Capítulo 4: Ella.

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Y Louis despierta al día siguiente en la misma cama con alguien en su pecho, él lo sostiene con sus tatuados brazos, por supuesto.

Siente como su pecho es llenado de un sentimiento irreconocible, algo entre cariño y tristeza, siente que el corazón va a salir de su pecho explotando, por lo que con mucho cuidado quita la cabellera rizada de su pecho y sale de la cama.

Camina hasta llegar al baño y comienza a despojarse de sus ropas. Abre la llave de paso para que el agua tome la temperatura esperada, hasta que puede soportarlo.

Mete su cuerpo entero por la lluvia ficticia que cae sobre él, toma uno de los tantos shampoos que tiene Harry en su baño, escoge uno de menta. Así que lo abre y lo coloca en su lacia cabellera. Piensa que ya debería cortarla, pues hace uno o dos meses fue su último corte de cabello y ahora es más largo de lo que desearía. Comienza a masajear su cuero cabelludo asegurándose de lavar bien sus cabellos.

Toma la esponja de baño y le echa jabón líquido corporal. Comienza a pasar la suave tela enjabonada por su cuerpo, la pasea por su pecho tatuado y su ancha espalda.

Termina de enjuagar su cuerpo en un santiamén y toma una de las toallas en el mueble del baño, seca su cuerpo y vuelve a tomar la ropa del día anterior, ya que mantiene una higiene impecable y por ende esta no está sucia y puede usarla un día más.

Sale del baño solo en bóxer y con la toalla colgando de su hombro.

Harry había despertado.

-Buenos días.

Saludó a Harry porque, bueno, está en la casa de el menor, también porque es de mala educación no hacerlo, y, al parecer, su madre le ha inculcado muy buenos valores.

Entonces Harry sale del pequeño trance en el que había entrado al ver al mayor semi desnudo dejando al descubierto su bronceada piel y múltiples tatuajes.

Saluda de vuelta.

-Buenos días, Louis.

Y sale disparado al baño, casi en menos de un segundo el pestillo de la puerta de esa habitación es asegurado.

Mientras Louis pone su ropa que llevaba el día anterior, a excepción de su saco, el cual tiene un ligero tono de humedad en su olor. Termina de calzarse y revisa que en su celular tiene aproximadamente quince llamadas perdidas de Carla, una chica con la que ha estado saliendo, aunque a él no le importaba en lo absoluto. La chica también ha enviado cerca de veinte mensajes diciéndole que lo extraña y preguntándole su ubicación con un montón de emoticones de caritas llorando y algunos corazones rotos.

Harry tarda cerca de unos cuarenta minutos en salir del baño con una toalla aferrada a su cintura, sus largas piernas no son cubiertas por completo, así que se logra apreciar como éstas han sido pulcramente depiladas y les da un aspecto más suave, por que tal vez él puso crema humectante en ellas antes de salir del baño.

-Louis, ¿Podrías, um, podrías voltear te?

Y lo hace por que nota la incomodidad en su voz al ser observado por su ex pareja.

A sus espaldas el rizado está deslizando una suave lencería femenina. Ésta es de un simple y sutil color blanco y lleva unos pequeños moños grises en las esquinas de sus caderas.

Termina de subirlas y rápidamente toma sus ajustados jeans negros, con un efecto que los hace lucir deslavados, le gustan y los siente cómodos contra su piel.

El día de hoy no hace frío y decide solo tomar una playera blanca sin ningún estampado, por supuesto, pero recuerda llevar un abrigo consigo para no pasar la misma circunstancia que el día anterior.

You Will Never Be Like Him (No, I'm Better) [L.S]  PAUSADA. Where stories live. Discover now