12. Reclamar

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–Quiero que seas mi omega– repitió Jin. Se acercó al omega y se puso de rodillas. La luz de la luna lo tenía hipnotizado, no podía dejar de ver al omega que era suyo.

Jungkook lo miro un tiempo sin decir nada, sin reaccionar. No podía creer lo que estaba pasando enfrente de él, no era posible pero ahí estaba su alfa de rodillas. El alfa que el destino, y la luna le habían escogido, estaba ante él pidiéndole ser su omega. Jungkook con algo de miedo puso la cara de su alfa entre sus manos, si era el. Jungkook se tiró en los brazos de su alfa sin importar caer al suelo. El alfa se aseguró que estaba bien como un buen alfa, eso lo puso sobre las nubes. ¿Cómo iba a vivir sin su alfa, ahora?

–Eres mío– el alfa lo decía en voz baja. Estaba tan feliz hasta que se dio cuenta que había un inconveniente entre ellos—su noona.

El pequeño omega se sentó en el piso rápido, alejándose de su alfa. Él no podía estar así de contento cuando aún había problemas que tenían que solucionar. El alfa se sentó y miró a su omega que se miraba un poco asustado, no hizo ningún movimiento veloz para no espantarlo más.

–¿No estás feliz?– le preguntó el alfa con cautela. No le quito la vista.

–Noona– fue lo único que dijo Jungkook, Jin se tenso en solo oír la palabra. El alfa miro hacia el piso de madera que quizá necesitaba una mejor limpiada pero no pensaba en eso, su mente estaba en su esposa. Él había elegido sin pensar en ella o cómo se sentiría con tal situación, se metió en un lío.

Él no había pensado hacer una decisión. Mucho menos decirle nada a ninguno de los dos pero aquí estaba haciéndole una promesa al pequeño omega. No era justo lo que hacía.

–Yo, yo no he hablado con ella. No sé qué hacer, estoy casado con ella. Le prometí en las buenas y en las malas, en cambio aquí estoy– el alfa estaba teniendo una dificultad en hacer lo correcto para todos, no había tal cosa. Se tensó en pensar en las cosas horribles que podrían pasar cuando su esposa se enterara de lo que había prometido al pequeño.

Jungkook se acercó al alfa, sintiendo el agobio del alfa, tenía que tranquilizarlo. Él se sentó entre las piernas de su alfa y dejó soltar sus feromonas para relajar al alfa. El alfa lo abrazó por miedo de que lo dejara, Jungkook no dijo nada, dejó que el alfa lo envolviera entre sus brazos. Los dos tenían que buscar una solución o mejor dicho la mejor manera de decirle a Jennie lo que ocurría entre ellos.

Jungkook tenía que pensar por el bien de todos, él se encargaría de que el dolor fuera mínimo. No sabía cómo iba a lograrlo, solo que no quería ver a su noona desalojada y desesperadamente desilusionada, ¿era posible?

–Quiero estar con usted, lo amo tanto pero no sé si pueda seguir ocultando lo que siento. Usted es mi alfa y me pertenece. Sé que soy egoísta cuando se trata de usted, alfa, pero no puedo negarme a usted– torció un poco su cuerpo para besar a su alfa. El beso era suave y dulce, uno de esos que hace tiempo que no recibía el alfa. El cuerpo del omega sintió un fuego dentro de su que sabía que era una lujuria que sería difícil de contener.

–Kookie– el alfa llama a su omega, quería más que un beso. El alfa acostó al omega en el piso frío, se le puso encima para tener menos acceso a su omega. Ya había perdido los estribos con una sola palabra. Él no podía hacer lo correcto cuando su alfa lo aclamaba de tal manera.

–Alfa, hágame suyo, por favor– chilló Jungkook. Él no quería detenerse, quería hacerlo todo con su alfa. La pasión que encendió su alfa en él se hizo presente en forma de humedad entre sus piernas. Se estaba preparando para tomar a su alfa, sus feromonas se soltaban en abundancia. No quería detener esa pasión. Jungkook puso sus manos en el hombro del alfa y se sostuvo fuertemente de él.

–Sostente bien– Jungkook se colgó de su alfa, esté fácilmente lo levantó y llevó a la cama. Jin tenía planes para terminar lo que hace rato no hicieron, su lobo se lo rogaba. Jin sentía su celo regresar, quizá era para reclamar a su omega. Deseaba reclamar a ese omega entre sus brazos, olía tan delicioso que su libido incremento.

Los dos tenían un calor que los tenía restregándose uno contra el otro con fuerza. Jungkook le rompió la camisa a su alfa, quería sentirlo piel a piel. El calor en sus cuerpos no se calmaba y solo la piel, sus cuerpos juntos hacia que ese calor fuera soportable. Un deseo de sus lobos que no tendría fin.

–Alfa– chilló de nuevo el omega cuando su alfa le bajó el pantalón de pijama.

–Sh– el alfa trató de silenciarlo con besos. La mano del alfa acaricia la longitud del omega con cierta fuerza y dominio. El omega no se contenía de hacerle saber a su alfa que estaba feliz.

Los dedos del alfa estaban en su interior, tuvo que morderse el labio para contenerse. El pequeño omega alzó sus caderas, estaba meciéndose con determinación de tomar al alfa. No tardaron en preparar lo inevitable, sus lobos estaban listos y ellos aún más. El alfa se hundió en él, sintió tanta emoción al estar hundidos juntos.

–Omega– gruñó Jin en su oído. No tardó en embestir al omega cuando este lo recibió en su interior.

El omega no podía decir más, se aferró como pudo a su alfa. Dejó que se hundiera en él sin importar el ruido que hicieran. La cama empezaba a crujir bajo sus cuerpos.

–¡Jungkook! ¡Jungkook!– su noona gritaba y tocaba la puerta desesperadamente.

Los dos se vieron, y la situación en la que estaban no era una que fuera de agrado para Jennie. El alfa escondía al omega en su pecho quien estaba soltando feromonas fuertes de él susto que tenía. El alfa no dejaría que fuera herido, el empezó a soltar sus feromonas, esperando calmar al pequeño.

–Contéstale– le susurró el alfa, con miedo el omega decidió que debía hacerlo.

–Noona– se atragantó en esa sola palabra, era un hipócrita.

El alfa salía del interior del omega, se tenía que vestir y afrontar a su esposa. El omega a cambio no quería soltarlo, él tenía miedo de lo que podía pasar. El alfa trató de asegurarle que todo estaría bien, con mucha pesadez lo soltó y dejó que fuera a abrir la puerta después de vestirse.

El alfa estaba enfrente de la puerta, su corazón palpitaba fuerte del miedo pero no dejó que sus sentimientos, emociones tomaron el control. Le dio una última al omega antes de abrir la puerta y ver a su omega enojada.

La omega tomó unos pasos hacia atrás, el cuarto apestaba tanto a lobos en celo. Le dio asco pensar que habría pasado en ese cuarto, miró a su alfa por unos momentos. El miedo de una traición, de abandono estaba ahí haciéndola temblar de ira y tristeza. Él nunca le fue infiel, aunque tuvo suficientes oportunidades de hacerlo ¿Sería capaz?

¿Confiaba en él?

February 05, 2019
Se me olvido publicarlo 😑

Situación Desastrosa Where stories live. Discover now