Capítulo 8 (CORREGIDO)

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Omnisciente

COMPROMISO

La señora Caruso estaba en un estrés total, sabía lo que se venía. Ir a la villa de Bruno Bianchi no era cualquier cosa y menos cuando habías tomado su mano para realizar acuerdos.

— Debemos decirle a tu sobrina, ella la convencerá. — Federico sugirió.

— Nos veremos como unos cobardes, y nos odiara más por eso. Tomamos decisiones por ella pero por su bien un día nos entenderá. — Tiana se levantó de la cama.

— Sólo espero que Bruno mantenga la boca cerrada al menos por hoy. — Conocían perfectamente a su socio y lo grosero que llegaba a ser si se lo proponía.

— Nos sobra tiempo. No puede decirlo aún. — La puerta de la habitación fue abierta rápidamente y sólo podía ser alguien, Carlo.

— Tío fue un pequeño error y te juro que no tuve la culpa. — Había chocado el auto de nuevo. El maserati que le habían dado hace 2 semanas.

—Vete a tu habitación Carlo, luego hablaremos. — Federico por primera vez había sido duro con su sobrino.
No era nada en su contra solo que tenía problemas mas grandes que un auto.
Carlo salió cabizbajo, está vez parecía que el realmente no había tenido la culpa. Cameron había casi destrozado el auto.

Natale lo vio salir del cuarto de sus padres y fue a ver lo que le pasaba.
— ¿Te han castigado de nuevo? — Preguntó y el negó con la cabeza.

— Un imbecil se ha estrellado contra el maserati a quedado hecho mierda. — Natale estaba sorprendida que él no hubiera hecho una idiotez.

—¿Lo conoces? — El asintió con la cabeza.

— Creo que es amigo del idiota con el que sales. Cameron Wallace. — Natale hizo una mueca de asco.

— No salgo con el idota de Jace. Cameron es el ecuas de Madison, no te preocupes lo arreglaremos.— Ella le dio una palmadita en su espalda en señal de apoyo.

— Es que necesito el auto para hoy, voy a salir con...— Ella arqueo la ceja al notar su tartamudez. —Los chicos del equipo de baloncesto. — Se apuró a decir.

— Lleva el mío. Si llega con un soñó razguño te asesinare. Yo no juego Carlito. — Sonrió, la puerta se abrió y su madre salió de la habitación.

—Tu padre te busca. Entra. — Se apresuró a caminar dejando a Carlo solo. Tiana enmarcó una ceja y eso significaba que ahí iba un nuevo sermón.

.......

— Mi niña te extrañe mucho está semana. — El viaje de Federico se había alargado.

— También te extrañe papá. No había nadie que pidiera el horrible pastel de zanahoria de postre. — El se río por su comentario.

—Tengo que pedirte algo. Sé que no te gusta ir a conocer a mis socios pero está vez prometo que te gustará. —Para Natale conocer socios de su padre no era algo que le gustaba, a pesar de muchas veces ser el centro de atención. Muchas veces era casi obligada a ser amiga o algo más para hacer negocios, uno de esos era su ex novio Neithan Greyson la empresa petrolera de su padre se negaba a formar parte de la bolsa bancaria Caruso, todo cambió cuando se volvió novia de él, los tratos parecían flúir y todos parecían contentos con eso. —Está vez tu madre no se meterá. Solo será una cena.— Prometió.

—¿Cuando es? — Natale no podía negarse ante una petición de su padre y sabía que nunca la obligaría a nada.

—Hoy en la noche. — La desesperación de Natale estaba en puerta. No tenía planchado el cabello, sus uñas no estaban al tono de su vestido y no tenía unos zapatos lindos. —No te desesperes será una cena sencilla y cielo tu pelo se ve hermoso con tus ondas naturales. — Federico siempre veía a su niñita perfecta aunque ella no se viera de ese modo.

Juegos de amor y odio (REESCRIBIENDO) Where stories live. Discover now