Bromance [💘CHANBAEK💘]

❣Capítulo 11

El lunes de la semana siguiente, un dilema se implanto en el subconsciente de BaekHyun, ya que no estaba seguro de lo que haría.

Sí, había reconocido con toda claridad que debía de darle una oportunidad a ChanYeol.

Sabía que, aunque su mente no estuviera de acuerdo, su corazón, literalmente se lo pedía a gritos. Se sentía tan mal consigo mismo por no tener los huevos de pedirle a ChanYeol una cita... o bueno, un momento para que ambos se pusieran al día.

Quería saber, qué había sido de Park durante estos cuatro años, a pesar de que, en los últimos meses, había aprendido un poco de él. Pero el saber que era un jefe enojón y estricto no le ayudaba mucho, ya que no decía mucho de él.

Se preguntaba ¿seguirá en eso de querer hacer música? ¿Recordara la canción que le compuso cuando estaban en la universidad? Había tanto que quería saber de ChanYeol, pero de nuevo, BaekHyun no tenía los huevos suficientes para preguntarle a ChanYeol.

Aun así, estaba delante de la oficina de su jefe, sin que nadie lo viera, mientras respiraba pesado.

No sabía que era lo que intentaba hacer, pero su instinto le decía que debía verlo.

Suspiro, y entró sin importarle en tocar.

Ahí estaba ChanYeol, viendo papeles en la obscuridad de su oficina, con una simple lampara iluminando aquellos papeles. Por alguna razón, las cortinas estaban abajo. Quiso pensar que fue porque ya estaba siendo tarde y el sol estaba en su punto fuerte.

ChanYeol volteo a verlo, interesado de que BaekHyun lo vaya a buscar, sin la necesidad de llamarle, como era la costumbre.

Antes de la noche del bar, ChanYeol solía llamarle para pedirle favores idiotas como si fuera un cretino, simplemente para ver a su bebé por lo menos una vez en el día. Byun odiaba que lo molestara el jefe cuando a pensar estaba a punto de sacar la cifra de ganancias del mes.

Sin embargo, debía atender a los caprichos de su jefe porque no quería ser despedido... por alguna razón, no lo quería, la verdad le gustaba ese trabajo.

—¿Qué pasa, BaekHyun? — se inclinó ChanYeol enn su silla de cuero, prestando una completa atención al castaño;

Quién no dijo ni una palabra.

Lentamente se fue acercando al escritorio de su jefe, observando la reacción de alteración que este tuvo, al ver que estaba justo a su lado, mirándolo como si estuviera drogado de nuevo.

—¿Te sientes bien, Baek? — Se iba a parar, para tocar la frente de su trabajador, pero no lo hizo, ya que BaekHyun lo detuvo, poniendo una mano en su hombro.

Aquella mano, hizo un recorrido por el fuerte hombro del pelinegro, incluso podía creer que le había causado una erección el sentir aquellos músculos a través de la tela blanca de su camisa de vestir.

Sus finos y largos dedos, acariciaron la mejilla del alto, con lentitud. ChanYeol se inclinó hacia el lado en donde la mano de su amante la acariciaba.

El pulgar de BaekHyun se fue deslizando lentamente a los labios de ChanYeol, aquellos labios tan finos y hermosos, de color salmón, besaban su pulgar lentamente en un pequeño gesto sexual y erótico.

Byun se deslizo lentamente hacia adelante, pegando sus labios con los de su jefe, sorprendiendo al hombre en el camino.

¿Cómo podía describir aquel beso? Tal vez reconfortante, tal vez deseable.

No lo sé.

Pero BaekHyun se sentía tan bien en una cercanía tan cálida como la de ChanYeol.