Extra 5: Miles de noches más

40.5K 4K 1.5K
                                    

[2/2]

[Cronológicamente ubicado después del epílogo]

Jungkook miró fijamente el cielo estrellado a través del techo de cristal. Habiendo pasado tantos años desde su primera vez, no podía creer que volvían a hacer el amor en un lugar como ese. En realidad, era mucho mejor. Jimin había conseguido una casa de verano perfecta para pasar su luna de miel.

Rió levemente, sintiendo el camino de besos que regaba Jimin desde su cuello hasta su hombro, donde dejó una mordida. El mayor alzó su mirada al escucharlo reír y unió sus labios en un beso lento y hasta perezoso. Jungkook aún se sentía cansado debido al reciente orgasmo.

Jimin se distanció de él, descendiendo por su cuerpo. Bajando lo suficiente, permitió que su lengua saboreara el abdomen del menor mientras este suspiraba silenciosamente, abriendo sus ojos una vez más para encontrarse con las estrellas.

Esa noche era maravillosa.

―Estoy tan sucio ―Murmuró el menor. Jimin volvió a recostarse a su lado, apoyándose sobre su codo mientras le inspeccionaba. ―Necesito un baño si es que quiero conciliar el sueño. No podré dormir así

―Pero, amor, la noche es joven ―Jimin paseó sus dedos ligeramente por el pecho del contrario, sonriendo dulcemente.

Jungkook suspiró. Por supuesto, para Jimin era fácil decirlo porque no eran sus muslos los que estaban temblando sólo por el trabajo extra. Si ellos habían actuado como un par de jóvenes hormonales sólo la primera noche de su luna de miel, ni siquiera podía imaginarse cómo serían las siguientes noches.

Jungkook bajó de su nube de pensamientos al sentir una lengua sobre su pezón izquierdo. Gruñendo en respuesta, Jimin pareció casi divertido de su reacción, aún empecinado en chupar y mordisquear la protuberancia.

―Jimin, vuelve a recostarte ―Habló el menor con voz amenazante. Park evitó resoplar y obedeció, con la misma expresión que pondría un niño que acababa de ser regañado. ―Bien, escucha ahora ―El castaño se reincorporó, soplando su flequillo cuando los mechones cayeron desordenadamente sobre sus ojos. ―Te haré un favor, ¿sí? Pero vamos a darnos un baño y a descansar después de eso

Jimin asintió, conservando una mirada escéptica. En realidad, un favor podía interpretarse de muchas maneras para él, pero supo a qué se refería con exactitud Jungkook, cuando vio su cabeza descender hasta enterrarse entre sus piernas. Su respiración se volvió pesada cuando Jeon tomó su pene para comenzar a chupar la punta.

―Oh, Jungkook... ―Un gemido escapó de su boca cuando el menor recorrió toda su extensión, llenándola de saliva.

Jimin bajó su mano, enredando sus dedos en los mechones castaños para marcar el ritmo. Había pasado un largo tiempo desde la última vez que Jungkook se había cortado el cabello y sus hebras hacían cosquillas al caer sobre su piel.

Jimin elevó sus caderas, sacudiéndolas. Jungkook gimió alrededor de su miembro mientras él intentaba llegar más a fondo. Intentando recordarse a sí mismo que tenía que ser cuidadoso, se sintió aliviado cuando el menor acarició la parte interna de su muslo, haciéndole saber que todo estaba bien. Las embestidas a su boca aumentaron entonces, sólo un poco, y gimió el nombre del menor cada vez que este succionaba y trabajaba con su lengua. No demoró mucho en correrse en su boca.

―Demonios, Jungkook ―Gruñó al acabar.

El menor saboreó sus labios, soltando una risa caprichosa.

―Hey, te estás haciendo viejo ―Se burló por lo poco que había durado.

Jungkook le enseñó una sonrisa ladina y socarrona, provocando que se molestara. Aun sosteniendo sus cabellos, Jimin lo incitó a reincorporarse para devorar su boca. Jungkook tembló como gelatina mientras el mayor le robaba el aliento.

¿Me odias? [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora