"Quédate. Por favor."

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Los nudillos de Isak se hundían violentamente en la cara de ese hombre, tenía el ojo hinchado y la nariz casi torcida. Oía a la gente de mi alrededor chillarle a mi amigo para que se detuviera pero por alguna razón no lo hacía y siguió pegando aún mas fuerte en la cara de ese animal, porque no tenía otro nombre.

Yo no podía moverme, ni siquiera hablar. La escena aun incentivó más mi parálisis llegando al punto en el que dejé de oír los gritos de la gente de mi alrededor.

La sangre de la nariz rota de ese hombre se escurría por los nudillos de mi amigo como si se tratara de una pintura, al parecer eso me hizo reaccionar y llevarme a mi amigo arrastras de aquél sitio.

Mientras decidía entre si comprarle durum o pizza precocinados a Jonas, mi bolsillo no paraba de vibrar. Tras pagar y salir cargado con la bolsa en las manos, me decidí a sacar mi móvil de allí para ver quien era el pesado.

Seguro que es Jonas preguntando donde narices estamos.

Me llevé una grata sorpresa.

Mensaje de Lucas

Guapo, estoy apunto de embarcar.

No te lo dije

Pero hace unas semanas volví a Italia.

El viaje en avión se me hizo eteeeeerno

Espero que la vuelta a Barcelona se me haga más amena.

Estoy deseando verte.

Otra vez.

No pude evitar sonreír ante el último mensaje.

Aquél chico me intrigaba. Al no haberlo visto aun, las ganas de verlo y la curiosidad de saber como era me recorrían el cuerpo cada vez que recibía un mensaje suyo, y eso hacia que me gustara aún más.

Cuando llegamos a casa me sentí terriblemente mal, los nudillos de Isak estaban en carne viva y no pude evitar querer cuidarle y protegerle a toda costa, algo que no hice en el restaurante y me sentía fatal por ello.

Todo había sido mi culpa. Yo había sido el que le había besado, el que había hecho enfadar a Jonas, el que le había hecho llorar, el que se había quedado parado viendo como ese tio nos insultaba. El que le incitó a venir a vivir aquí.

Todo había sido mi culpa. La manera de la que reaccioné ante aquello me hizo sentir vulnerable, no era propio de mi quedarme parado ante una pelea ya que había participado en muchas, demasiadas quizás.

Chris eres un mierdas. Se repetía en mi mente una y otra vez.

Isak estaba dormido cuando mis lagrimas recorrieron mis mejillas aquella noche frustrado y enfadado conmigo mismo, intenté no sollozar demasiado alto para no despertarle, él no se merecía verme así.

Siempre tendría esa sensación de que algo había hecho mal a pesar de todo lo que lloré.

No iba a ser la primera vez que lloraría esa noche, no sabía lo que me esperaba.

Me desperté asustado por un ruido proveniente de la habitación, al principio pensé que había sido solo el vecino de abajo pero cuando me incorporé vi a mi amigo tirado en el suelo, literal. Tenía los brazos llenos de cristales clavados, no sabía de donde narices podrían ser pero la verdad es que eso era lo que menos me preocupaba en esos momentos.

Jonas apareció abriendo la puerta bruscamente bastante alterado.

-¡Acabo de oír algo rompiéndose! ¡Que ha pasado! - dijo desesperadamente entrando en la habitación.

AFTER YOU by MaybehappenWhere stories live. Discover now