La Calma.

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NARRA VEGETTA:

Desperté suavemente y con una pesadez como para tres personas. No pasaron ni cinco segundos en que recordé que esa pesadez era en realidad para dos personas, para mí y para... Giré la cabeza a un lado y no supe por qué no me sorprendí al no verle a mi lado. Su menuda silueta se quedó apenas marcada en la cama. Luego del desastre de anoche nos quedamos dormidos, o más bien yo me quedé dormido y Alex se había desmayado en mis brazos; al cabo de unos minutos nada más le oía roncar suavemente y yo dejé que mis ojos se cerraran con la vista fija en su cuerpo inmóvil...en su...preciosa silueta... Recordé vagamente que mientras dormía, le abracé inconscientemente y Alex, dormido profundamente, permaneció acurrucado contra mi pecho, dócil. Pero pareciera ser que lo dócil se le fue apenas despertar. De hecho, si yo me hubiera despertado al mismo tiempo de seguro me habría estampado una patada en toda la boca. Pero en lugar de eso, optó por irse lo antes posible.

Suspirando, tomé mi móvil de la mesilla de noche y marqué el número de Fran; atendió a la tercera llamada.

-¿Qué pasa, tío? -parecía molesto, tal vez estaba grabando, pero para este chaval las nueve de la mañana era de madrugada, y tampoco me importó.

-¿Alex está contigo? – pregunté sin más, la culpa empezaba a trepar por mis entrañas, expandiéndose como una enredadera de jardín. Me imaginé su rostro al despertar y ver que la habíamos liado bien feo... Me había pedido que me detuviera y no lo hice...

-Sí, está aquí. -la voz de Fran se volvió más suave, cuidadosa. Le oí moverse por la casa, como si no quisiera que le oigan. -Me llamó más temprano rogándome, casi ordenándome, que le vaya a buscar. ¿Se puede saber qué cojones le has hecho? -había bajado un poco la voz; definitivamente se estaba yendo a hablar solo a un rincón de la casa.

Un nudo empezó a contorsionarse en mi estómago como una serpiente en su nido. No respondí, no sabía qué inventarle, pero supuse que Alex no le dijo la verdad, o tal vez no le haya dicho nada.

-¿Te dijo algo?

-No. No quiso hablar del tema el cabrón. ¿Podrías explicarme, que no entiendo una mierda?

Tal cual, le había eludido y, conociéndole, haría hermética su boca con tal de que nadie en el mundo se enterara de nuestra aventura. Lo peor de eso era que me hacía darme cuenta de que lo que hicimos, lo que hice, fue un error...y que me odiaba por ello. Me sentí la peor mierda de la galaxia.

-¿Vegetta? -insistió, pero yo sólo podía imaginarme el rostro decepcionado y furioso de Alex mirándome en ese preciso momento.

-Lo siento, Fran. Si él no te ha dicho nada, al menos le respetaré eso. -tampoco sabría qué mentira soltarle y, por otro lado, yo también quería guardar silencio; al menos, en una pequeña medida, tenía que protegerle.

-¡Pero tío, que son amigos! ¿Cómo pueden pelearse por algo que, de seguro, es una gilipolléz? -soltó, indignado. Si había algo que molestara a Fran era dejarlo con toda la intriga.

-Mira, tú eres el menos indicado para decirme eso. -le piqué -El muerto asustándose del degollado, ¿sabes? -le oí resoplar por el teléfono, pillándole con la guardia baja - Que mi tema con Alex es un poco más jodido que lo tuyo con Willy. Si él no dice nada pues yo tampoco, al menos de momento. Prefiero que se calmen las cosas, ¿vale?

-Vale...Joder, tío... -se resignó, sin quedarle de otra.

-Al menos, me quedo tranquilo de que estará contigo.

-A la noche teníamos pensado salir con los chicos a la disco de siempre. -agregó, más calmado. -Queríamos distraerle de lo de su pie y eso, pero ya no sé si es buena idea.

"La Cura Perfecta". *( #VEGEXBY )* - #FBLA19 -Where stories live. Discover now