Shelley May regresa a Londres después de unos años en América. Al ella volver se da cuenta que en su casa nada era igual, incluyendo que su hermano el estudioso como todos en la familia lo veían tenía ya su banda de rock. Mientras ella intenta adapt...
Mi día estuvo muy aburrido, realmente para ser el primer día fue de lo más simple. Y es que siempre espero más de un primer día. ¿que no por eso en las películas lo hacen ver como algo genial? Pues no, es como cualquier otro día. Pero yo ya quería que terminara el día para ver a Edward Deacon. Al cual me niego ver como un primo. En verdad no lo es, no compartimos nada de sangre estoy muy segura de eso.
El y yo siempre nos regresábamos juntos porque mi hermano e iba con mis primos los Taylor y Henry, el hermano de Edward, como ya tenía camioneta pues se iba por su cuenta. A Edward y a mi nos gustaba caminar hacia nuestras casa y es que somos vecinos. Eso es muy bueno, desde su ventana puedo verlo siempre. Nuestros cuartos se veían desde cada ventana.
Estoy segura de que el me ve como una hermana o algo así pero si supiera lo mucho que me gusta... No se que pasaría. Y tomando en cuenta que mi nombre es por una película ochentera de nombre Volver al futuro, no soy una persona que puedas tomar muy en serio. Pero es que es muy guapo y sabe que lo es y lo aprovecha. En la preparatoria es de los más buscados. En si el y su hermano son de los más populares de su grado. Eso me lo complica y aparte de que me la vivo viendo como lleva a muchas chicas a su casa. Eso me desesperaba demasiado.
- ¿y que tal tu día Edward? - le pregunté con voz temblorosa, que odioso era que me pasará eso. -¿paso algo interesante?
- nada interesante, fue muy tranquilo para ser sincero. - me alegrará que no mencionara a alguna chica. - ¿que hay del tuyo?
- pues, igual de aburrido. Disecamos una rana. - me mira asqueado. - lo sé, a mi tampoco me encanta.
- oye.
- ¿si? - nos detuvimos a medio camino, no sabía que quería decirme y eso me mataba. Ni siquiera me miraba a los ojos.
- ¿que me dirías si te digo que Lily me llama la atención? - me ataque de risa al escuchar eso. - ¿que? ¿que tiene de malo?
- espera ¿hablamos de Lily nuestra prima? - me seguía riendo pero era mas una barrera para no entrar en un mar de lagrimas que en realidad diera risa.
- de hecho es solo tu prima, no mía. Pero como quiera se que puede verse raro entonces... quería ver que pensabas.
- pienso que si, en efecto es algo raro, Edward. - ¿porque no podía ser yo quien le llamé la atención? - ¿te gusta de verdad?
- no no me gusta. - sentí alivio de inmediato. - para nada me gusta pero pues ya no es una niña y hoy la encontré atractiva.
- es muy guapa.
- solo quería ver si no me veía raro pensando de esa manera... aunque no seamos primos pues casi casi lo somos.
- mejor cambiemos de tema. - llegamos al frente de mi casa. - ¿como me veo?
- ¿como que como te ves? - me estresaba y al mismo tiempo me dolía el que ya no hubiera tanto respeto entre nosotros por el simple hecho de que hubiera amistad.
- ¿no ves algo diferente en mi?
- mmm... - me di una vuelta para que viera mi atuendo. - okay, si lo logró ver. Te vistes diferente.
- por primera vez no seguí los consejos de moda de mi mamá. - mi madre era famosa por ser editora en jefe de una revista de modas. Por ende siempre me vestía como se le antojara.
- me alegro, se lo mucho que te molestaba el que ella escogiera tu ropa. - me dio un abrazo. - ay Lorraine, no se que haría sin ti.
- quizá nada. - nos quedamos viendo un rato y es que yo podría seguir así todo el tiempo. Viéndolo.
No se como lo tomaría el pero me anime a besar lo... o bueno, al menos lo intente. Cuando intento acercarme, se escucha la voz de mi padre en la entrada.
- ¡chicos, llegaron! - mi padre salió de la casa con su guitarra en la mano.
- Lorraine. - me dice Edward. Por supuesto que entendió que era lo que iba a hacer, se saco mucho de onda. - yo...
- papá, hola. - hablé de inmediato antes de que pudiera decir algo. Que vergüenza, fue la peor decisión que pude tomar. - ¿que haces?
- es que quería decirte Edward, antes de que te fueras, que le dijeras a tu papá que ya arreglé su bajo.
- gracias tío Brian. - decía pero no quitaba la vista de mi. - le avisaré a mi papá.
- y te veo esta noche ¿no? En casa de Lucy. - estaba toda sonrojada, se que me veía, por eso me puse a ver el piso.
- si... ahí estaremos mi familia y yo. ¿todos ustedes también van? - me voltee para ya irme directo a la casa pero mi papá me detiene.
- ¿hey a donde vas? Despídete de tu primo. - me abraza mi papá. - pero si, iremos todos.
- no es mi primo. - aclaré. - adiós Edward, gracias por acompañarme a casa.
- te veo al rato, May. - y vi como este se iba hacia su casa.
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En verdad que me moría de la vergüenza, no puedo creer lo que hice o bueno, lo que quería hacer. Ahora no se con que cara lo veré en la noche. Aparte de que me confesó que encontraba atractiva a mi prima. A ella y no a mi. Tenía que hablar de inmediato con Lily y contarle lo sucedido.
Mi papá era tan dulce, me encantaba que aun tocara la guitarra. Me hizo feliz verlo con su guitarra en la mano aunque pienso que no fue lo mejor el que saliera. Tal vez si no hubiera salido, todo hubiera salido bien. Lo hubiera besado y el lo hubiera tomado bien.
