Juegos de amor y odio (REESCRIBIENDO)

Capítulo 5 (CORREGIDO)

MADISON

Narra Jace

Estaba en mi habitación esperando que llegara Madison a la cena que mi padre había organizado para nosotros dos pero yo iba a arruinar como era mi costumbre.
El timbre sonó y eso significaba que estaba aquí, tarde como es su costumbre pero eso hacia enojar más a Bruno Bianchi. Apagué mi cigarro, me puse una camisa de seda color blanco y baje.

— Amorcito te has vestido bien hoy ¿estás contento por algo? — Sí porque iba follar y también molestar a Bruno.

— Nada especial Mad. Vamos a cenar, muero de hambre. — Engancho su brazo al mío y fuimos al gran comedor.

— Suegrito estoy agradecida que me haya invitado a su humilde casa. — Bruno estaba con una sonrisa hoy.

— Mi casa es todo menos humilde. En tus sueños seré tu suegro muchacha insolente. Jace te he dicho que no me gusta que en mi casa vengan mujersuelas. — Y si estaba muy feliz.

— Es una amiga, no seas grosero con mi invitada. Si no te gusta no hagas más cenas de mierda las cuales no me interesan. —

— Te iba dar una buena noticia pero por ser un estúpido malcriado, te jodes Jace. — Y Bruno siguió comiendo sin que le afectará Madison, ni nada.

— Cómo sea Bruno, no me importa. Si no te molesto mi amiga y yo tenemos cosas que hacer. — Empujé a Madison para que subiera las escaleras.

— Hoy no se ha enojado como las otras veces. Deberíamos probar con algo nuevo, no sé como decirle que va tener un nieto o algo. — A Madison le estaba afectando su abstinencia, le tiré una bolsita de cocaina.

— Nunca tendré hijos. Serían un estorbo en mi vida. Y Bruno me desheredaria si te llegara a embarazar, no te enojes Mad pero conozco a mi padre. — Las empresas era lo único que quería de Bruno, el no me importaba se podía ir al carajo.

— Eso es cruel amorcito, pero yo no vine a platicar. — Ella se sentó encima mío y comenzó a besarme. Pero hoy no se me antojaba follar con ella.

— Debo ir a ver a Jordán, puedes quedarte si quieres. Nos vemos mañana en la escuela. — Madison ya estaba en otra dimensión.
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Las porristas no habían empezado y eso era extraño que no estuvieran intentando llamar nuestra atención.

La directora Olson caminaba por primera vez en los campos de la escuela, sus costosos tacones estaban tocando el lodo, y no estaba sola, la acompañaban la niñita de papi y su prima. Ver a la princesa en mayones y top deportivo era uno de los motivos por el cual el martes sería mi nuevo día favorito.

— Señoritas, es un gusto darles la bienvenida a un nuevo año. Y quiero decirles que dos compañeras se unen al equipo, ellas vienen de Italia y son competidoras desde los 5 años y como nuestra escuela lleva años sin ganar 0un campeonato, no desaprovecharemos que dos de las mejores estén en nuestra escuela. La señorita Natale será la nueva capitana. — Madison estaría muy enojada.
Algunas chicas aplaudieron y las amigas de Mad quedaron inertes. — Sin nada más que decir, iré a mi oficina. Natale, Laura no me fallen—

— ¿Crees que puedes venir y quedarte con mi puesto? Acaso tus perras no te adviertieron. — Madison jalo a Natale.

— No me creo que puedo, lo hago. — Ella no sabía a quién estaba molestando.

— Me ha costado años para tener éste puesto como para que una recién llegada se lo quede. ¿Acaso no sabes quién es mi padre? —

— ¿Y qué has ganado? ¿Uno? ¿Dos? Nop respuesta incorrecta. La respuesta es cero, eres una perdedora Madison. No me interesa quien sea tu padre, te aseguro que no es nada comparado con el mío. No me estorbes Madison. —

—Maldita perra. — Madison se tiró sobre Natale.

— 100 a que gana la rubia sexy. — Dijo Asher.

— 150 a Madie. La casa siempre gana. — Cameron era amigo de Mad.

— Duplico mi apuesta. Joder con la rubia, será la próxima señora Bristol. —

— Va matar a Mad, tenemos que detenerlas. — Matt corrió a sujetar a su prima y no iba dejarlo sólo.

Los gritos e insultos de las chicas era lo único que se escuchaba.
Matt las separó y yo jale a Natale, ella intentaba soltarse.

— ¡Sueltame! — Me gritó y enterró sus uñas falsas en mi brazo.

— Papi no estará contento al saber que su bebé se ha peleado en su segundo día de clases. — Susurre en su odio.

— Sueltame Jace. Quiero irme a casa. —

— Señoritas y caballeros. Sus padres estarán encantados de ver ésto. Si no quieren que se les notifique, todos a detención. — Mierda.

— Nati tú padre nos asesinara por esto y tu madre ni que se diga. — Su prima estaba más preocupada por eso en vez que si la habían lastimado. — He hablado con Carlo, está viendo. Y se acercó el chico con él que había llegado ayer.

— Puedes soltarme ya.—

— ¿Tú novio se pone celoso? — Dije antes de soltarla pero no respondió. Ella corrió a abrazar al tal Carlo.

— Gracias, Jace. — Dijo Laura antes de irse con ellos.

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Mi móvil comenzaba a sonar, solo significaba mas problemas con mi negocio.

— Jace sabemos quienes tienen la mercancía. — Es Jordán.

— Dime quiénes hoy no estoy de humor. — Todos los de la pelea estaban llendose.

— Tranquilo yo no soy Madie para soportarte tus berrinches.— El hijo de perra estaba de gracioso.

— Pues si quiero que finjas ser Madison lo haces. ¿Quién colo fue? — Natale se iba en una camioneta con su novio ¿Habían dejado sus autos?  ¿Y Laura?

— Te tengo algo más importante revisa las cámaras de la bodega aparecen dos chicas, quiero saber todo sobre la rubia, su nombre es Natale. —

— ¿Está en el negocio? — Preguntó Jordán.

— No, sólo es alguien que sabe que hago. —

— Natale Caruso, yo creo que te gusta acosador de mierda. — Era chisme y eso le gustaba al puto Jordán, el único motivo porque lo hacía tan rápido.

— Investiga bien, quiero saber todo de ella. — Si ella sabía lo que yo hacía, yo tenía que tener algo para que no se le ocurriera decir algo de mí.

— Como ordenes amorcito. — Imitó a Madison.

— Le sale mejor a ella. — Y colgué la llamada.

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