"La Cura Perfecta". *( #VEGEXBY )* - #FBLA19 -

El Tormento.

NARRA ALEXBY:

No sabría decir cuánto tiempo pasó luego de la llamada. Me quedé sentado en el mismo lugar apartado de la peña, tal vez siendo etiquetado de borracho por todo aquél que me echara una mirada, pero me importaba una mierda. Intentaba hacer desaparecer la hiperventilación que me estaba consumiendo el cuerpo; sentía un nudo en la boca del estómago y por un momento creí que tendría que vomitar, la cabeza se me partía y ya estaba sudando frío. Me sentía agobiado y ansioso. Pero, poco a poco, los malestares mermaban. A medida que los minutos pasaban yo volvía a recuperar el control de mí mismo. Disimuladamente, coloqué los brazos sobre mis rodillas, inclinándome un poco hacia adelante, cruzándolos para formar aquel espacio controlado a mi alrededor. Lo hacía cuando me ponía demasiado nervioso o ansioso por algo. La música fuerte, las luces, la gente a mi alrededor no ayudaban, pero en ese pequeño espacio me sentía a salvo y aquello me tranquilizó, al menos un poco. 

Al cabo de un buen rato me levanté, dispuesto a volver al VIP y, al menos, quedar a la vista para que Vegetta me encontrara... Joder... De sólo pensar en eso mis pies aceleraron el paso. No entendí por qué tuve tantas ganas de verle, pero el sólo pensarlo me calmó aún más, era como correr una maratón y saber que, al pasar la meta, podría beber agua fresca y descansar. De repente, comencé a recordar algunos momentos en que su presencia o sus palabras me tranquilizaron en su momento; él siempre había sido alentador cuando yo lo necesité, incluso sin haberle pedido ayuda él me la brindaba desinteresadamente, y me sorprendí anhelando que otra vez me calmara. Aunque la noche anterior logró también ponerme realmente nervioso con lo que habíamos hecho, y ese suceso, tuve que admitir para mis adentros, no me había repugnado tanto como quisiera y no pude explicar el por qué. Hasta podría admitir que me había sentido cómodo y eso contradecía mi lógica. 

Volví a recordar su forma de besar, profunda y apasionada, la forma en que me acarició con tanta delicadeza, la temperatura de su cuerpo en contacto con el mío y las feromonas que emanaban de su piel... Todas aquellas sensaciones que deberían haberme repugnado... Debería desear no volver a verle... Debería estar huyendo de allí... pero me abría paso entre la gente casi a trompicones. 

Y luché conmigo mismo, a medida que avanzaba, porque los recuerdos de "amigos" ahora se mezclaban con estas nuevas sensaciones, se alternaban unos con otros y tuve miedo...miedo de que haya perdido algo importante...Miedo de haber cometido un gran error...

Divisé a lo lejos la zona VIP y enfilé directo hacia ella y hacia el lugar en donde se suponía estaban mis amigos. Me alivié enormemente de reconocer a Fran y a Stratus parados y tratando de encontrar a alguien -tal vez a mí- en aquella multitud, porque miraban hacia todos lados estirando el cuello como tortugas. Me detuve en seco cuando una ancha espalda ocultó la esbelta figura de Fran. Le reconocería donde fuera. Parecía estar reprochándoles algo porque gesticulaba un poco y su espalda bien erguida revelaba tensión. Me acerqué lentamente los últimos metros al momento en que volteó en mi dirección. Samuel clavó los ojos en mí apenas me detectó. Sus grandes ojos pardos parecieron engullirme entero y luego me examinaron de arriba abajo, como si buscara alguna herida o algo así, escaneando mi estado. 

La gente seguía interponiéndose entre nosotros, se cruzaban delante de mí haciendo aparecer y desaparecer su presencia y yo de repente no supe qué hacer. Le había hecho venir hasta allí y de seguro él se había preocupado. Me avergoncé de pies a cabeza, como un niño pillado en una travesura, siendo reprendido por su padre y que recibe una mirada de decepción por la cagada. Bajé los ojos al suelo casi al instante y noté que mi cuerpo comenzaba a temblar ligeramente. Mis pies casi se arrastraron hacia él, me faltaban unos buenos metros para llegar.