🏳️‍🌈 seis 🏳️‍🌈

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—Kirishima, entra —ordenó el rubio parado frente a la puerta, a lo que el nombrado negó con su cabeza y cruzó sus brazos sobre su pecho—

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—Kirishima, entra —ordenó el rubio parado frente a la puerta, a lo que el nombrado negó con su cabeza y cruzó sus brazos sobre su pecho—. ¿Qué pasó con tu discurso de "ya no me va a importar lo que los demás digan"?

—Eso fue hace media hora, y tú sabes que las personas se dejan llevar en momentos así —respondió bajando la mirada, viendo sus pies balancearse de adelante hacia atrás.

—Déjate de estupideces y entra de una puta vez —habló nuevamente Katsuki siendo un poco más brusco.

—Ya me dio nervios, ya no quiero —dijo de forma angustiada, mas procuró no alzar su voz para evitar ser oído por sus otros compañeros—. Además mira, que hoy ni alcancé a peinarme.

—No sería la primera vez que te ven sin tu peinado ese, ahora muévete y entra.

Kirishima bufó al no lograr convencer al mayor, e hizo un mini berrinche debido a la frustración. Tomó aire y exhaló, intentando relajarse.

—Mira, hermano, agradezco mucho tu apoyo pero mejor me quedo aquí afuerita, tranquilito, sin que nadie-

—Entra o te meto yo a patadas —habló nuevamente Katsuki, dándole un ultimátum al pelirrojo con su sutileza de siempre.

Sin embargo, al ver nuevamente la negativa del contrario y el cómo no estaba dispuesto a moverse un centímetro de su lugar, perdió la escasa paciencia que tenía y gruñendo tomó la muñeca del chico de iris rojizas para llevarlo adentro del salón con él. Eijirō, reaccionando rápidamente, tiró al más alto hacia él para evitar que abriese la puerta, teniendo que retenerlo en un extraño abrazo por la espalda.

—¿Qué haces? Suéltame, pelo de mierda —dijo apretando los dientes y forcejeando, haciéndole el trabajo más difícil a Kirishima de mantenerlo quieto.

—¡Bakugō, para, solo escúchame! —intentó calmar al rubio, quien haciendo uso de su fuerza logró zafarse del agarre ajeno y volteó a mirar al contrario.

—Te escucho, pero habla rápido antes de que me arrepienta y te meta en esa sala como más fácil me sea.

—Bien, bien, mira. Yo, eh... —Kirishima rascó su mejilla y soltó una risa nerviosa, haciendo que la expresión en el rostro del más alto se arrugara más—. N-no es que lo que haya dicho antes no sea verdad, lo dije en serio, pero no me puedes pedir que de un día a otro cambie como si nada, como si esas cosas no tomaran tiempo, tú sabes muy bien que cambiar es difícil —Eso sacó un gruñido al  rubio, no le gustaba admitir que estaba trabajando en su temperamento—. Además, incluso si no mencionan nada respecto a mi orientación, van a estar mirándome y eso no me gusta, es incómodo.

¡Sí, soy gay! 🌈kiribaku/bakushimaWhere stories live. Discover now