Juegos de amor y odio (REESCRIBIENDO)

Capítulo 9 (CORREGIDO)

RECLAMO

Narra Madison

— Los padres del idiota hablaron con los míos. — Cameron no cerraba el pico, llevaba diciéndome lo mismo todo el camino. Maldita sea Jace que no pasó por mí.

—Eres un idota Cam, no puedes cumplir ni una orden. No sé cómo puedo seguir siendo tu amiga. —Habiamos llegado y está vez no pude ocupar el lugar de Natale ya estaba su asqueroso auto rosa.

—Sabes que haría por ti lo que sea. No sé porque eres así conmigo incluso te trato mejor que Jace. —Íbamos de nuevo como la burra al trigo.

— No te atrevas a decir algo malo de mi amorcito sabes bien que para él soy su prioridad. — Yo soy la única mujer que le importa, muchas veces me ha demostrado cuanto me quiere aunque no le gusta demostrarlo.

— ¿Y que hay de la rubia? — No quería discutir con Cam era mi mejor amigo pero su raro enamoramiento por mi estaba sobrepasando límites.— Ya no le importas puedes dejarlo y podemos intertar algo. — Él tomó mi mano pero yo se la quité.

—Solo será una de las miles de su lista. Recuerda su juego con Asher una vez que le abra las piernas será una estúpida rogona más. No le tomes importancia. — Bajé del auto y aporrie la puerta pensando que se enojaria pero no lo hizo.
Caminé a la entrada y luego al comedor para encontrarme a la zorra de Natale sentada con Asher pero me molestó ver más al idota de mi primo con la achichincle de ésta.

— Mathew Cooper al pasillo ahora mismo. — Trone los dedos y las miradas estaban sobre mí.

—No es tu perro.—Dijo la estúpida que le estaba calentando la bragueta.

—Controlate Mad, la coca te hace falta un buen. — Asher tocó su bolsillo para sacar una bolsita. —Papi Asher invita. Por cierto estas invitada al Bristol Party. — Unas chicas pasaron y cuchichearon al oír que fui la primera invitada.

—¿Mi pase VIP? — Natale sonrió.

—Lo siento Mad este año no hay para ti. —Le había dado mi pase a una zorra, pero Jace no me iba dejar tirada.

— ¿Se lo haz dado a ella? —No esperé su respuesta sólo fui directo a buscar a Jace tenía muchas cosas que hablar con él, caminé los largos pasillos mientras los simples mortales me observaban y comentaban el nuevo chisme.  Entre al salón de matemáticas donde se la pasaba la gran parte del tiempo y solo estaba su insoportable profesora.

—¿Madie? ¿O me equivoco? —Antes de salir su tonta voz de engreída sonó.

—Así es Madison Cooper ¿le puedo ayudar en algo? —Traté de sonar amable.

—Aleandote de mi muchacho, lo estás llevando en un mal camino y tu también estás haciendo cosas malas Madison. El instituto te puede brindar apoyo con tu problema de adicciones. — A está estúpida vieja quién le pedía su ayuda.

—¿Sabrina? ¿No? No sé si te suena el nombre de Aron Cooper, pero es mi padre y no creo que le gusté enterarse que una simple asalariada se está metiendo con su única hija. —La cara de ésta vieja había cambiado. —No olvides tu posición Sabrina, no eres importante para Jace y mucho menos para mí. —Pisé su mugrosa zapatilla con mi hermoso tacon con brillitos. Ella chilló de dolor. —Que tengas lindo día. —
Salí y ella grito un hija de puta.

Tomé mi móvil y le marque a Jace ¿Dónde carajos se había metido? Seguramente estaría revolcándose con otra zorra.

— ¿Qué pasa? — Él respondió se escuchaba bastante contentito.

—¿Dónde estás amorcito? Te he buscado en todo el instituto y no te encontré ¿Necesitas que vaya a verte? —Intenté sonar lo más relajada.

—No, estoy en casa de Jordán. Juliet tuvo un accidente y estoy con ellos.— Era el colmo yo lo necesito más.

— Necesito hablar algo contigo y me importa un carajo que sea por el móvil pero ¿Qué diablos hacia la Italiana en tu casa? — Necesito respuestas, Cameron había conectado mi laptop con las cámaras de la sala de estar y la había visto husmeando entre los retratos.

—Estás loca, Natale nunca ha ido a mi casa. — Escuché la risita estúpida de Juliet. Esa perra me lo quería quitar, sabía que no sólo lo veía como un hermano, lo quería para ella. —Hablamos luego. Y no quiero que vengas Juls se siente mal.— Me había cortado la llamada y encima me decía loca.

.......

Narra Jace

La casa de los Tenorio era uno de los lugares más cómodos a pesar de varias de sus carencias.

— ¿Era Madison? — Juliet la detesta desde que se conocieron, intenté que se llevarán pero terminaron golpeándose una a la otra. —No sé porque no buscas una novia mejor que la estúpida pelos de elote. —

—Te he dicho que no es mi novia. — Mi relación con Mad es de amigos y muy cómoda para mí, follamos sin ningún tipo de compromiso y ella dice que es mi novia pero todos saben que no es así, mujer que me gusta es con la que follo.

— Juls deja de molestarlo.— Jordán regaño a Juliet.

—Sólo platicábamos y le preguntaba de Madie ya sabes que es muy linda. — Él le lanzó una almohada del sillón.  Tomé mi móvil y entre a instagram la primera historia que mostró fue de Natale, estaba en la piscina de lo que supongo su casa en traje de baño que era diminuto. Joder con la princesa me la ponía dura con solo una foto.
Mierda habían más, la odiaba por mostrar sus grandes tetas y me odiaba a mi por ser tan pendejo y no tener mi pene en medio de ese par de senos.

— Tienes cara de pervertido. Si estás viendo por no fuera de mi casa. —Jordán se comporta como la madre de Asher.

— No vería por no en tu casa, tu Internet es lento. — Me burlé.

—Él tiene razón, nuestro Internet es una mierda. — La pequeña arpía se acercó a mí. — pero mi hermano no miente al decir lo de tu cara de pervertido. — Y me quitó mi móvil.

—¿Te exitan las abuelas? — Se había cambiado.

— Noooo, que puto asco. Pero regresa a las anteriores. — Jordán como chismoso se puso a entrometerse en mis asuntos.

—Devuelvanme esa mierda. — Toqué el vendaje del brazo de Juliet y ella gritó del dolor le habían sacado una bala del culo hace poco pero ya estaba acostumbraba. Soltó mi móvil pero su hermano lo tomó.

— La rubia que acosas, pervertido.— No la acoso sólo que ella sabe mucho y necesito mantenerla callada. Ni Madison sabe de mis negocios. — Te ayudaré hermano, seguro terminan casándose.— Dijo mientras escribía. —Un amigo ligó en insta y está normal. Tu eres guapo seguro moja las bragas al ver tu mensaje. — Y me lo devolvió.

Revisé lo que le había enviado y me hacía ver como un marica. — ¿Enserio? Tu bikini combina con el color de tus ojos. —Ni mi puto abuelo pondría eso. — Me voy, tengo asuntos.

— Suerte con la chica, nos vemos mañana. — Se despidió Jordán.

— Despidete de mi pervertido. — Gritó Juliet.

— Nos vemos mugrosa. — Removi su cabello como le hacía a Max el perro de Bruno. — No vuelvas a dejar que balen tu culo. —