KILLING ME. ─KOOKGI !

Fotos.

A pesar de que haya pasado el tiempo siento como si la herida estuviera aún punzante en mí, todo a mi alrededor recordándome que había estado en la cima para luego bajar hasta el último eslabón. Entre mis manos sostengo una pequeña caja, que conlleva todos nuestros hermosos recuerdos.

Nuestras sonrisas, nuestro amor.
Me siento sobre el suelo dejando el contenido de la caja sobre el mismo, notando las fotos polaroid y las hojas de papel arrugadas que una vez fueron cartas de amor hacia el dueño de mis sueños.

Tomé una de las imágenes admirando la sonrisa de Yoongi en ella, como lucía tan feliz y lindo. Tan relajado. Como si nuestra relación nunca hubiera tenido problemas en ese entonces.

—¿Por qué si yo fui quién te dio la espalda me siento tan solo?— El susurro se lo llevó el viento. Esperando que él pueda escucharlo.

Y sin poder evitarlo los recuerdos vuelven a mí.

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Las luces iluminaban el lugar por completo, las personas caminaban siguiendo sus rumbos sin importarle nada más. El parque de diversiones de Seúl estaba más lleno que otros años.
Yoongi veía todo con ojos emocionados mientras se sujetaba fuerte de mi mano, estirando sus bellos labios color durazno en un mohín involuntario.

—¿En serio nunca habías venido a la feria? —Pregunté riendo ante su manera de actuar—. Te ves tan tierno así.

—¡Deberíamos sacarnos una foto!

Ese día estábamos cumpliendo oficialmente un año como pareja. Éramos jóvenes tontos e inseguros que no sabían lo que querían para el futuro pero que podían hacerse una idea de todo eso.

—Está bien, hyung, cómo lo pidas— Dije soltando su mano para sacar de la pequeña mochila de gatito de mi novio una cámara; me posicioné a su lado—. Ven aquí, vamos a tomarnos una foto.

Él me abrazó y besó mi bejilla. Y entonces saqué la foto.

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Los recuerdos se entierran en mi cabeza como astillas dolorosas, abriendo la herida una vez más. Porque puede que haya pasado mucho tiempo pero el dolor seguía allí.

Te extraño, Yoongi.

Y no sirve nada que lo diga ahora porque ya se ha ido, no volverá a escucharme y nuestra historia de amor se perderá en el cielo oscuro como una ficticia historia.

Me está matando, de nuevo.