Shelley May regresa a Londres después de unos años en América. Al ella volver se da cuenta que en su casa nada era igual, incluyendo que su hermano el estudioso como todos en la familia lo veían tenía ya su banda de rock. Mientras ella intenta adapt...
Hace dos años, Roger me había pedido que fuéramos marido y mujer. Hoy, por fin se nos cumple a ambos el estar juntos por la unión del matrimonio. Y yo no podría estar más feliz de por fin poder decir que lo logramos. Después de tantos años juntos, hoy sería el día que lo estableceríamos.
Como dijimos, queremos algo muy tranquilo y es por eso que no busque un vestido de novia demasiado extravagante y caro. Usaba uno blanco por supuesto, liso y de un largo normal. El velo y el ramo por supuesto no podía faltar y mi cabello me lo dejé al natural, suelto y con mis ondas.
Estaba con Mary, Cristal y mi madre en la habitación detrás de la capilla mientras esperábamos al momento de salir. Roger estaba ya ahí dentro junto con los demás. No lo voy a negar, en verdad estaba nerviosa y mucho. No por el hecho de que le vaya a casar, eso es lo que más deseaba en estos momentos; sino por el que cualquier cosa saliera mal. Pero no, no voy a pensar negativo. Hoy se supone que tiene que ser el día más feliz de toda mi vida. Y así será.
- toda novia tiene que usar algo azul y viejo.— mi madre me puso un collar alrededor del cuello el cual era muy hermoso.— fue un regalo de bodas mío y ahora tiene que ser tuyo.
- muchas gracias mamá, en verdad gracias.— a pesar de que Roger no fuera su persona favorita en el mundo, se esforzaba demasiado y actuaba de lo más amable con el.— es un muy lindo detalle.
- es que te ves tan hermosa.— Cristal me abraza pero es algo complicado pero lo grande que ya era su vientre.— estoy tan feliz por ti, y por Roger por supuesto.
- ¿estás lista Shelley?— Mary me termina de acomodar el velo y me pongo de pie, lista para ya salir al altar.— tu padre está aquí para guiarte.
- si— asentí muy emocionada ya, los nervios seguían ahí pero la emoción era mayor.— vamos.
Mis amigas junto con mi madre salieron y yo quedé con mi padre, el cual tenía los ojos llorosos. Mi padre nunca fue el tipo celoso, jamás me impidió salir con alguien y bueno tampoco es como que mi lista de ex novios sea tan intensa y contando que a Kevin nunca lo conoció como mi novio... bueno, nunca tuvo el tiempo de ser el padre celoso pero bueno, me alegraba que al final entendiera mi decisión de estar con Roger.
Se abre la puerta y lo veo ahí al frente tan perfecto y tan guapo con su traje. Freddie también estaba al frente pues al final si sería el quien nos casaría. A los costados de cada uno pues estaban mis amigas y del otro John y Brian.
Caminé de tomada del brazo de mi padre y pues si, éramos tan solo nosotros los invitados y los padres de Roger por supuesto entonces el pasar por el pasillo fue rápido y sin tener que ver tantas caras. Cuando llegué a donde Roger este tenía los ojos llorosos.
- Roger cariño, si tú lloras yo lloro— Freddie le dice y le limpia los ojos.— bienvenidos sean todos a el casamiento de estos dos tórtolos.— se escuchan las risas de fondo de Brian.— de Roger Taylor y Shelley May.
Nos pusimos frente a frente y nos tomamos de la mano. Le sonreí y este me regresa la sonrisa.
- el matrimonio es algo importante para dos personas que se aman con todo el corazón. Es una forma de unir sus vidas y de demostrarse que se comprometen a todo. Y es que el amor que ustedes dos se tienen es algo especial.— mi corazón latía demasiado rápido con todo lo que Freddie decía, era hermoso.— no puede estar más claro que ustedes dos nacieron para estar juntos. Fue el momento correcto cuando la vida decidió unirlos pues solo era cuestión de tiempo a que se conocieran, para saber que cada uno sería su compañero de vida. Y con ustedes me queda claro que el amor puede doler, si, pero puede ser también lo mejor que tenemos. ¿Tienen listos los anillos?— Freddie se voltea con Brian quien no había captado que era su momento de salir.
De inmediato Cristal y Brian se juntaron para sacar los anillos y pasarnos los. La mano de Roger temblaba y eso se me hacía de lo más lindo, me colocó el anillo y luego beso mi mano. Yo también le puse su anillo.
- yo, Roger Taylor, te tomo a ti Shelley May como mi esposa, para amarte incondicionalmente y siempre estar de tu lado, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas. Por el resto de nuestras vidas.
- yo, Shelley May te tomo a ti Roger Taylor como mi esposo, para amarte incondicionalmente y siempre estar de tu lado, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas. Por el resto de nuestras vidas.
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- y bueno, por el poder que me conceden por tan solo el día de hoy mis bueno amigos del civil.— Freddie guiña un ojo.— los declaró marido y mujer.— nos quedamos viendo pero no hacemos nada, supongo que es porque no habían dado la orden.— significa que pueden besarse, par de tórtolos.
Y en el momento que todos aplauden, Roger me toma de la cintura y pega nuestros labios para dar un gran beso. Todos los besos que hemos tenido por supuesto que los disfruto y me encantan pues son de el y porque lo hace de maravilla. Pero este se sentía como nuestro primer beso. Número uno, porque fue en el momento correcto, justo como nuestro primero. se sintió igual de especial y de correcto. Y número dos, porque en ambos era el inicio de algo nuevo. Ahora, se trataba de nuestra vida como esposos. Y de futuros padres.
- ay no, yo los amo demasiado.— Freddie nos abraza y todos los demás se juntan al abrazo.— por favor no lo arruinen o se las verán conmigo.
- deja que los señores Taylor, disfruten de sus primeros minutos como esposos sin reclamos.– le dice Mary riendo.
- te amo Shelley.— me vuelve a besar.— en verdad te amo.
