En teoría, la vida de Terra debería de ser más fácil ahora. Su hermano kanima ya no está, tiene a los mejores amigos del mundo e Isaac está enamorado de ella. Sin embargo, su vida perfecta está a punto de tambalearse.
El pasado ha regresado por ell...
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—¿Qué labial creen que debería comprar: Scorpio Moon o Foolish? Scorpio Moon es más como un morado "mírame ahora" y Foolish es más como un naranja sangre, ¿saben? —preguntó Terra mientras bajaba las escaleras con Scott e Isaac a su lado, la escuela casi completamente vacía—. Y es que, lo sé, mi piel es perfecta y cualquier tono acentúa mis facciones de manera positiva pero encontrar el tono perfecto de labial es una tarea complicada que debe realizarse con cuidado.
—Uhh... no lo sé —fue lo único que pudo balbucear Scott. Terra bufó, indignada, y miró a Isaac esperando una respuesta más elaborada.
—Creo que con los dos te verías perfecta, pero Foolish puede combinar más con tu nuevo bolso Hermes que compraste la semana pasada —dijo Isaac. Terra asintió, apremiante.
—Bien. Compraré los dos entonces —dijo, encogiéndose de hombros. Isaac rió a entredientes, pasando un brazo alrededor de los hombros de su novia.
Apenas dieron vuelta en una esquina, se detuvieron abruptamente. Frente a ellos, a unos escasos metros, estaban los gemelos, bloqueándoles la salida. Se miraron el uno al otro, y comenzaron a quitarse la playera.
Terra parpadeó, confundida.
—¿Qué es esto? ¿Magic Mike pero con gente fea? —exclamó. Uno de los gemelos se arrodillo en el suelo, y el otro, completamente de la nada hundió su brazo en su espalda, desvaneciéndose. Literalmente comenzaron a fusionarse, formando una especie de hombre lobo gigante—. Iugh. Eso fue tan asqueroso de ver. ¿Qué son ahora? Ustedes hacen ver a Quasimodo atractivo.
—Terra, no es el momento —susurró Scott. Isaac aventó su mochila al piso, y se arremangó el suéter.
—Podemos contra ellos —afirmó. Terra parpadeó.
—Amor, no creo que estés viendo lo que yo veo, porque yo estoy viendo tres metros de músculos juntos de una manera asquerosa. Es como ver una salchicha gigante frente a nosotros. O uno de esos dedos de Mini Espías —dijo, suavemente.
Los gemelos gruñeron, iluminando sus ojos de rojo y lanzándose hacia ellos. Scott y Terra apenas pudieron jalar a Isaac y echarse a correr.
No sirvió de mucho, pues los gemelos rápidamente los alcanzaron, tomándolos con facilidad del cuello y azotándolos contra el suelo. Terra hizo ademán de ponerse de pie, pero estaba segura que se había roto algo en la pierna pues no pudo hacerlo. Para esconder su debilidad, fingió hacer un sonido de vómito.
—Lo lamento. Quiero pelear, de verdad que sí, pero dios mío, vaya que son feos. ¿Cómo pueden mirarse al espejo y no vomitar al verse?
Los gemelos le gruñeron, pero rápidamente su gruñido se extinguió cuando vieron aparecer a Deucalion, su Alfa, caminando hacia ellos. Al instante, se separaron.
