Sirena enamorada (Natsu x Kagura)

Capítulo 14: La furia de Titania

El recuerdo doloroso inundo la mente de la maga como un vaso vacío que se llena con alcohol. Los ojos inexpresivos de la maga le recordaban mucho a su amigo Simon, estaba tendida en el suelo, sin moverse, tanto los brazos como las piernas presentaban arañazos, pequeños cortes con algún hilillo de sangre que iba desde la herida hasta el arenoso suelo.

—Kagura—Erza no parecía preocupada por sus heridas, se iba acercando lentamente hasta la que consideraba una gran amiga y ella una hermana.

—¿Erza estas bien?—pregunto Gray preocupado, al ver como caminaba, sin vida supo que algo andaba mal.

Titania iba despacio, parecía estar sorda mientras la voz de Simon resonaba una y otra vez en su cabeza.

—No has protegido a mi hermana...Erza...me has fallado—el rostro de su amigo lloraba por el único ojo que tenía.

Al llegar hasta ella se agacho, le tomo el pulso y efectivamente estaba sin vida. Las risas de los enemigos eran los que ahora ocupaban su mente.

—Malnacidos—fue lo único que salio de su boca.

Tomo la espada de Kagura mientras se reequipaba en su armadura del Purgatorio, dio un salto y fue volando directamente hasta los enemigos pasando cerca de Natsu, Wendy y Gajeel. Y en un instante corto en varios trozos la gran nave.

Todos quedaron asombrados al verlo, la nave exploto y los magos rivales iban cayendo desde el cielo. Wendy usando su magia evito que se mataran. Una vez en el suelo todos fueron arrestados con esposas antimagia para evitar que pudieran escapar.

—Kagura—susurro Erza llorando y cayendo de rodillas al suelo.

Wendy se apresuro a curarla, mediante magia muy avanzada logro hacer latir de nuevo el corazón de Kagura que tosió un poco de sangre. Se levanto como pudo debido a que aún estaba agotada, su pulso poco a poco volvía a la normalidad.

—Tu corazón ha estado sin latir unos pocos segundos, no tenías pulso y estaba asustada—la pequeña dragon slayer estaba  llorando de felicidad.

—Hermana—dijo al ver a Erza.

Esta corrió y abrazo con fuerza a la joven que se sonrojo al sentir el cálido abrazo. El resto estaban felices de ver la tierna escena.

—Gracias a dios estas viva—susurro ella llorando de felicidad.

—Lamento haberte preocupado—ella sonrió.

—Además, debo ayudarte con Natsu—aquello hizo sonrojar mucho a la joven que trato de despegarse pero no pudo porque Erza tenia mucha fuerza.

El Consejo Mágico apareció enseguida con sus carruajes para poder llevarse a los criminales, aunque los que parecían los jefes no estaban tampoco estaba la máquina que había sido destruida junto a los planos para construirla por lo que la paz reinaba de nuevo.

—Gray-sama—dijo Juvia haciendo un corazón de agua.

—Ju-Juvia—este asustado trato de huir pero una barrera de hielo lo impidió.

—Lo lamento Gray, no puedes escapar del amor—dijo Lyon feliz de ayudar a Juvia.

—Maldito—pero la maga de agua se le echo encima.

—Juvia esta tan feliz...Gray-sama—no paraba de frotarse usando su cuerpo.

—Por favor vayan a un lugar mas privado—dijo alguien del Consejo Mágico.

Todos estallaron en risas salvo Gray y Kagura que no podían zafarse de encima a sus amigos.

Tras unos cuantos días de reposo, todos estaban en plenas facultades de nuevo y Kagura se tenía que marchar de vuelta a su gremio.

—Muchas gracias por su ayuda—dijo Kagura inclinándose hacia Makarov.

—No es nada joven pero debo pedirte algo—dijo algo preocupado.

—¿De que se trata?—pregunto ella intrigada.

—Vamos a arreglar el gremio por lo que tenemos que pedirte que te lleves a Natsu unos días a una isla no muy lejos de aquí. Me dieron boletos gratis así que esta todo pagado, iba a ir pero creo que es mejor arreglar el gremio sin Natsu—le dio los boletos.

—¿Quienes iremos?—pregunto ella.

—Solo los dos—al oír aquellas palabras no pudo evitar sonrojarse un poco.

—Pe-pero—no podía decir nada.

—Gracias por su ayuda—y en ese momento se quedo frito.

—Hola Kagura—saludo Natsu asustando a la joven.

—Na-Natsu—estaba muy cerca.

—Gracias por llevarme a una isla, ya me lo ha contado Makarov—dijo alegre.

Kagura estaba roja y no tenía escapatoria así que tuvo que aceptar. Natsu llevaba todo, tenía que acompañar a la maga al gremio a por sus cosas antes de partir. Erza y Kagura se miraron antes de que esta se marchara, la pelirroja levanto el pulgar de aprobación haciendo que se sonrojara aún mas si es que era posible.

Continuara.

Solo diré una cosa mas...