06. Aromas

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El omega regreso a casa junto a su alfa. Había pasado dos agonizantes semanas en el hospital guardando reposo. Estaba feliz cuando lo consideraron de bajo riesgo y lo dieron de alta. Jungkook estaba contento de estar de regreso a la casa de su alfa. Ahí podía oler el aroma del alfa en cada rincón. No era porque le hacía falta su alfa o no lo visitara, solo que el aroma no era fuerte como en casa. Por el hospital siempre pasaban cientos de personas al día—era desesperante. Estuviera bien si nada más él y el alfa tuvieran acceso a la habitación. Pero las cosas no eran así. Entraban las enfermeras, los doctores, hasta los que venían a dejar las charolas de comida, y quien sabe quien más. Jin lo había visitado todos los días aunque fuera por solo unas horas. Su lobo estaba calmado esas horas junto al alfa. Más cuando no venía con su noona.

Su lobo no estaba feliz con su noona. Jungkook trataba de recordar las razones por la que la amaba. Se venían tiempos difíciles para los hermanos.

Jungkook estaba tan contento al salir del hospital. Por fin, podía caminar libremente y no estar postrado en una cama. Quizá no podía hacer mucho por ahora pero era mejor que estar aburrido, encerrado en el hospital. Había poco que hacer en el hospital. Solo había un televisor con pocas programas—prefería leer a que ver esos programas sin interés. Ya eso estaba atrás, lejos de él, en el hospital y dado por olvidado. Tenía planes de caminar y salir cuando llegara a casa—estaba equivocado en planear tanto. Se sentía agotado y no había hecho nada fuera de lo común. Su cuerpo aún estaba débil. El alfa al notarlo se aseguró de llevarlo a su cuarto a acostarse.

–No quiero estar en la cama. Me aburro y solo duermo.– Trato de protestar. Aún así se acostó en la cama. Su cuerpo se relajó al instante. Sentía como su cuerpo le agradecía por haber escuchado a su alfa.

–No deberías abrumarte. Toma las cosas con calma. Después de comer damos un pequeño paseo. Quizá ir al patio y leer un libro antes de regresar a cenar. No es mucho pero es un comienzo.

Jungkook asintió y dejó que su alfa se fuera después de perfumarlo con su aroma. Su cuarto ya no olía a su alfa. Quedaba un indicio del alfa, y si olía con esfuerzo el de su noona. Observó su cuarto y lo empezó a oler para saber los cambios. Deducía que era a causa de su noona. Las sábanas olían a detergente, y tampoco eran las que había puesto en su cama. La ropa de su alfa estaba doblada encima del escritorio y en el  mueble a pie de la cama. Él las había arreglado en donde pasaba más tiempo. Así su lobo y su bebé estuvieran tranquilos. Ella había hecho lo que prometió. No dejo rastro del alfa.

Su lobo estaba aullando. Él, a cambio, no podía estar enojada con ella porque entendía sus razones pero él necesitaba el aroma de su alfa. Sus planes para un nido se hicieron pedazos. Podía ir a la habitación de su alfa y buscar prendas para unir a su colección. Lo haría cuando no se sintiera pesado. Quizá le pediría a su alfa que usara la ropa o le diera algo que se ha puesto—era lo más razonable. No tenía que alterarse por esto. Su alfa le daría lo que necesitaba. Jin no lo abandonaría.

–¿Kookie? ¿Pequeño omega?– Su alfa lo llamaba para despertarlo. Lo sacudió con cuidado—tacto suave que era poco perceptible. La calidad de las manos fue lo que despertó al omega. Abrió los ojos y le sonrió al alfa. El omega aún dormilón trato de mantenerse despierto para su alfa.

La suave mano de su alfa se retractó. Jin se retiró para tomar la bandeja de comida. No estaba mejor pero aún así Jungkook deseaba que lo tocara de nuevo, que lo mimara pero no era posible. El alada cuidaba de él. El alfa mantenía su atención total en él. Era un buen comienzo para el omega recién despertado. Jin con cuidado acercaba la bandeja con el almuerzo.

–Vamos a comer, Kookie.– Jin era cuidadoso de no derramar nada. Jungkook miraba como la frente del alfa estaba arrugada en concentración y la punta de su lengua estaba hacia fuera. Jungkook sonrió al verlo así. Jin espero a que se sentara. Fue entonces que se dio cuenta que sólo admiraba a su alfa.

Con cuidado, Jungkook, se sentó en la cama. El alfa acomodó la bandeja enfrente de él. Jin se sentó a su lado para comer con él. El doctor le había recomendado hacer la mayoría de las actividades del diario vivir junto con el omega. El omega estaría menos ansioso, se sentiría protegido, amado, seguro y listo para traer a su cachorro al mundo.

–Tu noona te manda saludos.– Jin trata de conversar con el omega mientras toma sus cosas de la bandeja.

Jungkook decide ignorar el comentario. Pone la comida en su boca y mueve la cabeza dejándolo saber que escuchó el comentario. No quería hablar de su noona. Quería disfrutar del alfa que tenía con Jin. Ahora no se tenía que preocupar de su noona, ella estaba lejos o al menos eso le habían dicho. Si fuera mentira, no tenía porque preocuparse, ella no estaba en casa. Él se puso contento cuando le habían dicho que estaría de viaje a causa de su trabajo. Estaría fuera de la casa una semana. No era mucho tiempo pero su lobo estaría satisfecho.

–¿Estás enojado con tu noona?– Jin podía ver que el omega evadía hablar de ella. Lo había notado en los últimos días cuando decía algo sobre ella. En el hospital la ignoró, la mayoría del tiempo. Dudaba que el omega fuera inconsciente de lo que hacía. Algo incomodaba al pequeño omega.

–No, yo no...mi lobo si. Puso en riesgo a nuestro cachorro, alfa.– No era mentira pero había más atrás de esa pequeña confesión. Algo complicado que el mismo omega no sabía cómo interpretar. Solo sabía que quería a su alfa. Quería a Jin cerca, lo celaba, lo amaba. No sabía con exactitud desde cuando inició pero lo había suprimido por mucho tiempo. Y su lobo estaba luchando contra él por su alfa. Su lobo no quería negar a su alfa.

–Si es así deberías estar enojado con los dos. Más conmigo por no percibir que te estaba haciendo daño. Fue mi culpa. Jennie no es culpable—fui yo. Quiero hacerte una pregunta...¿Kookie, por qué sigues diciendo nuestro cachorro?– Jin puso sus cubiertos al lado. Quería saber porque insistía que era cachorro de ambos. Los había puesto en riesgo y Kookie le seguía diciendo alfa. No comprendía el razonamiento del omega.

–Alfa– hizo un mohín. –Le dije que es nuestro cachorro porque usted será el único alfa que verá como padre y líder. Usted lo mantiene con vida.– Tomó la mano de Jin y la puso en su vientre. –Nuestro cachorro. Usted no quiso hacernos daño. Es más, estuvo con nosotros casi siempre en el hospital. Así que no puedo guardarle rencor. Nuestro cachorro y yo, estamos bien.

Jin pudo oler mejor las feromonas del omega mezcladas con otro aroma suave y sutil. Quizá el cachorro ya tenía sus propias feromonas. No sabía pero la idea de que el cachorro estaba contento de sentirlo cerca, y percibir su aroma lo hizo feliz. Se avergonzó por sentir tal emoción que retiró su mano. Se arrepintió de haber quitado su mano tan rápidamente. Quería regresar su mano al vientre del omega. El bulto no era grande pero se sentía hermoso. Le recordó de sus ilusiones de hacer lo mismo con su omega. Era mejor cambiar el tema. Así que asintió como si comprendía. En realidad, no comprendía las cosas en su totalidad porque debía haber más. Algo que el omega no le decía.

Cada vez tenía más preguntas para el pequeño omega. Muchas de ellas tenían que ver con su pasado. Kookie tuvo un compañero pero no estaba marcado. ¿Por qué el alfa no lo marcó? ¿Que había pasado entre ellos? ¿Se hablaban?  ¿El alfa lo había dejado cuando se enteró del embarazo? ¿O habia Kookie dejado al alfa? ¿Y si era así por que lo había hecho? Tenía muchas preguntas. Desde un principio las fuera hecho. Dejó que pasara un tiempo antes de preguntar la importante. –¿Qué pasó con tu alfa?

December 31, 2018
Quizá sea el último capítulo de este año...y creo que también el más largo que he escrito para este fic. La cosa se pone buena 🤭

Espero que la pasen bien en sus celebraciones y Feliz Año Nuevo 🎆🎊🎈

Situación Desastrosa Where stories live. Discover now