01. Inseguridades

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Estaba silencioso alrededor del comedor. El aire estaba tenso. Era obvio que nadie quería estar ahí, mucho menos juntos. Jin estaba incómodo sentado en esa mesa mientras desayunaba con su esposa y cuñado. Quería decir algo pero sabía que no podía complacer a nadie en esta situación. Su omega estaba estudiando al pequeño; mientras este se le acercaba a él. El omega buscaba protección del alfa. Jungkook no era su omega. Esto lo estaba haciendo incómodo porque no quería estar en un problema. Uno donde Jennie querrá dejar saber que él es su alfa. Las cosas no iban por buen camino.

Jin sabía que no terminaría de desayunar en casa. No se sentía cómodo teniendo los ojos sobre él. Los omega no querían estar en la misma habitación o lugar. Es más Jin tuvo que persuadirlos en desayunar juntos. El alfa sabía que tendrían que lidiar con esto por más que unas semanas o meses. Al final podía ser años en los que estarían "forzados" a estar juntos. Ellos debían hablar y él no iba ser quien esté en medio de los dos siempre. Eran hermanos y debían actuar como tal.

–Me iré– beso a su esposa. –Vendré para la cena. Cuídense. Hasta luego, Kookie.

No sabía qué más decir antes de retirarse. Se fue al trabajo a pesar de su inseguridad de dejarlos solos en casa. Su esposa tenía el día de descanso y Jungkook estaría haciendo quien sabe que. No estaba tranquilo dejándolos solos pero tampoco podía faltar al trabajo. Ya había tomado muchos días de descanso.

Días que usaba para ir al doctor con su esposa. Quizá fueron pérdida de tiempo pero para él en ese tiempo fueron esencial. Quería apoyar a Jennie, quería hijos, quería tantas cosas pero no se dieron. Así que ahora tenía que trabajar para recuperar parte del dinero que habían invertido en tratamientos, medicamentos, entre otras cosas para ahorrar para un posible nuevo miembro en su manada. No sabía si Jungkook se quedaría hasta formar parte de otra manada. Por el momento estaría al pendiente del pequeño.

El pequeño omega estaría en su hogar. Jin sabía que en sí era un miembro más en su pequeña manada. Serían cuatro miembros pronto. Él los protegería por el solo hecho de su propia emoción—como alfa—de tener un cachorro en casa.

–Esta bien hablemos, Jungkook. Mientras estés aquí espero que te comportes bien. No quiero tener problemas con mi alfa por tu culpa. Se que será difícil para ti ya que estás embarazado.– ella suspira. Juega con la taza de café entre sus manos. No quería verlo sabiendo que estaba embarazado. Ya lo imaginaba con su bulto. La verdad era que no lo había visto desde que llegó a su casa. No podía. Tenía curiosidad de saber cómo se veía su pequeño hermano con su hinchada pancita.

Mira al pequeño omega a los ojos. No podía ver más que su cara. Sabe que no es la culpa de él; ella tomaría las cosas con calma. Su alfa lo tomó dentro su manada. No era un extraño, era su familia. No debería ser difícil apoyar al nuevo miembro y daría su mejor esfuerzo para apoyar la decisión de su esposo. No podía negarle nada a su amado esposo. El nunca hizo algo que los perjudique o hiriera. Tenía que confiar en cada una de sus decisiones. Ella tenía que ser fuerte para apoyar a su esposo. Para hacerlo feliz.

–Estamos aquí para apoyarte.– Quería apoyarlo con todo corazón. Solo que no se le hacía fácil. Ella lo amaba y lo ama. ¿Entonces porque se le hace dificultoso?

Ya sabía porque. Aunque le duela, reconoce la razón principal. Omega infertil. Debería de mover adelante. No dejar que el rencor llegue a su mente ya que se apoderaba de su corazón. Era triste que sentía tal cosa hacia su propio hermano. Sangre de su sangre. Ella podía sobrepasar tal emoción. Quería hacerlo por su bien y el de su matrimonio.

–Será difícil para ti encontrar un alfa que te acepte con un hijo pero no imposible. Jin es muy bueno por dejarte quedar. Ahorita no estoy en condiciones de hablar sobre tu embarazo. Pero quiero estar aquí apoyándote en lo que pueda.– Le dio una pequeña sonrisa que era forzada. La tristeza le carcomía su corazón.

–Lo siento, noona. Quiero darte las gracias por no echarme a la calle. Sé que tú y hyung están pasando por un periodo dificultoso en estos momentos. Así que trataré no meterme en problemas.

Jungkook no quería prometer nada. Sabía muy bien cómo su hermana que el alfa sería un problema entre ellos. Jungkook estaba casi seguro que su hermana sabía que Jin era su alfa. Era su persona destinada que la madre luna eligió para él. Aún conociendo esto ella se casó con el alfa. O quizá ella piensa que cualquiera omega fértil puede quitarle su alfa pero él no tenía en mente hacer eso. El quiere respetar las cosas aún cuando le hicieron una mala jugada. Solo era cuestión de perseverancia. Pero su lobo anhelaba estar con su alfa.

Jungkook aspiraba estar al lado de Jin desde niño. El alfa era todo para el. Hacia todo para complacerlo, hasta lo ayudó convencer a sus padres para tener permiso de salir con su noona. Que tonto fue. El solo pensaba en poder verlo. Su omega no presentaba aún a esa edad pero algo dentro de él adoraba a Jin. El siempre supo que era alguien importante e indispensable para el. No estaba dispuesto a dejarlo. Al menos, no como pensaba. Esto sería una prueba para su auto control. No sería tarea fácil. Sería más fácil dejarse llevar por sus sentimientos y conquistar al alfa. Quizá debería hacerlo para por fin calmar a su omega. Calmar esa necesidad que tiene hacia su alfa.

Jennie mueve la cabeza como si escuchara lo que le decían. No sabía qué más decir. Ella solo se quedó mirando su taza de café otra vez. Quería decir ciertas cosas que no estaban justificadas. Se tendría que callar.

Ella no podía amenazar al pequeño omega sin causa. Algo en ella le decía que no debería dejar a este omega cerca de su alfa. Jin era suyo en todo sentido. Ella adquirió la marca del alfa, el tiene la suya. Estaban casados por ley de los hombres. El alfa la amaba, cuidaba, celaba, ¿qué más podía tener? No sabía pero esto y más eran pruebas que estaban comprometidos a su matrimonio. Ellos no eran libres de estar con otras personas. ¿Entonces, por qué su omega le decía que algo andaba mal? Su omega le decía que no podía confiar en su propio hermano. Quizá era sus propias inseguridades saliendo a la luz de nuevo. Estaban apoderándose de ella. Esas inseguridades volviéndose fantasmas con cuáles tendrá que sobrevivir. Debería ir al psicólogo como le recomendaron. Si, tenía que estar en sus cinco sentidos para mantener su matrimonio bien. Es lo que más deseaba estar bien con su esposo como lo era antes. Antes de ser tachada como una omega infértil.

En su mente, ella no podía fallar en una cosa más. Ya falló en lo más importante de la vida—crear su propia familia. Hacer una familia con su esposo fue su sueño. Un sueño lejano y fuera de su alcance. Estaba decidida de ser alguien perfecta. No fallaría en otro aspecto de su vida. No era opción. Debía de perfeccionar todo aspecto de su vida y de sí misma. Así sobrevivirá las críticas que la maldita sociedad haría por fallar como omega, por fallar concebir. No era raro que hubiera omegas infértiles pero la sociedad lo veía como una desgracia, un fallo omega, entre otras cosas. Debía convertirse en alguien fuerte para recibir tales críticas que la molestaría, hiriera, fastidiaran y hicieran llorar.

Tenía que sobrevivir de la sociedad y de sí misma. Las cosas nunca serían fáciles. Nunca lo eran para ella. Tuvo que luchar contra tanto para obtener lo que tenía. Su esposo no era diferente. Así que seguiría luchando con garras y dientes como siempre. Porque no perdería lo que tanto le costó obtener. Estaba lista para lo que viniera por su camino. No perdería.

December 12, 2018

Situación Desastrosa Where stories live. Discover now