Sirena enamorada (Natsu x Kagura)

Capítulo 3: Pista

Kagura y Natsu tuvieron que explicar todo a las personas del pueblo que estaban sorprendidas de poder ver de nuevo a sus hijos, aunque ya no eran los mismos y estaban...transformados en algo horrible. Debido al tiempo fueron llevados hasta un pequeño recinto donde pudieron ser atendidos mientras la pareja de magos hablaban con el alcalde.

  — Es una tragedia, pero pudo ser peor— el hombre miraba con tristeza a los niños que ahora comían un poco.

— Esperemos que algún médico pueda revertir la transformación— la maga trataba de mantener la calma.

— Mientras tanto tenemos que seguir investigando esto, no podemos quedarnos de brazos cruzados— Natsu sentía también ira por lo que le han hecho a los pequeños.

  — De momento descansen esta noche, mañana veré si mis fuentes han podido sacar algo— ambos asintieron, ademas era mejor dejar solas a las familias en ese momento.

Se marcharon al hotel y allí descansaron, para no haber hecho gran cosa se sentían cansados, tal vez de las emociones de aquel día y la tensión de estar en aquel edificio abandonado. Kagura le daba vueltas al asunto mientras pensaba en como pillar a esa ''escoria'' como los tildaba ella pero también sabía que una mente despejada pensaba mucho mejor por lo que cerro los ojos para dormir y esperar al nuevo día.

En la mañana siguiente ambos bajaron a desayunar mientras esperaban noticias, el pueblo estaba vacío dado que todos estaban en sus casas cuidando de sus pequeños mientras buscaban una solución. Hasta que minutos después cuando ya habían terminado llego el alcalde para hablar con ellos.

— Buenos días, tengo una pista que puede que nos resulte útil— dijo mientras sacaba un papel.

La maga tomo el papel y lo abrió para leer su contenido, era una dirección aunque algo lejos de allí, era un pueblo parecido a donde estaban pero mucho más grande y concurrido, según parece han avistado a unos tipos sospechosos descargando un aparato extraño, por la descripción era idéntica a la que estaba en el edificio abandonado.

  — Vamos Natsu, tenemos que darnos prisa— dijo Kagura mientras se iba a por sus cosas.

— Gracias por la información— imitó a la joven recogiendo rápido su mochila.

Recogieron todo lo más rápido posible, el lugar quedaba algo lejos y tenían que ir a pie, no querían que le pasara a más niños aquello, era vomitivo y monstruoso. Se despidieron del alcalde y fueron a toda velocidad corriendo tanto como sus piernas les permitían.

— Tengo una idea, ponte en mi espalda— comento el chico.

— ¿Qué?— pregunto esta algo roja.

— No hay tiempo, tu súbete— dijo esta vez en un tono de orden.

La chica se subió y se agarro fuerte, lo más que pudo y entonces el joven dio un gran salto y ya en el aire lanzo de sus manos una fuerte llamarada haciendo que volasen muy rápido. Tras un rato cayeron al suelo, Natsu se apoyo con los pies para volver a saltar y repetir el procedimiento avanzando a una gran velocidad, a ese ritmo no tardarían mucho en llegar a su destino.

— Veo que es una buena manera de...— entonces le dio un pequeño capón.

Natsu descendió y miro a la joven.

— ¿Qué sucede?— pregunto sobando su cabeza.

Entonces Kagura se bajo y con su espada y magia hizo un vendaval de aire que apago todo el incendio que el joven había provocado en ese último impulso de magia. Natsu se rasco la cabeza nervioso, ella suspiro tratando de no enfadarse.

— Vamos a pie lo que queda, ademas ya se puede ver el lugar— señalo más adelante y efectivamente se podía ver el sitio.

Tras unos diez minutos por fin se plantaron en el lugar, estaba abarrotado de gente, mucho más que en el anterior poblado.

— Cubre tu marca del gremio— comento la maga.

— Soy un miembro de Fairy— pero no puede porque le golpea.

— ¿Qué haces?— pregunta este enfadado.

— Hemos venido de misión, si alguno de ellos ven que somos de un gremio pueden ponerse en alerta o andar con más precaución dificultando el trabajo— Natsu entendió ese punto de vista.

Tomo una chaqueta y se la puso, también su pelo llamaría la atención por ser famoso por lo cual se puso un gorro. Kagura guardo su espada mientras se colocaba un traje similar al que usaba pero de color amarillo con un moño para cambiar también su peinado, parecía otra.

— Listo, vamos a investigar— salieron del callejón donde se habían cambiado para dar con el paradero de esa máquina.

Lo primero que hicieron fue ir hasta el puerto, tal vez en una de sus naves podrían hallar una pista o algo, era el lugar ideal porque solo los trabajadores y no la gente común solía pasar por aquellos lugares.

Entonces vieron a unos encapuchados entrar a una de ellas.

— Vamos a ver ese lugar— Kagura dio un salto junto a Natsu.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 4: El poder del fuego y la sirena.