En teoría, la vida de Terra debería de ser más fácil ahora. Su hermano kanima ya no está, tiene a los mejores amigos del mundo e Isaac está enamorado de ella. Sin embargo, su vida perfecta está a punto de tambalearse.
El pasado ha regresado por ell...
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Isaac y Scott llegaron prácticamente derrapando en la motocicleta de éste último. Se quitaron los cascos, expectantes, mirando el amplio espacio completamente vacío.
—Solo hablaremos con él, intentaremos convencerlo. Es todo —dijo Scott, aunque no sonaba particularmente seguro. Isaac simplemente se le quedó viendo—. ¿Qué?
—Nada. Es que... Tengo hambre —se excusó, dejando la mentira deslizarse de sus labios.
A la luz de la luna, Scott e Isaac se acercaron a Deucalion, que los esperaba parado en las escaleras eléctricas que hacía años habían dejado de funcionar. De hecho, todo a su alrededor lucía abandonado.
—No viniste solo —notó Deucalion.
—Sí, este es Isaac —respondió Scott.
—No me refiero a Isaac.
—Lo lamento, Scotty, pero se refiere a nosotros —dijo Terra, saliendo de la nada, con Derek a su lado. No le pasó desapercibida la expresión de sorpresa en el rostro de Isaac pero decidió ignorarlo, desviando la mirada—. Y no intentes jugar a ser inocente, Deucalion. Tú tampoco estás solo.
—Sabías que yo haría esto —exclamó Scott, reclamándole a Derek, que estaba avanzando hacia Deucalion con Terra como su sombra—. Derek, por favor no. No puedes hacer esto. Alguien va a salir lastimado.
—Sí, bueno, eso es exactamente a lo que vinimos, McCall —canturreó Terra, casi con humor.
—Terra, ¿qué estás haciendo aquí? Si alguien más muere...
—Él —lo interrumpió Derek, señalándolo—. Solo él.
—Y mi ex novio —susurró Terra audiblemente, sonriendo maliciosamente—. No te olvides de él.
—Señorita Whittemore, seguramente te lo dicen muy seguido, pero tienes razón —habló Deucalion—. No estoy solo.
Eran tanta gente irrelevante que Terra apenas y los identificaba. Estaba Kali, la chica que urgentemente necesitaba un pedicure, apareciendo a su lado izquierdo. Estaba el hombre que Ennis, el tipo que parecía una versión famélica de John Cena, saliendo de la nada detrás de ellos. Y claro, Thing 1 y Thing 2 de la película The cat in the hat, mejor conocidos como Ethan y Aiden, apareciendo en el piso superior. Por último, imposible de ignorar, estaba Voldemort en persona: Brandon. Arriba, en las escaleras, tan lejos pero tan cerca.
Terra ignoró las náuseas que le provocaron verlo.
—¿Me extrañaste, muñeca? —canturreó Brandon. Terra le enseñó los colmillos.
—¿Por qué no bajas y me dejas demostrártelo? —ronroneó, su cuerpo temblando en ira y anticipación.
De reojo, observó que Cora y Boyd también habían llegado. Oh, Terra casi había olvidado su presencia. Había tanta gente irrelevante en el lugar que se sentía como Jersey Shore.
