba un rubor en su cara mientras ella le contaba todo lo sucedido.

—Entonces...estáis saliendo...me...me alegro por vosotros—dijo dando un par de palmadas fuertes a la pobre.

—Si...bueno...hemos dado un gran paso también—dijo cubriendo su rostro con las manos por la vergüenza.

Erza se puso completamente rojo.

—Me alegro mucho—tartamudeaba mientras salía humo de sus orejas.

Hicieron una gran y multitudinaria fiesta para darles la bienvenida como se merecía. Natsu charlaba alegremente con Lucy mientras bebían, Gajeel, Erza y algunos mas trataban de derrotar a Kana bebiendo, algo que nadie había logrado hasta ahora.

El maestro Makarov no estaba para beber demasiado alcohol, desde hace un tiempo prefería disfrutar viendo a los jóvenes cantar, reír, bailar y disfrutar alegremente. 

—Juvia quiere que Gray-sama beba de su esencia—dijo levantando el brazo mientras chorreaba una gran cantidad de agua.

—¡No pienso beber eso!—grito asustado.

Natsu miraba de reojo a Kagura charlar alegremente con Erza y no pudo evitar sonreír, ahora estaba con aquella mujer la cual fue rival de su compañera para después pasar a ser una gran aliada. Pero ahora es algo mas, una mujer que le acompañara el resto de su vida, solo había sitio para ella.

—Natsu, ¿pasa algo?—pregunto Lucy al verle tan distraído.

—Nada, no es nada—mintió el chico antes de volver a beber.

Mirajane observaba todo con su habitual sonrisa, examinando sus rostros sabiendo que algo había pasado, ella tenía un sexto sentido para aquellas cosas.

—Erza, ven a ayudarme—dijo Laxus cargando algunos barriles mas de alcochol.

—Voy—le dijo a Kagura que ahora volvía.

Kagura miraba el lugar, era tal como le había dicho Natsu, tan alegre, tan diferente...entendía cuando decían que eran una gran familia. Miro a su pareja, se esbozaron una sonrisa que lo decía todo y luego siguieron disfrutando de la fiesta.

—Kagura, ¿no bebes?—pregunto Lisanna.

—No, no tengo muchas ganas y me emborracho fácil—respondió negando con la mano.

Cuando no era vista, Kagura llevo la mano a su barriga y la sobo lentamente por encima.

—Pienso quererte y cuidarte siempre pequeño—susurro feliz.

FIN