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Ania bajaba las escaleras con lentitud pues nuevamente los gritos de Bellatrix se escuchaban por toda la mansión Malfoy, Ania estaba cansada de ella y su tonta rivalidad por el respeto del Señor Tenebroso, sin embargo a mitad de las escaleras ente...

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Ania bajaba las escaleras con lentitud pues nuevamente los gritos de Bellatrix se escuchaban por toda la mansión Malfoy, Ania estaba cansada de ella y su tonta rivalidad por el respeto del Señor Tenebroso, sin embargo a mitad de las escaleras entendió la razón por la que armaba tanto revuelo.

—Creo que el Señor Tenebroso dio la orden de que todo acontecimiento se me notificara de inmediato —dijo Ania entre la penumbra, bajó el último escalón quedando al descubierto de todos los que se encontraban en el gran vestíbulo de la casa —, sin embargo, no ha sido así.

—No lo creí necesario —replicó Bellatrix con el ceño fruncido.

—Así que crees que las órdenes del Señor Tenebroso no deben ser acatadas —dijo Ania esperando infundir el miedo en la mortífaga —, creo que al Señor Tenebroso le encantará saberlo.

Ania caminaba hacia el montón de gente que se encontraba en la mitad del salón de la mansión Malfoy, había unos cuantos carroñeros los cuales tenían un grupo de rehenes, Ania los examinó y el alma se le cayó a los pies al identificar a los amigos de Potter: Granger y Weasley, pero no había rastro de Potter. La chica miró a Bellatrix en busca de una explicación.

—Yo no insinuaba eso, Shafiq —dijo Bellatrix tratando de remediar.

—¿Qué hacen estos aquí? —preguntó Ania —, se supone que los sangre sucia se llevan al ministerio.

Greyback dio un paso al frente dispuesto a dar una explicación del qué hacían ahí.

—Señorita Shafiq, atrapamos a Potter –dijo el hombre lobo con satisfacción, el corazón de la mencionada comenzó a latir desbocadamente, esperaba que se equivocara, pero la seguridad del hombre le hacía creer que no era una equivocación. Se acercó al bulto de rehenes y tomó a uno de ellos separándolo del resto y haciendo que se arrodillase frente a Ania.

El rostro del chico estaba totalmente desfigurado, producto, tal vez, de un hechizo punzante, sin embargo, detrás de su desfiguración podía ver los ojos verdes que tanto habían rondado por su cabeza esos meses, podía ver ligeramente su cicatriz en la frente, él la miraba expectante. Lo miró unos segundos más a los ojos pues inconscientemente extrañaba eso.

—No estoy segura —mintió Ania, jamás en su vida había estado más segura de algo.

—¿Estos no son los amigos de Potter? —Ania maldijo por lo bajo y miró a Granger y Weasley.

—Tal vez —contestó Ania mirando a los dos chicos.

—¿Cómo que tal vez? —preguntó el hombre lobo, ganándose la mirada de Ania —, ¿No pasaste 6 años de tu vida con esa bola de impuros?

Ania hizo un movimiento brusco con su varita y, de un momento a otro, esta fue reemplazada por un largo látigo que atrapó a Greyback, la chica se acercó lo suficiente como para oler el sudor y la sangre en él, algo jodidamente desagradable.

Tenebris [ Harry J. Potter ]Where stories live. Discover now