Capítulo 9: Confusión

2.9K 238 37
                                    

Erza se quedo mirando la escena algo sonrojada, pensaba que había interrumpido algo y hizo una reverencia en forma de disculpa haciendo que Kagura se sonrojase.

  — No pienses cosas raras One-chan— grito roja viendo que Erza cerraba la puerta de golpe.

Cuando quiso ponerse en pie volvió a caer y esta vez golpeo la cabeza de Natsu con la suya.

— Auch— se quejaba la joven.

Entonces se dio cuenta de que sus rostros estaban muy cerca, se miraban fijamente a los ojos, el joven no sabía como reaccionar, el rubor de la maga se volvió cada vez más intenso mientras que trataba de mover su cuerpo pero se sentía paralizada. Sus manos empezaron a temblar, de su boca salían apenas una palabra y el dragon slayer no sabía que le pasaba a su amiga.

— ¿Te encuentras bien?— pregunto zarandeando un poco a esta.

— No...yo...yo...— era la primera vez que sentía así delante de un hombre.

Tras unos segundos la joven pudo quitarse de encima y se sentó en la cama para luego respirar profundamente y respirar, cada vez que entraba aire en su cuerpo este se sentía más aliviado, su corazón volvió poco a poco al ritmo habitual hasta que ella se relajo por completo.

— Ya estoy mejor— pensaba ella poniendo la mano en su pecho.

— ¿Como va esa herida en el costado?— le pregunto preocupado al ver la venda.

— Wendy ha hecho un excelente trabajo, no tienes que preocuparte por nada— respondió con una sonrisa.

— Me alegra saberlo— esbozo una sonrisa sonrojando a la joven.

Kagura decidió que era mejor dejar descansar un poco más al joven por lo que se despidió de este y se marcho, al cerrar la puerta se coloco a un lado y se apoyo en la pared pensando en lo que acababa de ocurrir, era una sensación extraña para ella, algo nuevo, lo había leído en revistas pero nunca sentido, no era algo desagradable, era todo lo contrario.

— ¿Estaré enamorada de este chico?— pensaba nerviosa.

— Aquí estas, lamento haber interrumpido— la pelirroja sorprendió a esta que casi da un grito.

— No, no hay nada entre ese chico y yo— sacudía sus manos negando.

— No hay nada malo, estas en esa edad— dijo con una sonrisa.

— Creces tan rápido— la abrazo con fuerza contra su armadura haciendo sonrojar a la joven mientras ella lloraba pensando en que se había enamorado.

El día transcurrió sin mucho mas, el joven estaba ya totalmente recuperado al día siguiente donde ya tenía ganas de pelear, toda su fuerza estaba con él y liberaba calor de su cuerpo pensando en derrotar a ese Jeryx, Kagura mientras tanto recibía un ''sermón'' de Erza quien trataba de darle consejos sobre el amor en una de las mesas apartadas, la maga quería decirle algo pero la veía tan feliz hablando sobre ese tema que no se atrevía a contradecirla. 

— Ara ara, ¿Erza te da consejos de amor cuando no ha tenido novio?— pregunto con su sonrisa Mira haciendo enojar a la pelirroja quien se aguantaba las ganas de pelear como cuando eran niñas.

— Los únicos chicos  solo te ven en las revistas o en sus pensamientos en sus momentos íntimos— respondió ella haciendo sobresaltar varias venas en la albina quien aún esbozaba una sonrisa pero falsa.

— Es lo que tiene ser bella y no una mujer ruda, que va con una armadura asustando a todos los chicos— luego se tapo la boca como si se le hubiera escapado sin querer.

—   Debe ser difícil el trabajo de camarera y no salir de este lugar para disfrutar de un viaje, pero supongo que hay mujeres como tu que solo valen para hacer las tareas de una mujer casada sin estarlo— ella imito el gesto de Mira llevando su mano a su boca.

  — Creo que deberías comer menos pastel, asustas a los chicos comiendo como un animal y creo que la nata te llega al cerebro— Kagura miraba con temor el aura y la tensión que se podía respirar.

— ¿Por eso tu pelo es blanco?, ¿de comer tanta nata?— pregunto ella haciéndose la inocente.

— Ara ara pensaba que eras una mujer pero por el tono de tu voz veo que estaba confundida— eso fue el colmo dado que empezaron a pelear provocando la típica capa de polvo.

Kagura miraba asustada la pelea al igual que todo el gremio, ni siquiera Makarov se atrevía a intervenir por miedo a morir. Al cabo de un rato ambas agotadas y sudando cesaron su pelea mientras esbozaban una sonrisa.

— He vuelto con noticias sobre esos villanos...men— dijo Ichiya entrando por la puerta.

Todos se giraron a verle, fue acercándose hasta Makarov con su estilo y sus pasos mientras decía oler a personas maravillosas.

— Tenemos que ir a la capital de inmediato...men— hizo su pose mientras todos seguían mirando al mago.

— ¡Por fin!— Natsu apareció bajando las escaleras mientras decía que esta vez si iba a ganar.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 10: Celos. 

Sirena enamorada (Natsu x Kagura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora