Shelley May regresa a Londres después de unos años en América. Al ella volver se da cuenta que en su casa nada era igual, incluyendo que su hermano el estudioso como todos en la familia lo veían tenía ya su banda de rock. Mientras ella intenta adapt...
El día de hoy decidí trabajar el día completo para tener más dinero. Desde que estoy involucrada con la banda de mi hermano, he descuidado mucho mi escritura. No he escrito ni tampoco ahorrado nada. Es por eso que llevo en la cafetería ya cuatro horas y seguiré todo el día. Realmente no me molesta ni me disgusta el trabajar aquí, soy de lo mas feliz. Es una cafetería donde ponían música todo el día, era la especialidad con su rockola toda genial y aparte tenemos que trabajar patinando. Eso lo hacía aún más divertido. Es por eso que Cristal no trabaja aquí, no sabe patinar. Le dijeron que era requerimiento y aunque me parezca algo absurdo pues son las reglas.
Cristal me hablo ayer en la noche y me dijo que estaba desesperada, no sabia que hacer respecto a Brian. Me dijo que se sentía de lo más tonta a lado suyo y que no encontraba de que platicar con el. Y es que son polos opuestos, ella es extrovertida, alocada y le viene valiendo todo pero mi hermano es más analítico e inteligente. No estoy diciendo que ella sea tonta, no, en lo absoluto. Cristal podría ser la más inteligente si así lo quisiera. A lo que me refiero es que mi hermano le encuentra una respuesta científica a todo, inclusive al amor. Es tan raro.
Lo que pienso es que pues deberían hablar bien y no sólo intercambiar palabras. Que salgan, que se conozcan. Que compartan gustos. Realmente no sé si eso ha pasado. Así que el día de hoy le dije a mi hermano que la invitara al cine. Cuando le dije esto él se saco por completo de onda, no sabia porque le pregunte que hiciera eso. Lo que le dije es que ella estaba triste porque extrañaba América y que le vendría muy bien el ir al cine. Algo que ambas amamos por cierto. Pero bueno, espero y me lo agradezca.
Seguía aquí tomando órdenes cuando a la cafetería entra Michael Erickson. El amigo apuesto de John quien no había visto en mucho tiempo. Se sorprende al ver que trabajaba ahí.
- ¡Shelley!— camina velozmente hacia dónde me encontraba y me da un abrazo. No creí que le hiciera tan feliz verme si tan solo nos hemos visto unas dos o tres veces. Sus ojos me gustaban demasiado.— no puedo creerlo, no sabia que te vería aquí.
- necesito dinero entonces, si, aquí trabajo— guarde la pluma y la libreta pequeña en mi mandil.— ¿cómo has estado? Hace tiempo que no te veo.
- muy bien, la verdad extrañándolos a ustedes chicos. En especial a John.— me había contado el día que lo conocí que ellos dos eran mejores amigos desde pequeños.– te ves fabulosa.
- ¿en delantal y cabello recogido? Gracias— reí nerviosa.— ¿quieres que te tome pedido?
- quisiera una malteada por favor— avanzamos a la barra y el toma asiento mientras yo me pasó del otro lado de la barra para preparársela.— de chocolate.
- claro, no tardó.— entre a la cocina y entre la orden. Me peine un poco antes de volver a donde estábamos. Me quería ver bien para el.— en un momento te la entregan.
- oye Shelley, ¿qué harás hoy?— ¿acaso Michael Erickson me estaba invitando a salir?— en la noche.
- nada en especial, ¿por?
- ¿quieres ir al cine? Conmigo claro.— se puso nervioso ya que sus mejillas se pusieron rojas.— si quieres invitamos a John y así si no quieres ir solo conmigo.
- por supuesto que quiero ir al cine contigo, solo tú y yo no hay problema alguno— me sonríe, que linda sonrisa.— ¿a qué hora?
- ¿vamos a las 7?— oh, es la misma hora a la que irá Brian y Cristal. Sería perfecto que vayamos los cuatro. Asentí.— perfecto.
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