Estúpidos Sentimientos (Thiam) SIN EDITAR

XVII

Liam despertó con un gruñido al escuchar el sonido de su despertador. El sol ya había salido y eso quería decir que tenía que ir al instituto.

"¡Cariño! ¡Tienes que ir a él instituto!" Gritó su madre y Liam se quejó mientras se ponía de pie.

"Lo se, mamá"

Se metió al baño quitándose la única prenda que tenía. Se metió a la ducha y dejó que él agua fría le despertara.

Se baño, aunque a veces no sabía lo que hacía, pero al final si salió limpio. Y medio despierto.

Salió del baño y se cambió. Al parecer ese día iba a estar caluroso. Tomó su teléfono y bajó.

"¿Mamá?" Llamó.

"¡Aquí!" Respondió desde la cocina.

Liam se alivió de verla, últimamente casi no la veía y eso le dolía en cierto punto.

"¿A que hora has llegado?" Preguntó y tomó asiento y comía algo de fruta.

"Hace unas horas. ¿Recuerdas que te dejé una nota?" Liam asintió "Bueno, hoy me iré en la tarde. Tal vez no te vea hasta mañana"

Liam suspiró.

"Estaré bien, mamá. Me tengo que ir"

"Te amo, cariño"

Liam salió de su casa y comenzó a correr hasta él instituto. Ese día no tenía ganas de tomar el autobús.

Siendo un hombre lobo tiene sus ventajas, cómo llegar en diez minutos a tu instituto.

"¿Has venido corriendo?" Preguntó Mason cuando se encontraron en el estacionamiento. Liam asintió. "Hombre, me das lástima"

"Gracias, amigo" se burló Liam y ambos entraron. Mason se encogió de hombros.

"Cuando quieras" ambos chicos se rieron.

La mañana de Liam pasaba tranquila y rápida. Se logró concentrar en las clases y eso ya era de por si un logro grandísimo. Para cuando se dió cuenta, era ya la última hora de clases y le tocaba ir a entrenar.

Se despidió de Mason y caminó hasta él campo. Todo el equipo estaba preparándose mientras el entrenador les gritaba animadamente.

"¡Vamos, niñitas, quiero ver esos culos en el campo!" Claro que era animar más al entrenador que a los chicos.

Liam corrió hasta ellos y cuando el entrenador le vió sonrió, y cuando el entrenador sonríe, es malo, muy malo.

"Pero miren, al fin su inútil capitán decidió venir" exclamo y Liam suspiró.

"Co-capitan, entrenador" corrigió y se quedó callado al ver la mirada de su entrenador.

"Cómo sea. Quiero que muevan esos culos y se ejercitan tanto que quiero que sudan como cerdos" ordenó y muchos se quejaron "¡Nada de quejas! Mover el culo"

Todos obedecieron y se fueron hasta él campo. Nolan se acercó a Liam con una sonrisa.

"Hey, ¿por qué no has venido ayer?" Preguntó y Liam negó

"Dolor de estómago" respondió y Nolan frunció sus cejas

"Creí que los hombres lobos no se podían enfermar"

Liam se maldijo miles de veces, se le olvidaba que Nolan y casi todo Beacon Hills sabían su secreto.

Escuchó una risa que él conocía muy bien. Giró por todo el campo pero no le lograba encontrar. Entonces se fijo en las bancas y su corazón latió fuertemente contra su pecho.