Sirena enamorada (Natsu x Kagura)

Capítulo 2: Niños Monstruo

Kagura y Natsu estaban listos para realizar su misión, salieron del establecimiento para dirigirse al lugar que les había indicado el alcalde, cruzaron las calles tapados con un chubasquero debido a que llovía un poco. La gente corría a sus casas para poder resguardarse por lo que aprovecharon para correr sin que llamaran la atención.

    — Es por aquí, tenemos que cruzar ese río — dijo mientras pasaban por un puente de madera que no parecía muy seguro.

Tras cruzar el puente siguieron caminando por un sendero en mitad de un pequeño bosque, las instalaciones se podían ver desde la distancia debido a su enormidad, parecía incluso más viejo de lo que el hombre les había comentado.

— La puerta esta allí — señalo la joven a un lugar no muy lejos.

— Vayamos con cuidado — pisaron con atención debido a que era un camino de piedras y con la lluvia resbalaban mucho.

Se acercaron a la puerta tras pasar por un agujero de una valla, la mujer saco la llave de su bolsillo, la giro dentro de la cerradura hasta escuchar un click. Ambos se miraron y asintieron, abrieron poco a poco la puerta, todo estaba a oscuras, no parecía haber nadie allí.

— La luz no funciona — Kagura apretaba los interruptores sin que diera señales de que iban a funcionar.

— No importa — el joven tomo un candelabro y con su magia hizo que iluminara un poco la zona.

Decidieron continuar usando la luz porque tampoco deseaban llamar mucho la atención, el lugar estaba todo húmedo, con goteras, grietas, agujeros y partes de la maquinaria oxidada. Tras buscar durante un buen rato encontraron unas escaleras que conducían al piso inferior, con cuidado intentaron ver si podrían ver que había abajo pero estaba tan oscuro que no podían ver nada.

— No nos queda otra que bajar, ¿hueles algo? — pregunto la joven sujetando el candelabro.

— Nada, todo es tan viejo y lleno de polvo que no detecto nada — respondió algo enfadado.

— Ya veo...vamos, estate alerta — los dos bajaron despacio las escaleras que por suerte estaban en un buen estado y eran de cerámica en lugar de madera.

Pronto se toparon con una pequeña puerta, no tenía cerradura pero estaba en muy mal estado, no habría problemas en tirarla abajo. Pero una luz se asomaba por debajo de esta indicando que alguien estaba dentro.

—   A la de tres entramos con todo y si algo se cruza deshazte de él — ordeno Kagura.

 — Muy bien, estoy listo — respondió en voz baja mientras dejaba el candelabro en el suelo.

Cuando la chica llego a tres ambos derribaron la puerta haciendo esta añicos y entrando a la sala, allí se detuvieron al ver a muchos niños atados de pies y manos conectados a una especie de máquina, pero no eran normales sino tenían deformidades, brazos grandes, caras deformadas...Kagura al ver todo aquello se llevo la mano a la boca tratando de no vomitar.

    — ¿Quién...demonios es el responsable de todo esto? — al mago se le erizo el pelo mientras mostraba una cara enojada.

— Socorro...basta ya por favor — rogaban mientras trataban de liberarse.

Natsu no dudo un instante y con su puño envuelto en llamas destrozo por completo el aparto mientras Kagura ya mejor rompió con su espada las cadenas que los mantenían presos. Luego juntaron a todos en un rincón para tranquilizarlos.

— ¿Qué ha pasado aquí? — pregunto Natsu tratando de mantener la calma.

— Unos hombres...horribles... — se echaron a llorar mientras veían como sus cuerpos estaban cambiados y ya no eran los de niños.

— Os vamos a sacar de aquí, así que tranquilidad, ¿vale? — Kagura esbozo una sonrisa haciendo que los pequeños se calmasen un poco dejando de llorar.

Kagura inspecciono el lugar mientras el joven trataba de animar a estos, antes de irse necesitan saber los planes de la organización, tras un rato encontró unos papeles cerca de los escombros. Los leyó durante un rato y miro la máquina, luego se acercó hasta el joven.

— ¿Algo importante? — pregunto el joven mirando a la maga.

— Si, al parecer la idea era experimentar, dejar abandonados a estos niños, que ese aparato los transforme y y una vez eso se escapasen usando su nuevo poder para arrasar el pueblo tomando datos de estos. Los eliminen o no ellos solo querían respuestas...malnacidos...hacer eso a unos críos pequeños... — cae al suelo de rodillas ante la sorpresa de todos.

— Tranquila, están a salvo ahora...entonces no hay nadie por aquí...vamos al poblado a explicarlo todo y de paso llevar a los niños — tomo su mano ayudando a esta a ponerse en pie mientras ella aún estaba con lagrimas en los ojos.   

— Tienes razón, vamos niños, volvemos  a casa, encontraremos una solución a todo esto — dijo mientras se secaba los ojos. 

Efectivamente allí ya no había nadie por lo que salieron hasta el ayuntamiento, el camino fue difícil pero por lo menos ya no llovía. Cuando llegaron a la entrada todos se quedaron mirando a los magos y niños, sorprendidos de ver a sus hijos e hijas desparecidos pero estaban cambiados.

    — Tenemos que decirles algo — Kagura se puso delante de todos para hablar mientras el alcalde llego a la zona.

— Dios mio — susurro este viendo la situación.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 3: Primera pelea y siguiente pista.