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╭─━━━━━─╯ ERRORES╰─━━━━━─╮

          Desde en el instante en el que se enteró del fallo de sus Padres, Ania supo que ese momento se acercaría

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          Desde en el instante en el que se enteró del fallo de sus Padres, Ania supo que ese momento se acercaría. Plantada frente a los mortífagos y el Señor Tenebroso, estaba ella con una expresión totalmente seria, haciéndose realidad lo que pensó por meses que sucedería.

Ania sabía que muchas personas temían al Señor Tenebroso, temían tener que ser marcados y pertenecer al lado de Lord Voldemort, Ania no lo veía de esa manera, no era un problema o un castigo, deseaba hacerle honor a sus ideales y poder seguir a quien tanto los defendía.

—Sus padres han cometido errores —empezó a hablar el Señor Tenebroso, su voz fría llenó la habitación haciendo que muchos, por no decir todos, se estremecieran. Ania sabía perfectamente que se dirigía a ella y al menor de los Malfoy, algo que le molestaba de sobremanera —, pero quisiera creer que ustedes no serán igual de incompetentes que ellos.

Ania sentía vergüenza por ser recordada como la hija de unos inútiles, sus padres no sabían hacer nada más que fallar, de verdad la avergonzaban, estaba claro que ella era mejor que eso, por eso, dio un paso al frente y se inclinó ligeramente para poder hablar.

—Le aseguro, mi señor, que aunque mis padres cometieron errores —Ania miraba hacia el final de la mesa, en donde se encontraba sentado el líder de la causa, quería hacerle creer que ella no se equivocaría, le quería hacer creer que podía confiar plenamente en ella — yo no lo haré.

Tan ingenua.

—Ya veremos —el señor Tenebroso sonrió y sus ojos rojos brillaron —, por eso te tengo una misión, bueno, les tengo una misión.

Draco Malfoy levantó su cabeza para revelar aquellos asustadizos ojos, parecía a punto de llorar y las ojeras debajo de sus ojos le daban un aspecto cadavérico, justo como a ella le gustaba. Ania sabía que, por más que fingiera, Draco Malfoy no pertenecía ahí, él no era un asesino.

La Marca Tenebrosa decoraba la piel pálida de Ania casi como una especie de premio, la chica no podía negar que le daba su toque y había valido totalmente la pena el dolor que había experimentado al recibirlo. Draco, por otro lado, no parecía tan complacido como lo estaba Ania, se veía el sufrimiento en sus ojos, él no quería eso como lo quería ella, por más que lo dijera y presumiera él no compartía los mismos ideales que los presentes en la sala, él no estaba a favor de eso, pero tendría que estarlo o su familia pagaría sus consecuencias.

Por eso la chica odiaba a las familias, porque uno estaba obligado a quererlos incluso cuando estaban mal, uno debía cumplir un deber, debía serles fiel y amarlos ante todo, algo estúpido frente a sus ojos, ella dejaría morir a su familia si fuese necesario, y aunque no lo fuera también, y estaba más que claro que ellos harían lo mismo con respecto a ella. Su familia conocía las obligaciones que debían compartir como poseedores de la misma sangre, sin embargo, ninguno deseaba cumplirlo en lo más mínimo, ningún Shafiq conocía el amor, Anaideia y Érebo Shafiq no se casaron por amor, simplemente sus familias necesitaban aumentar sus riquezas y seguir con el linaje purista que llevaban ambas familias, por eso estaban obligados a pasar el resto de sus vidas juntos. A ella le esperaba el mismo destino, y si tenía suerte, le tocaría a alguien decente y no a una persona tan débil como Draco Malfoy.

Después de eso, el Señor Tenebroso hizo que todos salieran del salón, dejándolos solos a los tres. Algo que ambos esperaban, uno con tristeza y el otro casi con emoción, probablemente les encomendaría la misión que había mencionado, no una fácil, tenía que ser una que les garantizara el fracaso, si no, no sería un castigo.

—Les dije que tenía una tarea para ustedes —sonreía como si disfrutara aquello —, será simple y sencilla, solo una cosa para dos chicos, creo yo que estoy siendo bondadoso considerando el error de sus padres —Draco Malfoy tragó en seco y Ania estaba de pie a su lado, nunca había convivido mucho con el joven Malfoy a pesar de que iban en la misma casa y el mismo curso —. Su tarea es matar a Albus Dumbledore.

Los miró con sus ojos rojos llenos de odio, esperando sus reacciones, sabía el miedo que causaba y quería infundirlo en ellos, justo como ella lo hacía, pero las emociones no iban con Ania Shafiq, así que la pelinegra solo asintió sin decir una palabra, ni mostrar el mínimo signo de terror. El Señor Tenebroso descubrió la reacción que deseaba en la cara del Malfoy, que estaba casi temblando y al borde de las lágrimas, poco faltaba para que la pelinegra se voltear y lo abofeteara.

—Recuerden que no perdono los errores fácilmente, sus padres son un claro ejemplo de ello —claro que no, no lo hacía, ni siquiera ella lo hacía, no perdonaba sus propios errores ni los de sus padres, por eso aprendió a corta edad a evitarlos y a siempre ganar, aprendió a ser cautelosa y a saber cuándo actuar—. Retírense.

Ambos chicos salieron del salón, los mortífagos habían desaparecido de la mansión y Ania lo agradecía porque todos eran tan patéticos, creyéndose superiores y tratando de infundir pánico cuando lo único que lograban era hacerla reír. Draco Malfoy soltó el aire que contenía, agradecido de por fin salir del alcance del Señor Oscuro y, miró a Ania con el miedo grabado en su expresión.

—¿Cómo lo haces? —la temblorosa voz del rubio lo hacía ver mucho más débil, y en el parecer de la chica eso era totalmente patético —, ¿Cómo puedes estar tan tranquila frente a... él?

—El secreto, Draco Malfoy —empezaron a caminar hacia la escaleras, lo único que se escuchaba eran los pasos de Ania gracias a sus pesadas botas negras —, o diferencia, como quieras llamarlo, es que yo sí quiero estar aquí —Draco Malfoy hizo una mueca y estaba dispuesto a replicar, pero Ania habló primero —. Pero descuida, no le diré a nadie que tienes miedo, no le diré a nadie que temes venirte abajo, no le diré a nadie que eres débil. No te preocupes, no está en mis planes fracasar. Subamos a tu habitación, tenemos mucho que planear. 

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Febrero 20 del 2019

Primer capítulo, ¿Qué les pareció?, A mi me encanta como a Ania le parece tan idiota todo lo que es referente a las emociones y así va a ser hasta que comience a experimentarlas más seguido.

Iba a esperar un mes para publicar este capítulo pero me ha ganado la impaciencia pues ya lo tenía escrito.

De verdad espero que les guste c:

Lals

Tenebris [ Harry J. Potter ]Where stories live. Discover now