04. Perfumar

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Jin estaba encerrado en el ático desde hace horas. Se oía que estaba trabajando. Los ruidos no fueron nada callados. Eran bruscos y hacían brincar de sorpresa al omega. El pequeño omega estaba preocupado ya que el alfa y la omega habían discutido. El no pudo oír la conversación muy bien pero sabía que era a causa de él. La tensión y los aromas de los lobos en desacuerdo esparcía la casa. No sabía qué hacer en esos momentos. Quería ir arriba y brindarle apoyo a su alfa pero por el olor de sus feromonas sabía que era mejor dejarlo solo un tiempo.

No había podido dormir en toda la noche. El alfa se la pasó trabajando en el ático por la mayoría del tiempo. Al menos eso esperaba Jungkook, ya que sonaba más como destrucción. Jungkook pasó por el ático dos veces, inseguro de entrar a hablar con su alfa. Al final, él decidió no entrar ya que las fuertes feromonas le causaban náuseas. Mejor decidió ir a su cuarto y encerrarse para estar entre las prendas del alfa donde las feromonas fuertes de su alfa y la omega no le llegarán. Hablaría con él cuando bajaran a desayunar.

Fue una noche larga para todos en el hogar. La omega no podía dormir por el ruido y voltear de un lado a otro. No podía parar de pensar en las palabras de su alfa. Se sentía regañada y un par de veces Jin le había elevado la voz—casi usaba su voz de alfa con ella. Él trataba de nunca usarla. Fueron pocas las veces que la uso y fueron causas que le habían salvado la vida. Ella se negaba a comprender las razones de su alfa. No podía hacerse a la idea de compartir a su alfa. Eso no solo la hería a ella, si no también a su loba. No quería enfrentarlo. Es algo muy doloroso para las dos. Por ahora no quería ver a su alfa. No hasta que la comprendiera y le pidiera perdón.

–¿Alfa, donde está noona?– Jungkook miraba alrededor de la cocina. Estaba a solas el alfa quien cocinaba el desayuno. Jungkook nunca había visto al alfa cocinando durante su estancia en el hogar. Nunca lo había visto cocinar para sí mismo. Siempre era su noona o él mismo quienes le cocinaban. Se le hizo extraño y no comentó sobre ello durante el desayuno. El alfa también estaba callado. Había cierta tensión pero no era nada comparado a lo de anoche. Así transcurrió el desayuno hasta que el alfa se tuvo que ir.

–Se fue temprano al trabajo. Hoy tengo clases y veré si te puedo inscribir a unas clases. De ahí pasaré a comprar unas cosas que me faltaron para los arreglos. Así que no me esperes a comer, ¿si?– El alfa le acarició la cabeza como a un niño. El omega solo asintió y se sentó a desayunar junto a su alfa.

–¿Alfa?– Jungkook lo detuvo antes de que saliera de la casa. Quizá debería mantener la boca cerrada ya que no era su asunto. –Gracias– No pudo hacer la pregunta. Era mejor hacerse el sordo en este caso.

Jin asintió al ver que no había más. Trato de retirarse pero el omega lo tenía bien retenido del brazo. El pequeño omega no era consciente de su acto. Él solo veía al alfa. Jin sonrió y lo abrazó. Quizá el lobo del pequeño quería sus feromonas para poder seguir con su día. Jungkook lo abrazó fuerte y restregó su cara contra el cuello del alfa. Ronroneo contento. Jin se rió de lo tierno que se le hizo la escena. Se dejó olfatear por el omega. Era obvio que el pequeño omega estaba tratando de que el aroma del alfa se pegara a él. El omega quería oler solo a su alfa mezclado con su aroma.

–¿Cachorro? ¡Jungkook!– Jin trata de llamarle la atención. –Omega– por fin le hace caso Jungkook. –Solo me queda unos minutos más antes de que llegue tarde. Así que llénate bien.

Jin le acarició sus mechones y dejó que el pequeño omega siguiera con su trabajo. Jin se aseguró que sus feromonas estuvieran ligeras y nada como ayer. Y estaba haciendo bien su trabajo ya que Kookie ronroneaba.

Jungkook no podía evitar olfatear el exquisito aroma de su alfa. Para él el aroma de su alfa era como estar en un lugar feliz, lleno de protección y amor. Sabía que tenía que soltar a su alfa para dejarlo ir a su trabajo pero estaba contento donde estaba. Quizá el alfa dejó de abrazarlo pero su aroma era como recibirlo. Con pesar dejó ir a su alfa después de unos segundos más.

–Lo siento– dice Jungkook avergonzado. Apenas se daba cuenta que el alfa solo lo complació. No había nada malo en ello pero quería que fuera por amor y no deber. Miro al piso y estaba asombrado por lo perfecto que era. Estaba plano y limpio. Su alfa había hecho un buen trabajo en construir su hogar.

–El bebé lo necesita. Cuándo quieres dime o también podemos poner horarios cuando te puedas sentar junto a mi para que me tengas cerca. Solo tú y yo, ¿si?

Solo tú y yo.

Como quisiera Jungkook que fueran dichas en otro contexto. Los dos sabían que el acto de perfumar a un omega encinta era más efectivo cuando son solo el alfa y omega en gestión. Sería aún mejor si fueran pareja ya que el coito era el método más efectivo y duradero.

–Si, el cachorro necesita mucho de usted. Lo siento de nuevo. Ojalá le pudiera decir que no pasara de nuevo pero no puedo hacer esa promesa. Ya oyó el doctor ayer es necesario. Hasta luego, Jin-hyung.– Jugó con sus manos. No sabía porqué repetía todo lo que él ya debía saber. Quizá se estaba justificando consigo mismo. Si eso era lo que pasaba. No podía creer en su debilidad hacia el alfa.

Asintió Jin. –Acuérdate que llegaré tarde. No me esperes. Me llamas si me necesitas.– Se sonrieron.

Jungkook espero a que el alfa cerrará la puerta al irse para suspirar. Las cosas se le hacían difícil. Si solo supiera que no era su cachorro y era él. Él quería tener todo de su alfa. Quería oler a su alfa y conllevar ese íntimo acto de perfumarse uno al otro. Claro que el fue el único que lo hizo pero lo calmaba. Su lobo se ponía tan contento que juraba que se transformaría y seguiría a su alfa como perro a su amo. Él aún tenía un poco de control sobre sí mismo.

Se le hacía difícil mantener distancia y ahora tenía la excusa perfecta para tenerlo cerca. Esto llegaría a ser su fin. Está jugando con fuego y no había cuestión; él saldría quemado. La única cuestión verdadera es si todo valdrá la pena, al final. Él sabía que su lobo solo querrá más y más pero él podía luchar contra sí mismo. Él debía ser aún más fuerte de carácter que su lobo. Porque aunque ame al alfa el estaba consciente que no era lo correcto. No lo es y no lo será. Se lo tenía que grabar en la cabeza pero su lobo aullaba por su alfa. Solo que aullaba a solas y su alfa no se daba cuenta de lo tanto que lo anhela. Estupido alfa despistado.

December 26, 2018

Situación Desastrosa Where stories live. Discover now