Ryan (+18 - Gay)

1- Ryan, eres un tonto.

Oliver

Tengo sueño, quiero dormir más..... Eso es lo que pasa por mi cabeza todas las mañanas, por eso siempre suelo llegar tarde.

- Hijo son ya las 7:45 - Gritó mi madre desde la planta baja, al diablo el sueño.

Pegué un salto de la cama y comencé a vestirme con lo primero que vi: una camiseta de cuadros, unos vaqueros y unas converse negras. Entré al baño, me aseé un poco y bajé corriendo las escaleras, por poco me caigo.

- ¡Buenos días chicas! - Dije a mi madre y hermanas y salí corriendo con una tostada en la boca.

Como normalmente, llegué tarde, no soy fácil de levantar por las mañanas, da igual si es el primer día cómo si es el último, parece una maldición y todo. Llamé a la puerta de la clase de inglés, con la odiosa señorita Patty.

- ¿Quién es el que ha llegado tarde? - Abrí lentamente la puerta mostrando una gran sonrisa. - Lo que imaginaba - Me dijo que entrase y la obedecí.

- Buenos días mi querida Señorita Patty ¿está más delgada? - Obvio había engordado este verano, todos nos reímos.

- Muy gracioso, anda siéntese ya Oliver - Así me llamo, Oliver LeBlanc, y por cierto, sí soy francés, me mudé aquí por...mejor no recordarlo.

Cómo había llegado tarde sólo quedaban al fondo dos asientos, supongo que alguien no vendrá, mejor para mí, así estaré más tranquilo. Pude ver en la primera fila a mis dos mejores amigos: Ethan y Melody. Que me saludaron felizmente con la mano al verme.

La clase iba ya cómo a la mitad o así cuando alguien entró bruscamente por la puerta, ¿no me digas qué...? Mierda, Ryan ha repetido. ¿Quién es Ryan? Bueno cómo su propio nombre se traduce es el "Rey" de por aquí. Yo no entiendo que es lo que le ven las chicas, porque simplemente es un idiota agresivo. Comenzó a caminar hacia mí, es cierto, el único asiento que queda libre es el que está a mi lado.

Lo miré nervioso y este me miró de reojo con una sonrisa burlona, ¿este se cree que me va a intimidar? ¡Ja! Por encima de mi cadáver. Puso sus pies en mi mesa y aproveché la situación para molestar al temido Ryan Thompson, desde siempre este tipo me ha caído muy mal y como buen orgulloso que soy, voy a relajarlo un poco, o eso espero.

- ¿Puedes quitar tus pies de mi mesa Thompson? - Siguió viendo su móvil como si yo no existiera. - He dicho que quites tus pies ¿aparte de idiota eres sordo? - Wow, no pensé que fuera a ser capaz de decirlo. Apagó su móvil y lo dejó en la mesa, me miró con una mirada escalofriante y divertida al mismo tiempo.

- ¿Me hablas a mí? - Este tío la tiene muy subidita.

- ¿A quién más sino? - Soltó una carcajada seca que me hizo estremecer.

- ¿Cómo me llamaste? - Ahora sí que estoy teniendo algo de miedo, quizás no debería haber dicho na.. ¡No! ¡Se lo merece!

- Te dije IDIOTA y SORDO - Remarqué esas dos palabras para que se enterara bien, creo que sí que está sordo este tío.

- Me sorprende tu valentía enano, pero me caes mal - Perfecto, el sentimiento ya es mutuo - Estás en mi lista negra - Espera ¿qué?

- ¿Tú lista negra? ¿Te crees importante o algo? - ¿Quién se cree este tipo? He oído hablar de esa famosa lista pero es algo estúpido a mi parecer.

- De hecho sí que lo soy, ahora te vas a cagar, ya lo verás - Eeem, definitivamente, es estúpido.

- Lo que tú digas tonto - De ahora en adelante será "tonto" para nosotros.

- A ver si después sigues tan valiente niño - Te voy a sorprender Ryan, y el que acabará riéndose voy a ser yo.

Cuando la clase terminó me acerqué a mis amigos que se veían algo preocupados.

- Oli ¿estás bien? Que mala suerte haberte tenido que sentar con él - Dijo Melody acercándose a mí.

- Sólo es un idiota, incluso me ha dicho "Que sepas que estás en mi lista negra" Ni que fuera la Reina de Inglaterra - Los vi empalidecer y ahí fue cuando me asusté un poco - ¿Q..qué ocurre? - Me abrazaron de repente ¿Qué les pasa?

- Oliver, estás muerto - Mi cara en ese momento era una mezcla entre miedo, confusión y curiosidad.

- ¿Por qué? - Mel negaba con la cabeza incrédula.

- Ahora todo el mundo irá a p..por tí Oli - Mel estaba casi a punto de llorar ¿A por mí?

- ¿En qué sentido? - Ahora estoy asustado ¿en qué lío me he metido ahora?

- Te harán bromas, jugarretas, incluso te van a dar alguna que otra paliza - Estoy suena ridículo ¡¿Qué demonios?!

- B..bueno, no os preocupéis, no será para tanto - Dije para intentar reconfortarlos, pero estoy cagado de mi...de indignación.

Nada más salir de la clase un grupo de chicas me rodearon y comenzaron a hablarme.

- ¿Es cierto que estás en la lista negra Oliver? - Dijo una rubia de ojos verdes, esa chica es una p...fácil, la he visto con muchos chicos populares.

- Sí - No me quiero mostrar débil frente a las chicas.

- Pobrecito, espero que no se pasen contigo, eres muy lindo - Esta vez era una castaña de ojos café algo coqueta.

- Gracias chicas, con vuestra ayuda seguro estaré bien - Pues una de mis sonrisas mojabragas y surtió efecto en ellas, el hecho de ser francés por lo visto te hace más deseable o algo así.

- Claro que sí, nosotras te ayudaremos - Desde siempre me he llevado muy bien con las chicas, soy caballeroso y amable, gracias a eso ahora tengo un gran ama en mi mano. Todas comenzaron a irse salvo una, una chica muy linda.

- D..disculpa - Se ve bastante tímida - Me llamo Alice, y..yo mmm quería preguntarte s..si podía estar con ustedes, me preocupa lo de...él - Con "él" supongo que se refería al temido Ryan, que linda es.

- Claro, muchas gracias, ¿te podemos llamar Ali? - Ella esbozó una gran sonrisa de oreja a oreja.

- Claro, gracias Oliver - Se ve buena gente, así que le daremos un boto de confianza, nos dirigimos a nuestra siguiente clase.

El resto del día transcurrió sin problemas, al fin y al cabo no iba a ser para tanto, o eso pensaba yo, nada más salir del edificio un puñetazo aterrizó en mi cara.

- Así en el suelo te ves mejor Oliver - Mira a quién tenemos aquí, a mi no muy querido Ryan.

- Tú te verías mejor con la boca cerrada - No voy a perder mi dignidad, no ahora que hay gente que nos mira desde lejos.

- Parece que no callas ni bajo el agua - Me encestó otro puñetazo, esta vez en mi barriga, no me duele mucho, estoy acostumbrado.

- ¿Eso es lo mejor que sabes hacer? - Dije restándole importancia, quizás le puedo dejar un poco en vergüenza, qué iluso soy.

- ¿Quieres verlo? - Un misil, literalmente, impactó contra mi barriga dejándome sin respiración por unos momentos, caí al suelo e incluso escupí un poco de sangre.

- N..no está mal - Me levanté y me fui viéndome lo más duro posible, joder ¡cómo duele!

- ¿Todavía estás en pie? Eres duro de roer Oliver - Pude percibir un tono de diversión en sus palabras, ¿le divierte pegar a otros? Valiente tipo con el que he ido a parar.